En el APD NEWS de la pasada semana, que con bastante frecuencia
publíca on-line la “Asociación para el Progreso
de la Dirección (APD)”, leí la que en principio me pareció una excelente noticia, en medio de las tantas malas que
desde que se desató la "Crisis-Estafa"
en 2008, hemos venido recibiendo. La misma decía: “La inversión extranjera en
España crece durante 2012 impulsada por la mejora de la productividad”.
Por ser yo, alguien que ha realizado trabajos de mejora de la productividad y
competitividad, y que ha escrito al respecto, lógicamente me interesó.
En general, su contenido deja ver que efectivamente se está mejorando la productividad de muchas
de nuestras empresas, lo cual las hace más competitivas y más atractivas para
la inversión. Lo malo está en que, esencialmente, ha venido sucediendo de
manera clara, desde que se puso en funcionamiento la nueva Ley Laboral, que ha rebajado salarios y abaratado el despido provocando, a la fecha, más de 800.000 nuevos
parados.
No es que estamos mejorando la productividad debido a que ha
habido cambios e innovación en cómo se están gestionando las empresas; ni porque el personal esté hoy más motivado y
comprometido con las mismas, ni más satisfecho con el trabajo, no; es porque se
han rebajado los salarios, no se han sustituido a las personas que fueron
despedidas de su trabajo y, por que, como sea, hay que hacer y producir lo
mismo con menos personal.
"Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia" |
Hace pocos meses, leí en otro APD News, que
“El 72% de los españoles están
satisfechos con su trabajo”. Claro, ante no tener ningún trabajo, tal como
le sucede a millones de trabajadores que han sido despedidos, cualquiera
prefiere un “mal trabajo”, al menos
representa algún tipo de ingreso para sobrevivir. El problema más grave, según lo veo,
es que no se están desarrollando
empresas que cuidan y estimulan el talento que poseen y que tienen objetivos
y estrategias de desarrollo de largo plazo con la finalidad de ir construyendo
a futuro, todo lo contrario. La mayoría tiene y actúa con una perspectiva
cortoplacista. Es verdad que hoy nuestras empresas tratan de sobre vivir, pagando salarios bajos
y sin dar seguridad mínima, ni oportunidades; así pronto seremos como sucede en algunos de los
países asiáticos, “cuasi esclavos” con muy pocos derechos.
También es verdad que hay notabilísimas excepciones de
personas con ingresos astronómicos, pero el trabajador en España, siempre ha
ganado bastante menos que los de los 10 países más importantes de la UE. Si se siguen
rebajando salarios tal como hoy mismo ha vuelto a sugerir el FMI, y las
ofertas se basan en “o lo tomas, o lo
dejas” estaremos mal, porque
lamentablemente siempre vendrá alguien
que, por esa paga baja esté dispuesto a
aceptar el trabajo. Es importante dejar claro que así, no estamos construyendo
empresas productivas y competitivas de cara al futuro, sino, condenándolas a
desaparecer en el corto plazo.
Es verdaderamente triste que con el recurso humano bien formado y altamente capacitado con que
cuenta nuestro país y en el que se ha invertido tanto dinero, un altísimo
porcentaje de ese talento tenga que emigrar,
según el gobierno "movilidad exterior",
por mucho que determinados
políticos, pretendan vendernos la
idea de que, los que se van a alguno de los países
europeos, están “en su país”. Lo que
haría falta es que se fueran ellos para que dejen de contarnos, diariamente, tantas mentiras.
Un aspecto importante del artículo es, la afirmación: “La mayoría de los inversores
confían en que el atractivo europeo mejore, o al menos, que no se deteriore en
los próximos tres años”. Bueno, menos mal, porque si se continúa con las políticas y estrategias austericidas que se han venido aplicando,
vamos a desaparecer del mapa. Es triste que Europa y nosotros dentro de ella,
seamos la única región del mundo que ha decrecido significativamente en los últimos seis años. Y
todo por aplicar con carácter de exclusividad políticas y prácticas de austeridad
y nada de crecimiento e inversión. ¿A dónde nos terminarán llevando estos
dirigentes? Lo peor es, que poco o nada
más de lo que ya se ha hecho, protestar,
podemos hacer los ciudadanos.
Ojalá sea verdad la noticia reciente de que ya estamos tocando fondo
y que poco a poco vamos a empezar a mejorar. Pero eso no va a ocurrir mientas no se
estimule la demanda y los ciudadanos podamos tranquilamente consumir lo
necesario. Lograrlo requiere un cambio radical al que se oponen, aparentemente,
hasta vernos del todo hundidos, algunos de los
países del norte de Europa. Las dos
Europas en acción.
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