¿Qué es lo que está ocurriendo?
Continuando en la línea acerca de la imperiosa necesidad que tienen las organizaciones de adaptarse
al cambio en los diferentes entornos en los que opera, lo que implica, innovar sus formas de gestionarse
para adecuarse a cada entorno, haré referencia hoy, a otro gran cambio que ha
venido sucediendo en los últimos veinte
años, dando origen a la Era actual, denominada
como:
“Sociedad o Economía basada en el
Conocimiento”. Filósofos,pensadores y
escritores del mundo de la empresa y de los negocios en general, han destacado,
que estamos en el umbral de una nueva era debido, principalmente, al rápido crecimiento y
evolución de: la información, el conocimiento, las telecomunicaciones y la red.
El mundo ha venido evolucionando siempre manteniendo un ritmo y velocidad
de cambio diferentes, esto ha generado
nuevos: conceptos, ideas, enfoques, modelos y teorías, resultado de la necesidad de crear y disponer de instrumentos y
metodologías que permitan a individuos y organizaciones aprender acerca del
futuro y prepararse para lograr mayor eficacia y éxito, y aumentar su competitividad, no
sólo para sobrevivir, algo cada vez más difícil y complejo, sino con la
finalidad de ser eficientes de manera continuada. Es una forma de justificar su existencia y, a la
vez, estar en capacidad de dar un aporte
significativo a la sociedad.
Se ha hablado así, de la
necesidad de crear y desarrollar “Organizaciones
que Aprenden” (Learning Organizations
- Peter Senge), y de disponer de metodologías y herramientas para implantar
mecanismos que faciliten la tarea fundamental de “Gestionar el Conocimiento” (Knowledge Management). La mayoría de las empresas exitosas vienen, desde hace años, trabajando en
ello, y donde las personas son el
componente central.
¿Quiénes están en
capacidad de desarrollar conocimiento y de aprender?
El único recurso desarrollable, capaz de
aprender, con el que cuenta toda organización son, las personas. Son ellas
quienes pueden generar los cambios necesarios para adaptar la empresa al cambio
acorde con la evolución del entorno. Aunque
son también algunas personas, quienes se resisten al mismo.
El problema de
muchas organizaciones es, que una gran mayoría no han sido capaces de ver y
gestionar en forma adecuada su nueva y compleja realidad. Las que lo han
logrado, innovando en todos los ámbitos,
son conocidas y estudiadas y su éxito se proyecta por el mundo entero.
Aparentemente ya no hay duda de
que ha comenzado la era basada en el conocimiento. Tampoco existe duda de
que las personas son las únicas capaces
de aprender, conocer, y de convertir esos aprendizajes en nuevos conocimientos
para aplicarlos y realizar mejoras: de productividad, innovaciones, alcanzar
mayor calidad de vida en todos los ámbitos y lograr así, mayor competitividad
para sus empresas, de manera que este macro proceso de innovación y desarrollo
mundial, sea cada vez mejor y genere, en general, mayores beneficios a la sociedad.
De no ser así, no tendría mucho sentido.
En años recientes, diversos enfoques, teorías y modelos han venido adquiriendo
en Europa, cada vez más importancia dentro del mundo de los negocios y, en
especial, en las organizaciones de vanguardia. Siempre con la finalidad de producir mejoras en la calidad
de lo que hacen, realizarlo mejor, más
rápido y con menores costes y evitando
en lo posible, cualquier tipo de desperdicio. Nos falta aún mucho por aprender,
cambiar y lograr en esta dirección, dado que
el objetivo es realizarlo de
manera sostenida y sostenible.
Lo anterior ha producido un impacto fundamental en el aumento de la
capacidad de competir de empresas que desde hace tiempo han incorporado las
nuevas tecnologías y conocimientos a los procesos de I+D+i. Para ello, han
implantado y desarrollado adecuados mecanismos para gestionar la innovación, lo
que ha forzado cambios muy significativos buscando la coherencia necesaria
en las formas de gestión, la cultura, y en
el liderazgo de las empresas. Sin los
líderes adecuados estos procesos de cambio e innovación, no resultan efectivos.
La necesidad de contar con un nuevo tipo de
Directivos – Líderes
Es dentro de este complejo y novedoso contexto- entorno- de cambio, donde
se encuentra enmarcada la necesidad de que los diferentes niveles de mando en
las empresas asuman cada vez más un papel más activo y eficaz como líderes y gestores excepcionales. ¿Por qué excepcionales? Porque son la
respuesta, hoy ya comprobada, para que las organizaciones puedan alcanzar los
niveles de eficacia, productividad y
competitividad, requeridos. Son además, los que en situaciones de crisis
complejas como la actual, están en las mejores condiciones para ayudar a sus
empresas no sólo a superar la crisis más rápidamente, si no también, para aprovechar mejor las oportunidades que
siempre surgen en la misma.
Cuando menciono líderes o gestores excepcionales, aclaro que no me estoy
refiriendo para nada, en lo citado de aprovechar mejor las oportunidades, a lo que en estos momentos, valiéndose de la
reciente reforma laboral en España, se viene realizando para: Disminuir las
plantillas de personal mediante un despido barato, o contratando personal nuevo con sueldos de miseria,
reducir exageradamente sueldos de las plantillas existentes, todo ello,
aprovechándose del inmenso nivel de parados que tiene el país. Ver Post de Junio 19-2013
Las empresas requieren de líderes y managers muy buenos, competentes, excepcionales,
que se distingan por su eficacia a la hora de lograr los mejores resultados
tanto de índole cuantitativa como cualitativa. Estos nuevos líderes son entre otras cosas
excepcionales porque poseen una serie de competencias muy ligadas a lo que se
conoce hoy como: Inteligencia Emocional.
“Ser un directivo promedio o bueno ya no es
suficiente para que la empresa pueda mantenerse en la vanguardia y ser eficaz. Se requieren personas y líderes excepcionales-extraordinarios”
(Zenger-Folkman 2002).
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