miércoles, 30 de septiembre de 2020

¡¡ ALERTA!! AVISO A NAVEGANTES

La otra pandemia: “La política española es tan destructiva como el virus. Contra éste llegará una vacuna, pero contra el veneno español no parece que haya remedio. Si no hacemos algo, esta gente va a hundirnos a todos”.  Antonio Muñoz Molina. El País, OPINIÓN, pag.11 del 27-9-2020

Con este señalamiento, el reconocido escritor iniciaba este domingo, su artículo de opinión. Quiero destacar, que coincido totalmente con los señalamientos de Muñoz Molina. Y seguro también, con sus sentimientos y conflictos internos, respecto de lo que ha denominado como “La otra pandemia”.

Profundizando en el funcionamiento: GANE-GANE / Colaboración

En este nuevo post insisto en el hecho fundamental de que la España actual, a día de hoy, requiere de una transformación que cada vez percibimos más ciudadanos preocupados, por la deriva hacia la crispación, el insulto y el ataque, muchas veces incomprensible, al gobierno.

El usual espectáculo de competencia insana entre partidos, podrá quizás tener alguna lógica para los parlamentarios que “actúan” en el Hemiciclo; pero para los ciudadanos, el espectáculo, repetido hoy mismo día 30, hace unas horas, además de falto de toda ejemplaridad, nos mostró claramente que casi todo es una mala y desagradable representación, un teatro de terroríficas consecuencias.

Claro, el problema que veo está en cómo y cuándo van a finalizar ese tipo de actuación, que perjudica al país y que, además, dudo que beneficie a alguien, y cuándo van a dedicar el tiempo a concretar y lograr acuerdos para resolver los problemas más acuciantes del país: Pandemia coronavirus-19; Presupuesto futuro, y llevar a cabo los cambios y renovaciones vencidas dentro del sistema judicial.

Aparte de los señalados, otros muchos que están en lista de espera, especialmente debido a que no se permite al gobierno, gobernar. Todo son trabas en el camino. Mientras tanto el país, la ciudadanía: “que los parta un rayo”. De ahí, mi aviso de ¡Alerta! Vamos muy mal, motivado en un porcentaje muy elevado, a la falta de colaboración, contribución y compromiso para hacerlo.

La idea es, actuar con honestidad y valor para intentar poner al país, que algún día fue el más relevante en el mundo, donde puede y debe estar, gracias a su magnífico recurso humano, en general. Para hacerlo es indispensable satisfacer una imperiosa y vital necesidad actual como país. Se trata, esencialmente, de incorporar un modelo de convivencia entre Gobierno y comunidades; entre políticos y dirigentes de los diversos ámbitos de poder e influencia y entre la ciudadanía en general.

Ese modelo de convivencia y armonía, contiene mecanismos para la comunicación, interacción y relaciones, basados en el enfoque científico derivado de los estudios y avances sobre las “Dinámicas que rigen el Comportamiento Humano”. En el presente caso, en versión conducente a la generación de actividades colaborativas, basadas en la modalidad de trabajo Gane-Gane, para conseguir así el adecuado funcionamiento y avance como país,

Se trata de implementar un modelo de acción práctica y de relaciones, especialmente orientado a que todas las partes intervinientes obtengan acuerdos favorables en alguna medida. Acuerdos que les faciliten obtener beneficios que requieren. Esto es: salir ganando algo o mucho, de las diversas interacciones con otros. Pero todos con el sentimiento y sensaciones, de haber ganado.

Ese es el objetivo fundamental que se debería intentar lograr, alcanzar. Para ello es indispensable incorporar verdadero diálogo e interlocución sincera. De esta forma, poco a poco, mejorar las comunicaciones y relaciones. Esto, no es difícil de realizar cuando existe, aunque sea inicialmente, una mínima disposición favorable para ello.

