Generalmente,
las reuniones de “Evaluación del Desempeño”, comienzan bien, con elogios acerca
de aquello que se ha realizado bien. De repente todo cambia y el evaluador,
comienza con el listado de fallos, mencionando lo que se ha hecho mal; y ahí se
centra el resto de entrevista. Lo que queda en el ambiente es: “Si quieres una
evaluación mejor, o ser candidato a una promoción futura, lo que tienes que
hacer, es comenzar a trabajar con fuerza para superar los fallos y debilidades
de las que hemos hablado”. Este es el patrón que ocurre, y ha ocurrido así
durante años en todo el mundo.
Lo mismo aplica
con relación a lo que sucede en: la familia, escuela, lugar de trabajo, y otros
ámbitos. El mensaje es: “Para mejorar tienes que trabajar en superar las
debilidades”. La mayor parte de lo que ha sido la educación en el pasado, y aún
en la actualidad, se basa en hacer énfasis por superar las debilidades.
¿Es siempre inadecuado enfocarse en
subsanar las debilidades?
No, algunas veces
enfocarse en las debilidades es lo
correcto, pero tan sólo cuando existe una
o más debilidades profundas, o
cuando son debilidades clave que dificultan la buena ejecución
de un trabajo específico entorpeciendo su realización. Estos casos Zenger y Folkman
(Z/F), los denominan Fallo Fatal, en referencia a un tipo
de debilidad
capaz de entorpecer y acabar con la carrera de cualquiera al llevarlo,
por lo general, a ejecutar un trabajo de baja calidad.
Se comprobó, que apenas
el 10% de los líderes en el tope, construyen
su eficacia sobre sus fortalezas y no
porque no tengan alguna debilidad. Comprobaron
también, que: “Los grandes líderes y las personas que realizan un trabajo excelente,
hacen unas pocas cosas excepcionalmente bien. No son perfectos, tienen debilidades, pero lo que los hace
excepcionales son sus fortalezas”.
Han
descubierto además, qué: Centrándose en
mejorar o superar las debilidades no se impulsan, ni se mejoran las fortalezas,
y que lo máximo a que se puede llegar enfocándose en superar debilidades, es a
simplemente ser BUENOS. El enfoque común de intentar no estar debajo
del promedio es errado, nunca conduce a ser superior en algún comportamiento.
¿Qué es una FORTALEZA?
Llevo varias
entregas, hablando de las bondades de concentrarse en identificar y desarrollar
al máximo las fortalezas, y no he dejado claro qué son. Veamos algunas
definiciones, más bien descripciones, para comprender mejor a que nos referimos
al hablar de Fortalezas:
I.- Se trata
de rasgos o de comportamientos que las personas disfrutan cuando los están utilizando, lo que las lleva a producir,
consistentemente, muy buenos resultados. Son además, factibles de mejorarse y de
incrementarse con el tiempo y un esfuerzo planificado y sostenido dirigido a
ello. Trascienden además, a una cultura específica.
II.- Rasgos
o comportamientos ejecutados de manera excelente, por el 10 al 20% de personas
y líderes, en una población dada, lo que les permite ser eficaces en casi en cualquier
situación y/ o escenario.
III.- Son
rasgos o comportamientos que se aprecian por su valor intrínseco, no sólo por
los resultados que se derivan de su aplicación. Son ejecutados mediante esfuerzos
realizados de manera deliberada.
Identificación de las fortalezas en
líderes
La misma
investigación de Z/F, ha permitido descubrir qué comportamientos y rasgos diferencian a los ejecutores
excepcionales, de los que no lo son. Han logrado así, identificar después de
mucho análisis estadístico de millones de datos, lo que denominaron como: las 16 Competencias Fortaleza
Diferenciadoras, y los criterios que les dan validez:
a) Las competencias descubiertas son válidas
en cualquiera de las culturas estudiadas: Norte América, Latino América,
Europa, Asia, Medio Este, África y Australia.
b) Las competencias tienen valor por sí
mismas.
c) Son comportamientos que producen
resultados positivos de manera continuada. No son esporádicos, ni basados en
una situación concreta.
d) Cada competencia identificada, no
daña o afecta la presencia de cualquier otra. Por el contrario, cuando sucede
se produce un efecto positivo multiplicador.
e) Las competencias identificadas no
tienen ninguna conexión con el nacimiento. No existe ninguna evidencia de que
estén determinadas genéticamente. Se aprenden y se desarrollan
f) Están presentes en personas que realizan actividades de liderazgo. También, en los diferentes niveles y tipos de contribuyentes individuales de cualquier organización. Radican en las personas.
f) Están presentes en personas que realizan actividades de liderazgo. También, en los diferentes niveles y tipos de contribuyentes individuales de cualquier organización. Radican en las personas.
Seligman ha
dicho: “Creo que los mayores éxitos en la vida y las más profundas emociones de
satisfacción provienen de construir y utilizar tus fortalezas”. Una persona que
tenga varias debilidades rendirá a un nivel más bajo que quien no las tenga.
Sin embargo, quien posea diversas fortalezas rendirá a un nivel mucho más
elevado que quien carezca de ellas.
La data
existente muestra que la gran cantidad de esfuerzo que se pone en superar
debilidades conduce, como mucho, a alcanzar
un nivel promedio de efectividad. Sin embargo, enfocarse en fortalezas te lleva
a alcanzar los más altos estándares.
En un estudio realizado con participación de 24.000 líderes en el ámbito mundial, se obtuvieron los
siguientes datos:
Con una o más fortalezas: 35%
Con una o más debilidades: 28%
Sin debilidades ni fortalezas: 37%
Al pedir a
las personas hacer sus Planes de Mejora, se observa siempre la tendencia a
intentar superar las debilidades. Esto ocurre por lo general, el 70% de las veces.
Los fallos fatales, aparecen en un 25 a 30%. El comportamiento habitual de enfocarse
en superar debilidades tiene un fuerte componente cultural que es necesario
cambiar.
El mensaje es, una vez más, enfocarse en las
Fortalezas y no prestar atención a las Debilidades, excepto cuando se trate
Fallos Fatales.
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