lunes, 4 de febrero de 2019

MANEJO Y SOLUCIÓN DE CONFLICTOS (Parte 4)



Técnica de Confrontación
Finalizando el anterior post, mencioné la conocida Técnica de Confrontación, como parte esencial del proceso relativo a la actividad de: “Gestión y Resolución de Conflictos”. Señalaba, que se trata de un proceso complejo, muy bien concebido y, que cuando es facilitado profesionalmente permite obtener, por lo general, excelentes resultados en la solución de conflictos de muy diversa índole.
En post precedentes, en los que he venido refiriéndome a la gestión de conflictos, señalé como algo clave desde el inicio, la importancia de tomar conciencia de que se trata de una actividad que tiene que ser percibida como un proceso en el que se trabajan y exploran contenidos sucedidos y/o hechos pasados y presentes a lo largo de un cierto período de tiempo.
La técnica de confrontación, requiere realizar una serie de pasos fundamentales por los que es necesario transitar durante el tiempo requerido para resolver cada diferencia, descontento y/o desavenencia. Es esto, lo que aporta un sentido de proceso.
Es esencial comprender y aceptar, que no se trata de una foto, no es una instantánea, no es un momento es más bien una película que contiene una “historia”, generalmente, con un pasado, un presente, e idealmente, un futuro con desenlace final positivo. Es lo que se busca obtener.
Hay conflictos que tienen “poca historia”, lo que contribuye a una solución más rápida. Pero, lo más frecuente es, enfrentarse a conflictos y situaciones problema con un largo tiempo de “incubación” y “larga historia”. En estos casos, el proceso de solución y el tiempo para lograrlo es muy variado dado que suele ser necesario realizar varias reuniones durante un cierto periodo de tiempo, más o menos largo. Veamos algunos aspectos generales que considero esencial comprender.

Diferencias- Fase I

            a)    Por tratarse de algo que considero fundamental, he insistido mucho en que los conflictos nunca comienzan como tal. Se inician en una primera fase, denominada de diferencias: Discrepancias, puntos de vista distintos, diferentes percepciones, no escuchar con claridad, comunicaciones confusas intencionadas o no, y varios otros aspectos más, que dan origen a la aparición de Diferencias y/o Desavenencias entre las personas.
En esta primera fase, lo que es necesario hacer es identificar, aclarar, e intentar resolver adecuadamente las diferencias tan pronto alguna persona las detecta. Claro, siempre que esté dispuesta a confrontarlas. Lo que puede ocurrir es: I) Que alguno de los implicados tome la iniciativa. II)  Que lo haga cualquier miembro del grupo, suficientemente valiente como para confrontar la situación de inmediato. Siendo conveniente que lo haga alguien que, idealmente, disponga de competencias para la gestión adecuada. III) Que lo haga una tercera persona entrenada, sin importar si es colega, líder, mediador, coach u otro. Lo esencial es que tenga competencias para realizarlo bien.

Mientras “el conflicto” se mantiene en el ámbito de diferencias, ya señalé que es relativamente fácil resolver la situación. Aún las partes en pugna no se han infringido daño. Pero es necesario tener muy presente, que el conflicto siempre tiende a escalar, a ir en aumento si no se resuelve o detiene. El ejemplo sencillo es, el vaso de agua que, gota a gota va aumentando el volumen de líquido, hasta que se desborda. En el desarrollo del conflicto y en su escalada, se van acumulando discrepancias, distorsiones, malos entendidos, y otros, hasta que llega a transformarse en Conflicto. Entramos así en la Fase II del proceso.

Conflicto-Fase II

            b) Cuando hemos arribado a la fase II, de conflicto, como gerentes, líderes, coaches, o mediadores, es posible afirmar sin temor a equivocarnos que, ya hemos desperdiciado muchas oportunidades de solución. Al llegar a este nivel, las personas implicadas ya se han molestado, enfadado, se han hecho daño y se sienten mal recíprocamente. A veces, inclusive se han “agredido” fuertemente. Resolver el conflicto en esta fase, resulta por ello, mucho más difícil y costoso, debido al deterioro que han venido sufriendo las relaciones. Resolverlo requiere de poseer buenas competencias en resolución de conflictos, y demanda casi siempre, la intermediación de un tercero especialista en el tema.

