POR QUÉ UN PLAN MAESTRO
En la última
entrega, intenté realizar un compendio de varias de las situaciones inapropiadas
que han venido deteriorando a nuestro país. Me propongo en futuras entregas
hacer aportes que, desde mi punto de vista y conocimientos, puedan representar
contribuciones positivas de cambio, mejora e innovación hacia el futuro.
En los últimos
veinte post que preceden, en algunos momentos, he señalado ya, algunos de esos aportes. El
objetivo que persigo es contribuir a convertir los futuros post, en
contribuciones positivas que al llevarse a la práctica contribuyan a un cambio
y mejora esenciales.
Visualizar y construir
un futuro que verdaderamente difiera del
presente que tenemos hoy requiere, al menos desde mi punto de vista, de una clara
y poderosa Visión, y de un buen Plan. Mi experiencia con procesos de cambio y mejora planificados,
ha producido en la mayor parte de las organizaciones donde se llevaron a cabo,
cambios, innovaciones y mejoras muy importantes, en las que colaboraron con
frecuencia, cientos de personas. Algo que he tenido la oportunidad de vivir y
comprobar en diferentes tipos de organizaciones, culturas y más específicamente,
en grandes empresas.
Los buenos resultados
alcanzados, me llevan a plantear, siguiendo los mismos parámetros, el cambio y la
posible mejora para nuestra sociedad. A fin de cuentas se trata, igualmente, de
un sistema grande y diverso, pero al
final, un sistema específico. Para
ello es indispensable diseñar, desarrollar
e implantar: un Plan Maestro. Plan,
que nos permitirá en muchos aspectos al ser implantado, seguir ciertas pautas y
alcanzar resultados planificados concretos. No es fácil, pero si, perfectamente
posible. Máxime, si se desea mejorar lo que tenemos hoy.
Al intentar
incorporar posibles ideas para cambiar y mejorar nuestra realidad en algunos de
sus parámetros fundamentales, he ido llegando al punto de visualizar y sugerir
otra realidad posible de construirse. Dentro de una visión personal, por tanto
muy limitada he venido, en pasados post, sugiriendo algunos elementos de esa
otra realidad factible a la que denominé y describí como “Ideología y Cultura Socialindi”. La
misma, busca plantear e incorporar en la sociedad, mejoras que realmente beneficien a todos los
ciudadanos. Desde mi punto de vista personal, la sociedad debe existir
para eso.
Dentro de esta
posible utopía y con objeto de construirla, he venido señalando, por
los momentos y como componentes y avances del Plan, tres grandes acciones que considero factibles, dirigidas a ir mejorando
la situación, y conseguir al mismo
tiempo, la creación, toma de conciencia y desarrollo, de la necesaria masa crítica de apoyo
al cambio y las mejoras. Hoy aportaré una cuarta acción, también fundamental.
1ª Como primera acción.- Definí como considero que debe ser y cómo debe funcionar
esa Ideología y su correspondiente Cultura a desarrollar en el tiempo. En
esa dirección precisé una serie de: valores, principios y comportamientos
deseables, requeridos dentro de una sociedad que pretenda ser
significativamente mejor y muy diferente, de aquella con la que contamos hoy.
Es lo que poco a poco va dando forma a la cultura.
Definida clara y brevemente se refiere a: “cómo se hacen las cosas aquí”. Que es
siempre diferente de cómo se hacen en otras culturas. (Ver post Abril 6).
2ª Como segunda acción: Señalé, la necesidad de llevar a cabo un “Proceso
de Formación y Desarrollo, para Padres y Progenitores”. Ello, con la idea
de facilitar cambios en éstos, por ser un componente fundamental para inducir el cambio y la mejora,
mediante las formas de interacción que adoptan a la hora de educar
y conformar la personalidad de sus hijos; futuros ciudadanos de esa
sociedad nueva, diferente, más abierta, justa y transparente.
Durante el citado
Proceso, aprenderán además de otros componentes esenciales, a utilizar de
manera apropiada, coherente y consistentemente los cinco Instrumentos Psicológicos para Influir en Otros; con la finalidad
de que realmente contribuyan, a que se pueda alcanzar el futuro mejor que se
desea y espera. (Ver post de 22-1; 31-1; 9-2; 18-2; 24-2; 5-3; 16-3 y
25-3-2015).
