Me
resulta extraño y poco coherente en momentos trágicos como el actual provocado
por la epidemia del coronavirus, escribir uno de los artículos
habituales del blog, que siempre ha estado enfocado dentro del ámbito de las
empresas y otros tipos de organizaciones en cuanto a: qué y cómo hacer para mejorarlas y gestionarlas mejor.
Lamento,
dado lo que ha sido mi experiencia de trabajo, aún a pesar de haber trabajado
con organizaciones que contaban con más de 18, 000 empleados, no poder aportar
nada concreto para gestionar mejor la compleja situación actual. Aunque el
fenómeno del coronavirus, requiere de una amplia y coherente gestión y
manejo. De ahí, que requiera de la adecuada aplicación de una serie de
conocimientos, métodos, instrumentos de gerencia y gestión, que sirvan en
general, para ser utilizados en cualquier situación.
La forma
rápida de aparición, presentación y propagación, aunado al desconocimiento de
las características del virus, en muchos aspectos desconocidas, ha hecho que la
gestión de la epidemia haya sido en muchas formas, errática. Algo que es muy
raro que ocurra en empresas, las que suelen tener previsiones acerca de qué y
cómo hacer. Lo señalado, más los componentes de lo sorpresivo y complejo del
fenómeno, encontró a todos sin saber bien cómo atacarlo.
Por otra
parte, sin duda, muchos de los problemas se han producido debido a las mermas
de personal, equipos, instalaciones y otros, llevadas a cabo desde hace unos 10
años por los recortes en la Sanidad
Publica, donde los dos gobiernos anteriores, en especial el del PP con
Rajoy a la cabeza, en apoyo de una sanidad privada. Menos personal de
toda índole, menos camas, menos dotación de equipos y otros; manifestaciones
continuas y marchas de protesta. Todo ello derivó sin duda, en deterioro del Sistema. A pesar de los cortes y
recortes, considero que tenemos la mejor Sanidad Pública del mundo. Muchos
países lo valoran así.
Tal como
señalaba al inicio, percibo que el fenómeno me supera totalmente. Sin embargo,
estoy consciente de que, de la lectura de este post, se puede obtener algún
tipo de orientación en lo que se refiere a componentes de qué hacer y cómo, ante situaciones de máxima gravedad como la que
vive el mundo actualmente.
Se trata de
una situación tan compleja y novedosa que requiere del mejor manejo posible de
teorías, prácticas y modelos de gestión que se hayan probado altamente
efectivos. Por lo mencionado, vuelvo a la idea que he venido desarrollando en
las últimas entregas, bajo el título: Mejorando…
MEJORANDO LA CAPACITACIÓN
Acorde con
el título, me referiré a conocimientos y experiencias que puedo aportar. Espero
que resulten de utilidad para enfrentar el complejo futuro, que todas las
organizaciones deberán confrontar con urgencia, una vez superada esta grave
crisis, y como todas, que abrirá una amplia serie de oportunidades y
posibilidades de mejora y superación a futuro, para empresas y todo tipo de
organizaciones. Así espero y deseo que sea. Por ello, ¡a prepararse!
Cuando
hablamos del ámbito de la capacitación,
entrenamiento, formación y desarrollo de personal directivo, responsable del
progreso y del éxito de las empresas, se manifiesta con claridad la
necesidad de incorporar en esas actividades dos tipos de ingredientes dentro
del proceso de Enseñanza-Aprendizaje.
Unos de
estos componentes los percibimos de índole
conceptual. Caben aquí: teorías,
modelos, conceptos, ideas, marcos de referencia y otros similares,
enfocados esencialmente en ¡qué es lo
que se debe hacer! Con el objetivo de facilitar la comprensión,
entendimiento de lo que se busca transmitir.
Al mismo
tiempo, tomamos conciencia de que es clave también, aplicar dentro del proceso enseñanza-aprendizaje
componentes de índole conductual, activa,
motora, que facilitan el
descubrimiento y el desarrollo de: habilidades, nuevas destrezas, de prácticas
novedosas, nuevos hábitos, herramientas y otros instrumentos que,
mediante: ejercicios, simulaciones, juegos, actuaciones (role-play) y diversos
artilugios creativos, facilitan enfocarse en ¡cómo hacerlo bien, de
manera superior, con éxito, y de forma práctica, activa, útil!