Conflicto Abierto-Fase III
            c)  Si el conflicto no ha sido resuelto y han continuado sucediéndose eventos dolorosos y hostiles entre las partes y, el “vaso se ha ido llenando hasta desbordarse”, es porque se ha arribado al tercer nivel (Fase III); conocido como: conflicto abierto. Se trata de “guerra a muerte”. Los contrincantes no se hablan, se odian, se hacen todo el daño que pueden entre sí y, con frecuencia, lo que es más grave, en sus peleas han ido implicando e incorporando a otras personas, con frecuencia pertenecientes a otros departamentos, en el caso de empresas y otras organizaciones.
Lo señalado se observa claramente en el: Caso Catalán, en el conflicto de taxis y empresas de servicio basadas en app, y varios otros.

Cuando los conflictos suceden entre personas responsables de departamentos, lo más
común es, ver que los seguidores están con sus jefes, sin importar para nada quien lleva la razón, de tal manera que: las diferencias, el posterior conflicto, y ahora la “guerra a muerte”, ya no suceden entre un pequeño grupo de personas, se ha ido generalizando, creciendo y es entre grupos y/o departamentos de la organización.
Llegar a este punto ha generado a la misma unos costes ocultos inconmensurables y serios daños en el clima de trabajo, además de una gran variedad de otros descalabros colaterales. Y todo, por no haberlo gestionado cuando surgieron y se percibieron las primeras diferencias, o el conflicto inicial.
NO OLVIDAR: “El conflicto siempre tiende a escalar, a aumentar”

Enfoques en el proceso de resolución de conflictos
Existen diferentes enfoques y planteamientos que por años han venido dando pautas acerca de qué y cómo hacer con el conflicto. Es posible señalar así al menos, la existencia de cinco enfoques entre los más utilizados.

La Retirada: Ocurre cuando física o emocionalmente alguna(s) de las personas se alejan del conflicto. Este comportamiento puede resultar adecuado cuando se considera que el conflicto no es de nuestra incumbencia y nuestra ausencia no afectará los hechos que están ocurriendo.
Hay que ver que la retirada no vaya a provocar que el conflicto se agrande y pueda aumentar de manera desproporcionada, tal como podría ocurrir si la retirada es motivada por temor a la confrontación, algo que suele resultar bastante común. Hay que estar pendiente también, de que la retirada de uno no vaya en perjuicio o represente una forma de castigo para otra(s) persona(s).


La Supresión, es el rechazo a reconocer la existencia de un conflicto. Se trata de hacer como si no existiera ningún conflicto, de ocultarlo. Suprimir un conflicto que se percibe, se capta y se siente, significa no hablar de algo importante que está sucediendo y afectando de alguna forma en un grupo o entre ellos. Actuar como si no pasara nada no contribuye en lo más mínimo, para mantener la buena salud de las relaciones y del trabajo futuro del grupo, dentro de sí mismo y/o con otros grupos. En algún momento la situación reaparecerá y como no ha sido resuelta, hará “explosión”. Casi siempre con mayores repercusiones de signo negativo. Generalmente, el conflicto ha ido creciendo de manera soterrada.

Yo gano / Tu pierdes, este enfoque ha sido hasta hace relativamente poco tiempo el más común. Se basa en “la lucha de poder”; en el que una de las personas o partes, se erige como triunfadora. Usualmente lo hace la parte que considera qué, en ese conflicto, en ese escenario, cuenta con más poder, que puede dominar la situación. Es un enfoque que no aporta ningún elemento positivo al trabajo, ni a las relaciones, y menos aún, a la solución del conflicto y al buen clima de trabajo de la empresa. Lo que hace es deteriorar el clima y acrecentar el conflicto.


El Pacto, este enfoque requiere que las personas de ambos lados, dispongan de habilidades negociadoras, de forma que puedan, mediante el diálogo y la negociación, avanzar hacia ser capaces de cerrar el pacto y lograr acuerdos. Para ello, es esencial que ambas partes sientan que ganan algo, aunque también en algo, deban ceder. Se busca que ese algo, se perciba como justo, equitativo, aunque no siempre dividir pueda resultar lo más equitativo. Exige que exista entre las partes disposición hacia arreglar y superar desavenencias.
           
Gane /Gane, consideramos este enfoque el de mayor utilidad. Es el que se utiliza y propugna más hoy día. Es una formula con enfoque colaborativo, participativo, cada vez con mayor uso. Con él, se busca honestamente una solución al conflicto, de manera que verdaderamente las partes salgan todas ganando algo, y con la sensación de haber resuelto de la mejor forma posible para todos, la situación. Requiere llevar a cabo una muy buena facilitación del proceso y de demostradas competencias de gestión de conflictos.

Ampliaré y profundizaré este enfoque Gane/Gane, en la próxima Entrega.


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