A la anterior entrega del Blog, la titulé intencionalmente: Lectura obligatoria para verdaderos líderes de empresa. Con ello, pretendí dar una llamada de alerta urgente a una gran mayoría de directivos de todo tipo de empresas que, fundamentalmente viven enfocados en el corto plazo, en las ganancias inmediatas, y en el éxito efímero; en lugar de tener una visión clara del futuro por acontecer a más largo plazo, y con base en ello, de las posibilidades que podrían surgir, y así poder conseguir mayores éxitos para las empresas que dirigen o lideran.
Aclaro que no soy yo quien propugna hacerlo. Tal y como lo señalé en muchas otras de las entregas del blog. Lo que hago es, especificarlo y destacarlo basándome en experiencias personales de trabajo y, de acuerdo con lo estudiado y dicho por algunos de los más importantes expertos y conocedores mundiales de estos temas.
Es verdad que el corto plazo y los éxitos en el día a día, son importantes y motivan al personal, pero la buena dirección, el verdadero liderazgo, y la permanencia de la empresa en su tránsito hacia el futuro, algo continuamente cambiante, requiere disponer de una Visión Compartida que sea clara para todos los miembros de la empresa.
Hoy día, y cada vez más hacia el futuro, resulta indispensable estar continuamente evolucionando, mejorando, cambiando. Para ello y para poder mantener un mínimo control, se hace indispensable tener muy clara una visión acerca de hacia dónde se quiere ir y cómo hacerlo. Es entonces cuando se necesita tener un plan de cómo: crear, desarrollar, mantener productiva, rentable y útil para la sociedad y para la comunidad, a la empresa u organización, por sus valiosos aportes en la actualidad y los que estará en capacidad de hacer en el futuro.
Ello, depende más que nada de ser capaces de determinar una buena visión de largo plazo, y de desarrollar y mantener en el tiempo, con los ajustes necesarios, las estrategias que guíen las diversas acciones y actuaciones, conscientes de los continuos cambios que suceden en el tiempo y en los diferentes entornos, donde funciona la empresa. De esta forma, estará en condiciones de ir cambiando, mejorando y adaptándose eficazmente a las nuevas demandas y necesidades que van surgiendo continuamente.
Lo dicho refleja una realidad que se maximiza debido a los complicados y cambiantes reajustes geopolíticos actuales en el mundo, donde se habla, nada más y nada menos en varios países y continentes, de un nuevo orden mundial y de des-globalización. Es vital reflexionar sobre todo lo que eso implica. En un mar tan agitado es esencial, tener muy claro hacia dónde se va, y cómo hacerlo lo mejor posible. Teniendo el rumbo muy claro.
Ante esta nueva realidad, de qué manera ayuda a las empresas tener su Visión clara y una buena Estrategia para realizarla
VISIÓN
La Visión es una declaración clara y concisa que establece la dirección futura deseada de una empresa. Es una imagen mental del futuro que la organización desea crear y transitar. Se trata principalmente de una declaración que describe, cómo la empresa quiere ser vista por el mundo.
La Visión sirve como fuente de inspiración, motivación y como elemento unificador y de identificación con la empresa, para los empleados. Al mismo tiempo establece un enfoque a largo plazo para la toma de decisiones estratégicas de futuro.
No es una declaración vacía, debe ser algo que se aspire a lograr. Una Visión efectiva debe ser: inspiradora, desafiante y creíble. Debe ser algo que inspire a los empleados a trabajar juntos para lograr algo más grande que ellos mismos. Y debe ser, lo suficientemente ambiciosa para motivar a los individuos, y como empresa, para lograr resultados sobresalientes.
También debe ser clara, concisa y fácil de entender, que se pueda memorizar y repetir fácilmente por todos los empleados. Además, la Visión, debe estar alineada con los valores y principios fundamentales de la empresa, ya que estos valores son la base sobre la que se construye la cultura y la estrategia empresarial.
ESTRATEGIA
Una excelente estrategia es crucial para el éxito de las empresas. La estrategia es el plan maestro que establece cómo la empresa logrará su Visión. El proceso de concebir y desarrollar una estrategia a seguir es, en sí mismo, un proceso esencial orientado a crear una visión común de futuro.
La estrategia debe establecer objetivos claros y alcanzables, identificar los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos, y definir un plan de acción detallado para alcanzarlos. De ahí, se derivarán perfectamente alineados, los Planes de Acción de cada área y/o departamento. Se alinea de esta forma a todos con la Visión y la Estrategia.
Existen excelentes herramientas, hoy día, para llevar a cabo la Visión, discriminada en objetivos alineados en toda la empresa. Los resultados que se han logrado con esta forma de trabajar y gestionar, suelen ser magníficos.
La estrategia debe estar en constante evolución para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y a las necesidades de la empresa. Esto requiere un enfoque sistemático y una evaluación continua del rendimiento y de la efectividad de la estrategia actual que deberá ser cada cierto tiempo evaluada y ajustada.
Una buena estrategia debe ser realista y estar basada en un análisis exhaustivo del mercado, la competencia, los recursos internos de la empresa y otros sistemas de apoyo. También, ser específica y centrada en los objetivos clave que se necesitan alcanzar para cumplir la Visión de la empresa.
Además, una excelente estrategia debe tener en cuenta el entorno o diferentes entornos en los que opera la empresa. Esto incluye no solo el mercado y la competencia, sino también los cambios políticos, económicos y tecnológicos que puedan afectar su avance hacia el futuro. La estrategia debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a estos cambios y aprovechar las oportunidades que en diferentes momentos, siempre van a surgir.
Una estrategia para poder ser considerada buena, tiene que ser comunicada, compartida y conseguirse, al máximo posible, el compromiso de todos. Debe ser clara y fácil de entender para que todos los miembros sepan qué se espera de ellos y cómo sus esfuerzos contribuyen a la Visión, al cumplimiento de los objetivos y al logro eficaz de los resultados esperados.
Finalmente, la estrategia debe ser una herramienta para la toma de decisiones en todos los niveles de la organización. Debe ser un marco de referencia que guíe las decisiones diarias, y desde luego, las decisiones e inversiones que deberán realizarse en el largo plazo. Esto ayuda a garantizar que todas las decisiones se alineen con la Visión y los objetivos clave que la empresa busca alcanzar y hasta superar.
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