Toda
actividad de entrenamiento y capacitación tiene como fin último, “lograr que las personas actúen y se
comporten de una manera diferente, distinta, diversa, superior, al compararlo
con cómo lo han venido haciendo habitualmente ante situaciones
desconocidas”. Pero esta finalidad
tiene una limitación importante. Se trata de que el entrenamiento conceptual no
garantiza cambios en la forma de actuar, de hacer, de comportarse. Si facilita
una mejor comprensión y visión de la situación general.
Debido a
esta toma de conciencia ocurrida en la década de finales de los años 60, en lo
referido a entrenamiento, capacitación y formación. Desde ahí, se han
desarrollado y promovido diversos sistemas, metodologías, enfoques didácticos,
programas y otros de enseñanza-aprendizaje, encaminados al desarrollo de
comportamientos, prácticas, habilidades y destrezas nuevas; donde además de lo
práctico y empírico se incorporan, para facilitar la comprensión y
conceptualización, teorías, modelos y similares. Se transforma así, en un
poderoso sistema de enseñanza aprendizaje.
Mi primer
contacto con este tipo de metodología ocurrió en 1969, muy poco tiempo después
de surgir. Entré en contacto, al participar en programas de entrenamiento y
capacitación de “Especialistas en
Desarrollo Organizacional: OD Specialist”, realizados por el Nacional
Training Laboratories for Behavioral Science (NTL Institute, USA).
Simplificando
el proceso metodológico, lo experimentamos y conocimos al presentárnoslo de
manera muy simple como: HACER / VER-ANALIZAR / APRENDER.
Hacer algo, simulaciones, juegos,
ejercicios, otros. Ver, revisar, analizar, explorar que hicimos, como lo
realizamos y porqué así. Fruto del análisis de la experiencia práctica vivida, extraer
aprendizajes diversos de las vivencias tenidas, experimentadas. Reconocidas
desde el punto de vista emocional, conceptual, cognoscitivo, motor, activo,
debido a nuestra actuación y la del grupo.
Se trata de una experiencia
completa, rica, real; aunque se tome como base un hecho, o situación simulada.
La misma, se volvía inolvidable por mucho tiempo. Permanece en el recuerdo
debido a que ha sido “una vivencia real”.
En
la década de los 80, el investigador David Kolb hizo un estudio amplio del
proceso, desarrollo y enriqueció el modelo.
Con base en
lo descrito y señalado, mi recomendación para: facilitadores, maestros,
profesores, gerentes, líderes y todo aquel que realice formación y/o docencia
en general, es de que apliquen este enfoque
metodológico práctico-conceptual. El mismo es tan potente, fácil de aplicar
y práctico, que se puede utilizar desde educación primaria hasta la
universitaria y especialmente para Formación Profesional (FP). Inclusive, es
muy recomendable para utilizar en postgrados. Lo he hecho con gran éxito y
eficacia.
Es al mismo
tiempo de gran utilidad para realizar programas de entrenamiento y capacitación
de personas adultas, y esencialmente, dentro del ámbito de la formación
gerencial. Esto permitirá que gerentes, supervisores, y otros niveles de mando
y control, desarrollen capacidades que usualmente poseen en estado latente,
pero que por desconocimiento y/o falta de práctica, no las han descubierto, o
peor, debido a lo señalado, no se atreven a aplicarlas.
Personalmente,
desde 1970 he utilizado esta metodología para realizar más de mil cursos y talleres
que he impartido, principalmente a personas líderes y/o directivos de empresas,
y a profesores de universidades; siempre con muy buena aceptación, excelentes
resultados y valoraciones, de esta enriquecedora metodología.
Con
la metodología vivencial descrita se está forzosamente: Mental, emocional y físicamente, participando activamente en el proceso de
aprender. Debido a ello, el aprendizaje es superior, más rico,
profundo, amplio, ameno y duradero. Debido a se trata de algo que has vivido,
experimentado, practicado y eso no se olvida fácilmente.
Es,
además, una forma de aprender que permite el aprendizaje continuo. Los
humanos estamos, de manera permanente haciendo cosas, teniendo vivencias, si
aplicamos la metodología, podemos extraer aprendizajes continuamente, de
cualquier actividad; algo clave hoy y más hacia el futuro inmediato. Es algo
que, sin duda, se está haciendo para aprender todos los días en relación a cómo
hacer mejor en cada caso, y de esa manera superar al coronavirus. Ojalá haya
suerte.
Continúa con la venidera entrega de post.
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