Considero
que esto es lo que a diario debemos enfrentar como personas. Actuar y estar
dispuestos a realizar de cara al cambiante futuro. Las personas, en mayor o
menor grado, estamos continuamente sometidos y/o estimulados por cambios que se
suceden en nuestro entorno vivencial. Cambios que ocurren y a los que asignamos
un signo positivo y/o a veces, negativo.
El cambio
representa, en general, oportunidades para: avanzar, progresar, innovar, mejorar,
salirse de rutinas, etc. En fin, de crear condiciones y posibilidades para la
mejora y superación. Lo mismo le acontece a todo tipo de organizaciones.
Aunque para
la mayoría de las empresas y otras organizaciones el cambio suele llevar a
mejoras, lamentablemente, debido a que están conformadas por personas que las
dirigen y que a su vez poseen diferente
personalidad y grado de desarrollo psicológico, eso da origen a diferentes
reacciones y comportamientos dentro de las mismas, con un impacto específico en
su funcionamiento.
Dependiendo
de ello, cada organización va desarrollando y conformando, una cultura organizativa propia
(su personalidad como empresa), lo que
a su vez condiciona si estará o no abierta a los cambios. Pero el cambio está
ahí, es un hecho tangible, ineludible, así que lo mejor es siempre prepararse y
pro-actuar, con la finalidad de aprovecharse de todo lo positivo que en él hay.
Esta
preparación para los cambios podemos describirla señalando varios pasos o fases
que se han determinado y comprobado, cuando se han llevado a cabo, en miles de
organizaciones en el mundo, procesos de
cambio y mejora planificada.
Planificar
el cambio a futuro permite valorar la mejor forma de gestionarlo conforme va
aconteciendo. En este post, lo estudiaremos según lo que se plantea dentro del
enfoque de Desarrollo Organizacional
D.O., y también, sobre la base de
mis experiencias con proyectos de cambio y mejora de diferente envergadura y
complejidad, realizados en diferentes tipos de empresas y otras organizaciones.
Veamos las que considero tienen que ser, las fases de intervención.
FASE I
Todo proceso
de cambio planificado tiene un punto de partida que debe ser: la Situación
Actual. Desde ese punto de partida y pensando en el futuro anhelado, se
vislumbra la posible: Situación Deseada:
“Una visión de futuro”. Para
alcanzarla de forma exitosa es necesario recorrer un camino de trabajo y esfuerzo. El lapso de Transición, que parte desde
el momento o situación actual, hasta
llegar al futuro deseado. Ese camino
de transición llevará, poco a poco, a la transformación de la organización y permitirá alcanzar el reto planteado y el auge
esperado.
Con base en lo señalado, la primera acción
de trabajo estará entonces dirigida a: Identificar, dentro del equipo de alta
dirección y/o de mayor influencia, quién o quiénes son las personas que han
tenido la visión de futuro anhelada y que han sentido la necesidad de efectuar
cambios, y de llevar adelante el proceso de innovación y transformación para la mejora de la empresa.
El proceso de mejora y transformación
que deberán superar requerirá; de tiempo (entre uno y dos años, mínimo), y de
mucho trabajo y esfuerzo. El mismo, producirá una serie de situaciones y
circunstancias de elevada complejidad a las que la organización tendrá que
hacer, decididamente, frente.
Si todo ello
resulta bien planificado, si se ha sido flexible con la finalidad de irse adaptando
a novedades que surgirán durante el avance en el mismo, y si se van realizando
las intervenciones necesarias que irá demandando la situación, las posibilidades
de tener éxito y alcanzar la visión de futuro deseada, son muy
elevados.
Como se
representa en el gráfico que sigue, el Proceso
de Cambio requiere de tiempo. Y depende mucho de varios
factores que deben estar presentes y que si no lo están, será necesario
promoverlos y estimularlos dentro de la empresa, y en todos los ámbitos y
niveles de la misma.
Me refiero
por ejemplo, a la presencia de una motivación favorable hacia el cambio por
parte de personas y líderes, al impacto que produce el tamaño de la organización
en su alcance, a la flexibilidad o rigidez de la misma, a las capacidades y
talento de las personas responsables de guiar y orientar el cambio, a la
disposición de otros para aceptar los cambios y necesarias actividades de
innovación, y varios otros; todos ellos relevantes.
Dada mi
experiencia me permito señalar, con el fin de sugerir una idea del tiempo
aproximado requerido para asentar exitosamente un cambio, que en organizaciones
que cuentan con unos mil empleados, y otras con algunos menos, este proceso de mejora,
realizando las intervenciones que vayan siendo requeridas, se aproxima a dos años de duración. Pero esto,
depende mucho de la presencia o no, de las condiciones antes señaladas.
En lo que se
refiere a lo fundamental que es, tener
claro el punto de partida: Situación
Actual, la mayor parte de las empresas hacen un análisis, por ejemplo, de
aspectos como:
·
¿Dispone la organización en la actualidad de una
estrategia clara, conocida por todos, y
en especial, compartida por quienes conforman los niveles de gestión y
dirección?
·
¿La estrategia que se está llevando a cabo, esté o
no escrita, es la más adecuada para alcanzar y satisfacer hoy y en el medio
plazo las necesidades de toda índole de la organización?
·
¿Se dispone de los recursos: Humanos, estructurales,
operativos, tecnológicos, físicos y otros; necesarios para alcanzar lo deseado
de manera eficaz?
·
¿Está claro para quienes trabajan en la organización-empresa,
cuál es la Misión, o razón de ser, y cuál, la Visión de hacia dónde va y se
desea ir?
·
¿Se comparten y existe compromiso con la misión,
estrategias clave, objetivos y la gestión que se está realizando?
·
¿Qué
cambios se deben implementar, para superar posibles deficiencias detectadas en
el tiempo que antecede?
·
¿Cuáles
son las recomendaciones para alcanzar sin traumas, la mayor eficacia posible, de cara al futuro? Y varias otras.
Además de lo anterior, es muy frecuente en nuestro país,
acompañar el diagnóstico de la situación
actual, con un análisis FODA: Fortalezas, Debilidades, Oportunidades
y Amenazas. que tiene mucho que ver con la pregunta de: ¿Qué vislumbramos hoy y cuál es su relación con el futuro
deseado?
Continuaré ampliando en
siguientes post las fases e intervenciones.
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