El amplio y complejo análisis
descrito en el anterior post, cuando se realiza como parte del proceso de
elaborar un excelente Plan Maestro,
produce una gran cantidad de información acerca del futuro que se puede prever,
en relación con los diferentes entornos o ámbitos objeto del mismo.
De dicha exploración, se podrían
derivar, en el caso que nos ocupa, unas cien
o más oportunidades sobre las que basarse para construir un cambio
importante, innovador, y bien cimentado, que realmente beneficie a los
ciudadanos y en consecuencia, a la sociedad.
Con esa información clara y
en mente, es necesario continuar con las siguientes actividades que deben
conformar un Plan Maestro. Se tiene
ahora, más claro por donde transitar y la conveniencia de aprovechar la mayor
parte de esas oportunidades identificadas para lograr, poco a poco, su
transformación en fortalezas, mejoras para la sociedad, y para los ciudadanos.
Se está, realizado un
concienzudo análisis del panorama que se ha “visualizado”, en mejores
condiciones para enfocarse en imaginar y vislumbrar el futuro que se
quiere desarrollar y alcanzar. Para
ese fin, toca ahora definir y determinar
claramente, lo que se pretende que sea, “El aporte de Valor para los ciudadanos”. Algo que deje claro, qué se
desea para ellos como respuesta a la situación actual y, sobre la base de lo
que han venido manifestando como necesidades y deseos de futuro, que se derivan
de la realización de las actividades anteriores, y en especial del “Análisis de la situación actual”.
Procediendo tal como lo
estamos señalando, el proceso de
elaboración del Plan Maestro, va quedando perfectamente alineado y
concatenado. Lo mencionado como “aporte de valor”, lo percibo como algo
que tiene que explicitarse de forma clara y concreta en las diferentes partes que conformarán la esencia del proceso de cambio,
innovación y mejora. Concretado en el desarrollo de la: Filosofía como País. La que regirá y
seguirá “el sistema país” hacia el futuro.
La vemos como la clara determinación
de: Pautas, ideales, propósitos y valores
más elevados y fundamentales, que estipularán y diferenciarán una sociedad u
organización de todas las demás. Depende siempre del ámbito de acción que
se está planificando y que se va a impactar. Lamentablemente, en el 99,5% de
las veces se hace para transformar en más efectivas y competitivas a empresas.
Afrontarlo, tal como vengo
planteando para transformar y mejorar un país, es totalmente inusual. Aunque
puede existir algún caso que desconozco.
En el ámbito empresarial con
frecuencia, no se otorga a la determinación de la filosofía de empresa la
importancia e impacto que realmente tiene como brújula y guía del camino hacia el futuro. Sin embargo, es bueno
saber que la mayor parte de las empresas mundiales que alcanzan gran éxito, y que
además han superado, por lo general 70 y más años de vida, siempre han tenido
muy clara su filosofía empresarial.
Dan mucho valor y prestan
mucha atención al proceso de transmisión a su personal, por haber comprobado al
hacerlo, como se incrementa su identificación y compromiso con la empresa. Lo
hacen también con la sociedad donde surgen y crecen, y en todos los países y
sociedades donde tienen presencia relevante. Lógicamente, algunas han
modificado con el tiempo sus filosofías originales para intentar adecuarse
mejor a los tiempos.
Personalmente, dada mi positiva
experiencia con organizaciones con las que tuve oportunidad de trabajar estos
elementos, le asigno gran importancia y
utilidad como guía, motivador, aglutinador y generador de identidad y compromiso,
para quienes dedican buena parte de su
vida a trabajar y contribuir al éxito de las organizaciones donde laboran,
aprenden, y se desarrollan profesionalmente.
En el caso que nos ocupa,
considero que tener claramente determinada la Filosofía como País, es algo esencial, vital, por la claridad que
aporta y por el compromiso que puede generar. Si se me preguntara
cual es la filosofía y cultura del país, sería para mi imposible precisarla. Es
una mezcla confusa de ideales, valores, costrumbres y deseos muy dispares, y en cualquier caso en años recientes, muy mal gestionados y bastante manipulados.
FILOSOFÍA DE PAIS
Siguiendo la línea señalada, haré un intento por definir los diferentes componentes de la
filosofía de futuro para nuestro país, dentro del proceso de cambio y
mejora que he venido proponiendo y al que he denominado “Ideología y Cultura Socialindi”.
Empezaré por definir lo que pienso deberían ser la Misión
y la Visión de un país como el nuestro dentro del enfoque que he venido
señalando.
Misión
/ Razón de Ser del País Ideología
y Cultura de la Sociedad. (Socialindi)
“Contribuir
a construir una sociedad que estimule el desarrollo integral, el bienestar y que
promueva la felicidad de los ciudadanos. Crear las condiciones para que, a lo
largo de su vida, los ciudadanos sean: Libres, íntegros, psicológicamente
maduros y que puedan desarrollar sus capacidades
y potencialidades para alcanzar la felicidad”.
Entendemos
por Desarrollo
Integral, el que en la sociedad los individuos puedan alcanzar: Un excelente nivel de desarrollo psicológico,
emocional, cognoscitivo, físico y profesional. Que se les facilite
desarrollar al máximo toda su potencialidad como individuo y como persona.
Bienestar, entendido como: Prosperidad, trabajo,
dicha, satisfacción, tranquilidad, paz, seguridad, obtenidos de manera natural
gracias a las cualidades de país.
Felicidad, vista en su sentido más
amplio y general, lo que incluye: Bienestar, salud, auge, fortuna, alegría y
otras más, en la misma línea.
Visión 2030
Vista como definición del
futuro que deseamos haber alcanzado para el año 2030. Durante los venideros quince años. Proponemos
la siguiente, alineada con la Misión:
“Vivir en una
sociedad que realmente brinde a sus ciudadanos oportunidades para ser felices
al ser una sociedad más democrática, justa, igualitaria, integra, transparente,
donde se estimule y aproveche el talento de las personas, la superación,
libertad y la cooperación, sin que ello dependa para nada del estrato social
del que se proviene”.
Nuestro planteamiento es, que para el año 2030 hayamos podido llevar a cabo en el país, los
cambios y las mejoras necesarias para que esta Visión, alineada con la
Misión, sea realidad.
Ese, será el momento para definir una nueva visión, siempre alineada con la Misión, para otros quince
o veinte años, y con el objetivo de tener claro, a donde se quiere ir como país,
como sociedad, como cultura, y determinar
las prioridades y recursos, de toda índole, necesarios para lograrlo.
No queremos para nada, que sea como sucede en la
actualidad, donde la mayor parte de las veces las decisiones y recursos
existentes se utilizan, mayormente, para satisfacer el orgullo y caprichos de
los máximos dirigentes de turno y de sus “famosos
amiguetes”. O peor, que dependan de la exigencia de fuerzas exteriores, tal
como nos ocurre hoy, ignorándose la realidad, necesidades y deseos de los
ciudadanos.
En esta Europa aún destartalada, por haberse enfocado solamente como unidad económico financiera, y no política, ni filosoficamente unida por valores y pricipios comúnes. Es por ello necesario reconstruirla sobre bases
realmente democráticas. Se necesita un Plan Maestro de Europa.