Descrita
y analizada en las dos últimas entregas, la personalidad IV CONSCIENTE, continúo
con descripciones de características y comportamientos que corresponden a las personas
que alcanzan el más elevado desarrollo de su YO, según el modelo de Jane Loevinger.
En
la última entrega hice un aporte personal, al relacionar rasgos
correspondientes a la personalidad Consciente,
madura, con los de los llamados líderes
Excepcionales, aquellos comportamientos y características que determinan la diferencia entre excepcionales y los
que son meramente regulares y buenos. A través de ese análisis espero haber
mostrado con claridad, que los grandes líderes,
los excepcionales, que representan
apenas el 10% superior, son personas
maduras sicológicamente. Y esto es verdaderamente importante debido a que es lo
que les aporta el nivel de desarrollo necesario para ser y comportarse como líderes superiores, excepcionales.
Jamás encontraremos un líder excepcional con un nivel de desarrollo de su
personalidad de: 2-2/3-3, esto es, con personalidad
Oportunista; en transición de Oportunista a Conformista, o Conformista. En
estos casos se trata de personas que no disponen aún, del bagaje de madurez necesario
para ser grandes líderes.
Insisto
en esto, porque a continuación, al señalar y describir los comportamientos y
características de personalidades aún más maduras, plantearé el hecho de que: ser
muy maduras sicológicamente, con todo lo positivo que representa, suelen ser
personas que: a) no encajan bien con el común de las personas; b) ni en las
culturas usuales de las empresas; c) ni en general, aunque sea realizando
actividades de liderazgo. Para que se comprenda mejor la anterior aseveración
veamos la descripción correspondiente a personas con un nivel de desarrollo IV/V nivel INDIVIDUALISTA: Transición de
Consciente a Autónomo.
4 / 5. NIVEL INDIVIDUALISTA, TRANSICION DE CONSCIENTE A AUTÓNOMO
- Sentimiento creciente hacia la individualidad
- Búsqueda de independencia a todo nivel: Física, Económica, Emocional
- Mayor tolerancia para sí mismo y hacia los demás.
- Relaciones interpersonales más intensas y profundas.
- Comienza a percibir sus polaridades y contradicciones como persona.
- Comunicación y expresión amplia de sentimientos.
- Piensa en resultados efectivos.
- Intensa proyección hacia el futuro.
- Mayor conciencia de los conflictos internos.
- Auto-conocimiento y auto-aceptación de si mismo.
- Mayor tolerancia a la ambigüedad.
- Consciente en mayor grado de la verdadera condición humana.
Con este
nivel, hemos llegado un terreno más complejo y difícil de explicar con
claridad. Se puede observar por la descripción que antecede, a un individuo que
quizás ya no es tan adecuado e incluso conveniente, para trabajar en una
empresa, a menos, que sea la persona con el nivel jerárquico más alto dentro de
la misma. La explicación es, que lo que persigue es, ser más él, su búsqueda de
independencia como individuo, algo que no se alcanza usualmente en
empresas, donde lo que predomina, con suerte, es más bien, el nosotros.
Este inicio de
personalidad Autónoma, lleva a quienes lo han alcanzado, hacia ser y
funcionar de forma: libre, independiente, autónoma. En organizaciones y
empresas en general, excepto que sean muy sui
géneris, o”diseñadas a la medida”, este tipo de personalidad no se va a
sentir bien, ni va a conseguir adaptarse. Por una parte, por su creciente deseo
de individualidad, y por la otra, porque
esa búsqueda de libertad como persona no
facilita la adecuación a una organización.
Considero sin
embargo, que puede ser un excelente líder, en el caso de que sea él, dueño de
una empresa muy creativa, innovadora, flexible, relativamente pequeña, casi creada para su
satisfacción personal. Para trabajar en
una corporación o una gran empresa, lo
veo muy difícil porque se está, usualmente, atado a los deseos y decisiones de
otros, y a una cultura organizativa que determina, qué se hace y cómo se lleva
a cabo. Sí creo que puede ser un líder transformador, visionario, mientras goce
de plena confianza y apoyo. Pero de nuevo, al encontrarse en una situación
estable, no suficientemente retadora, ya no le resulta atractiva.
Posee diversas
cualidades como líder: Piensa en resultados, relaciones interpersonales
intensas, intensa proyección hacia el futuro, tolerancia a la ambigüedad,
consciente de la verdadera condición humana.
Estas características sin duda, le pueden llevar, si lo desea y lo práctica,
a ser un gran líder. Pero de ninguna forma lo vemos formando parte de un equipo
directivo al que deba someterse.
El resto de sus características deja ver
claramente que se trata de personas en
busca de su autorrealización y máximo
desarrollo como individuos, como ser humano, alcanzando un nivel de
desarrollo del Yo, fuera de lo común, tal como comprobaremos al conocer las
características de la Personalidad
Autónoma V, y de la Personalidad
Integrada VI; que representan el máximo desarrollo al que el ser humano
puede llegar. Lo veremos en las futuras
entregas.
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