Se alcanza mediante: dialogo, buenas comunicaciones, disposición a cambiar, a aceptar, a ceder algo, negociar, a establecer estándares mínimos de confianza y credibilidad como “base común”, con honestidad, ética, valor y otros similares. Todo lo que acabo de señalar, si deseamos expresarlo claro y en una sola palabra, es: MADUREZ Psicológica. Especialmente explicitada en las etapas de la personalidad que denomina, “Darse Cuenta”, y más claro aún, en la llamada, “Consciente”. Ver “Ego Development” Jane Loevinger y otros, 1976,1987 Jossey-Bass Publishers. San Francisco.

Para ir más directo, y conocer las diferentes etapas del “Desarrollo de la Madurez Psicológica” o también, “Desarrollo de la Personalidad Humana”, sugiero consultar algunos post anteriormente publicados en este blog, “Innovar la Gestión”.

Lo señalado relativo a la elevada madurez psicológica, nos da una idea clara de porqué es tan difícil llegar a acuerdos reales, validos, que se respeten en el tiempo. Es indispensable, para que dé resultados positivos, que las partes “enfrentadas” posean realmente elevada madurez psicológica; que hayan alcanzado como mínimo la Etapa de desarrollo “Consciente” o al menos la de “Darse cuenta” (Loevinger). Algo que, aparentemente, es difícil de encontrar de manera abundante en la mayoría de las personas y claramente en políticos y dirigentes.

Al observar y evaluar los comportamientos habituales de nuestros políticos y otros dirigentes, podemos claramente comprobar, que utilizan y aplican de manera habitual, estilos y pautas de comportamientos y conductas pertenecientes a estadios inferiores de la madurez humana.

Actúan dentro de los calificados como Oportunista-Autodefensivo y como Conformistas. Esta baja madurez es la que predomina, y la que los empuja y lleva a aplicar las opciones: Gane-Pierde y Pierde-Gane. Debido a que ningún contendiente quiere perder, se produce frecuentemente entre ellos, independientemente de cada uno, una lucha que no pueden controlar, que los conduce casi inevitablemente a la larga, al Pierde-Pierde. La “ceguera”, la “exasperación” lleva a ambos contrincantes a perder.

Lo que suele ocurrir es que el objetivo, que en principio podría ser “ganar al otro” de manera sana, sin dañar al oponente, superándolo al hacerlo de forma superior, mejor, durante el proceso de "sana competencia", la finalidad suele ir cambiando, transformándose como meta, en “ganar al otro”. hundirlo como sea”. Nadie quiere perder, al variarse el objetivo, todos terminan mal.

Dicho con mayor ajuste a la realidad de España, el país, los ciudadanos, somos los que verdaderamente salimos perdiendo y, lo más increíble de todo esto es que: a) Somos quienes elegimos a políticos y dirigentes. b) Los convertimos en personas con poder para decidir y actuar. c) Les pagamos unos sueldos excelentes, dentro de los parámetros del país. Y todo eso para que no se hablen, no cooperen por el bien del país, entorpezcan el avance de España, y para que ni siquiera, en una situación grave como la actual, estén en lo más mínimo dispuestos a colaborar entre sí para tener mayor fuerza y hacerlo mejor. Parece que los ciudadanos, somos realmente una partida de tontos.

Los comportamientos que he mencionado como inmaduros, de tipo oportunista, abusivo, engañoso, manipulador, irrespetuoso de normas y acuerdos, mentiroso, etc. es desgraciadamente, de lo más común; al menos, en el mundo de la política. Da realmente asco ver a nuestros políticos, todas las semanas dentro del Parlamento, mintiendo, insultándose, agrediéndose verbalmente, unos contra otros de manera vergonzante. Siendo bastante suave en mí valoración. Nada o casi nada positivo, constructivo. “Es lo que tenemos”.

Resulta vergonzosa también, la manipulación y adulación que les dan a diario, una serie de programas de radio, prensa y televisión, en los que realimentan y amplían las mentiras, engaños, comentarios personales y los defienden de cualquier cosa que hagan, por inverosímil que pueda resultar para los ciudadanos. Algunos lo hacen realmente de manera muy descarada.