3ª Como tercera acción: He planteado la imperiosa
necesidad de influir e introducir cambios fundamentales en el Sistema Educativo. No necesariamente en
la Ley. Por una parte, mediante la realización de un “Proceso de innovación,
actualización y desarrollo de competencias docentes”. El mismo estará dirigido
a todos aquellos que enseñan en los diferentes ámbitos educativos del país. Desde maestros de infantil y primaria, hasta
la educación universitaria y la formación profesional. Todo ello, con la
idea de crear y disponer de la amplia y poderosa “masa crítica de cambio”
conformada por maestros, profesores y alumnos. Todos, guiados por los valores, principios y comportamientos ya señalados.
(Post de Abril 6).
La idea es, que además
durante el proceso aprendan a aplicar muy bien los instrumentos psicológicos
para influir en el comportamiento de otros. Claves para poder realizar lo
mejor posible, el complejo, pero factible cambio que se requiere.
Dentro de esta
misma acción y entorno, he señalado, que es necesario, me atrevo a más, indispensable, enseñarles dentro de lo
que es el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje, cómo utilizar y aplicar
eficazmente métodos activos, participativos, vivenciales, dados
los extraordinarios beneficios y resultados que se ha comprobado que aportan,
con el objeto de obtener un mayor y mejor aprendizaje. (Ver post de 26-5; 8-6; 18-6; 1-7-2015).
4ª La cuarta acción: Pretende integrar las
tres grandes acciones enumeradas. Las mismas, conforman una parte de lo que es
necesario realizar. Esa cuarta acción primordial para llevar adelante el proceso
de cambio e innovación es, la de contar
con un Plan, en el que se determinen con precisión objetivos a conseguirse
en el largo, medio y corto plazos. De
esta forma se garantiza claridad en el “camino” por donde fluirán los cambios y
las mejoras deseadas. En el caso que nos ocupa, lo he denominado: “PLAN MAESTRO DE CAMBIO, INNOVACIÓN Y DESARROLLO
SOCIAL-SOCIALINDI”.
Como todo macro-plan
y para que sea de utilidad, lo que se planifique tiene que poder ser ejecutado,
realizado. “Los planes no sirven para
nada si no se implantan adecuadamente en el tiempo”. Las ventajas de tener
buenos planes, bien elaborados, en los que haya participado, al menos, el
equipo que será posteriormente responsable de que se lleve a cabo de manera
exitosa, es un componente central para alcanzar el compromiso y el éxito en la
ejecución.
En un plan maestro lo que se determina
principalmente es: Qué se desea lograr.
Conviene quizás, incluir algunos cómo, pero más que nada desde un punto de
vista filosófico, de valores y principios muy general, sin entrar realmente en:
Cómo, quién, para cuándo, con qué recursos y otros. Éstos elementos, corresponden
a lo que se conoce como: “Plan Operativo de Acción, Ejecución y
Control de Gestión”.
Como nuestro plan maestro va dirigido a construir
una sociedad mejor donde el centro de todo sea el ciudadano, su desarrollo, su éxito
y su felicidad, tenemos que enfocarnos en qué y cómo vamos a hacer, ejecutar y
realizar de manera fluida y siempre, con una clara visión de futuro deseada, puesta en el medio y largo plazos.
EL PLAN MAESTRO
Una de las
primeras actividades de todo buen plan debe ser: tener claro desde dónde se
está partiendo. Un análisis y evaluación de la “Situación Actual”. En
nuestro caso he pretendido hacerla a lo largo de los últimos 21 post, con la
finalidad de poder justificar por qué hablo de la imperiosa necesidad de
cambiar nuestra sociedad actual.
Posteriormente y
a lo largo del desarrollo del plan, es necesario ir determinando con precisión a dónde se quiere llegar. Algo así como,
“realizar la Visión de Futuro deseada”. El
resto de los componentes del plan irán, a partir de ahí, en esa dirección;
contribuyendo a determinar la infraestructura de planificación y las acciones
fundamentales para lograrlo.
Realmente, todo
el proceso de conceptualización, elaboración y posterior implantación del Plan Maestro, es en sí, un proceso de visión de futuro.
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