Es fácil saber, adivinar lo que van a plantear después de ciertos comentarios en pro y/o en contra. Dependiendo de quién les paga, y de la ideología que tengan. Resulta bastante aburrido. Casi todo lo nacional, poco constructivo. La mayoría de los contenidos gira alrededor de patrañas, falsedades, habladurías, intrigas, calumnias, insidias, embrollos. Una vergüenza. ¡¡¡Ufff!!! Somos un país que por esta vía deja mucho que desear. Claro, sin duda, hay notables excepciones.

Con cierta frecuencia, impresiona la “basura putrefacta” que sale de la boca de algunos locutores responsables de programas. No se los percibe justos, sino excesivamente parcializados, hostiles, según los personajes de los que despotrican o de aquellos a los que adulan.

Además de todo lo ya señalado considero, como mero ciudadano de a pie, que nuestro Estado, está conformado por una excesiva cantidad de políticos y sus enchufados. Todos, en general, muy bien remunerados. Especialmente si lo vemos en relación con sus aportes y resultados beneficiosos para el país. Su rendimiento es muy bajo. Una gran mayoría, dedica su tiempo, imaginación y creatividad, básicamente, a pensar como ganar y hundir al opositor. Y ahí se les va todo su esfuerzo innovador.

Finalmente, se lucen cada semana en el Parlamento lanzando: injurias, mentiras, agresiones verbales etc., en lugar de trabajar cooperando y haciendo lo que está en sus manos para crear, construir, mejorar. Esos recursos creativos los aplican para competir, luchar y vencer a un gobierno, que no es perfecto, que no es el mejor, pero al compararlo con los anteriores no queda tan mal parado como lo pretende hacer ver la oposición.

De nuevo un Gane-Pierde, que termina en pierde-pierde. Y esa es una parte esencial de nuestro país, España, que engloba a los sufridos ciudadanos que aún no han podido recuperarse de la “crisis-austericidio del 2008-9”, a la que ahora le ha caído la terrible “Pandemia del coronavirus-19”, que, para remate, está provocando un complejo y difícil futuro. Y los políticos inmaduros mientras tanto, como niños haciendo juegos de guerra en el Parlamento.

Los ciudadanos, aunque somos los que verdaderamente tenemos el poder para corregir la situación de desastre político señalada, como somos individuos decentes, crédulos, y antes de gobernar todos prometen maravillas, no hemos sido capaces de discernir cómo dar con los más adecuados, con los mejores. Y si lo hemos logrado, los miles de interferencias, zancadillas, trampas, que la oposición aplica hábilmente, han impedido hacer las cosas buenas que el país necesita.

¿Qué gana el PP de Casado no apoyando los presupuestos…? Paralizar más que el covid al país. ¿Qué gana no permitiendo el cambio de autoridades y personas del poder judicial? Poder y obstaculizar la marcha de la justicia. Asi podría dar unos diez casos más. Todo dominado por el Pierde-Pierde. “Si nosotros no ganamos, ellos tampoco”. Y todos felices. ¿A qué coste?  ¡Ojo, Alerta! Claro, es bueno saber que esto pasa en muchos lugares, pero no nos sirve para nada.

 

En una entrevista reciente hecha al joven y extraordinario director de orquesta, Gustavo Dudamel, publicada en el diario El País (20-9-2020) entre muchas otras cosas, afirmaba refiriéndose a EEUU, donde reside:” Todo es tan político que cansa a veces. Ya no es el día a día ¡Es el minuto a minuto! Todo es motivo de división, y eso genera temor a hablar con alguien que no comparta tus ideas. No entiendo por qué los políticos en vez de trabajar por la armonía, echan más leña al fuego. Creo que les es más rentable”.

Y sin la menor duda él, es de los que más sabe y comprende los grandes beneficios de toda índole que aporta la armonía, que para conseguirla es indispensable que cada componente esté pendiente de los demás,que escuche, colabore y que aporte sus conocimientos y virtuosismo para construir una obra que resulte excelente, perfecta. Y casi siempre lo logran, cuando cuentan con un excelente director. Uno de los mejores y más exquisitos ejemplos de comportamientos gane –gane es, una orquesta sinfónica actuando ante el público.

En eso de conseguir un excelente resultado, nuestros políticos, no se parecen en nada.                  

http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion