¡ACABAD YA CON ESTA DEPRESIÓN!-
Es el título del capítulo 13 del libro de Paul Krugman, ¡Acabad
ya con esta crisis!, donde señala:
“espero haber podido convencer a los lectores de que la depresión que estamos
atravesando es, fundamentalmente, gratuita. No hace falta que suframos tanto ni
que destruyamos tantas vidas”.
Lamentablemente la estrategia seguida por Europa ha sido de austeridad y
es fácil comprobar, seis años después del inicio de la crisis, que ha sido un
error de los poderes que nos gobiernan en la Eurozona. En ello ha jugado un
papel fundamental Alemania, debido al poder que tiene y que ha ejercido con el
objetivo de que sus bancos recuperasen el dinero que alegremente habían
prestado a bancos de los países del sur de Europa. Una vez más, un claro
ejemplo del peso de: El Gran Poder Económico.
Krugman lo señala al tiempo que aporta lo que considera son las soluciones:
“Que haya un cambio real en la política
–tal que deje de lado la obsesión de los últimos años por la austeridad y se
centre de nuevo en la creación de empleo- es mucho más posible de lo que el
saber convencional invita a creer”. “En
una economía profundamente deprimida, cuando los tipos de interés que las
autoridades monetarias pueden controlar están rozando el cero, necesitamos más
gasto público y no menos. La Gran
Depresión se terminó gracias a un aluvión de gasto público y hoy,
necesitamos desesperadamente algo semejante”.
Indica que los estudios realizados sobre la Gran Depresión, han demostrado
fehacientemente que, “aumentar el gasto
gubernamental crea realmente crecimiento y, por lo tanto, puestos de trabajo”.
Esto es lo que necesita el sur de Europa. Cita el trabajo de campo realizado
durante los años 1978 a 2009 por investigadores del Fondo Monetario
Internacional (FMI), quienes han identificado 173 casos de austeridad
en países avanzados. Los resultados
obtenidos mostraron que, “a las
políticas de austeridad siguieron la contracción económica y el aumento del
desempleo”. Comenta también: “Ojalá
que las autoridades europeas consideren que el castigo-penitencia que se nos ha impuesto ya es suficiente
después de estos seis últimos años, y que apoyen los pequeños esfuerzos que en
esa dirección ha emprendido ¡por fin! el Banco Central Europeo”.
Personalmente considero importante aclarar que - mis vivencias de
trabajo en una gran multinacional desde 1960 y, posteriormente, como consultor
desde 1970 realizando proyectos con algunas de las multinacionales más
poderosas, son completamente distintas de lo que estamos viviendo hoy. Tengo la
impresión personal de que al menos en esos tiempos, cuando aún no se había
destapado la Globalización, ni la posterior
desregulación del ámbito financiero y poder
de los mercados, el fin era otro. Desde mi percepción, todo era más decente. Es a partir de lo señalado, cuando percibo
que todo se ha desbocado.
Veamos la crisis-estafa actual cuyos inicios con las hipotecas basura (subprime) y con la invención, diseño e innovación de
diversos productos financieros tóxicos, algunos de los bancos internacionales
más importantes del mundo, rápidamente fueron contaminando a los bancos nacionales
de varios países, que se dejaron contaminar porque era un “gran negocio”. Y así
nos han traído al peor momento de los últimos 50 años, al menos, en lo
económico y social. ¡Viva la Ingeniería Financiera!. Que además sigue vigente afectando: el
crédito, el consumo, y la vida de la mayoría de los ciudadanos, aumentando la
pobreza y la desigualdad de manera terrible.
REFLEXIONES Y SOLUCIONES QUE
APORTA JOSEPH E. STIGLITZ
En un reciente artículo titulado “La
democracia del siglo XXI”, publicado el 14 de septiembre en el suplemento
Negocios del diario El País, Joseph E. Stiglitz, se refería entre otros aspectos
al libro de actualidad y gran éxito, publicado por el economista Thomás Piketty bajo el título de “El capital en el siglo XXI”. Dicho libro,
ha causado gran impacto entre economistas reconocidos por las pruebas que
presenta en relación al inmenso incremento
de la desigualdad y sus graves consecuencias. En él, destaca la “vertiginosa subida de la proporción de
ingresos y riqueza en la parte más alta de la distribución del ingreso y de la
riqueza”. De hecho el 18 de septiembre salió la noticia de que: “Hoy en Europa hay más multimillonarios ya,
que en los Estados Unidos; quien siempre ha ostentado el primer lugar”.
Para ir concluyendo este último Post sobre el impacto negativo causado
por el Gran Poder Económico, citaré
unas recomendaciones para superar poco a poco la crisis, que Stiglitz aporta en
el artículo citado. Aclara para mejor comprensión que :”El pronóstico de Piketty sobre niveles aún más altos de desigualdad no
refleja las inexorables leyes de la economía” y hace varias sugerencias que
permitirían disminuir la desigualdad y mejorar los estragos de la economía:
1.-La aplicación de niveles más altos de impuestos a las ganancias de
capital y herencias.
2.- Un mayor gasto para ampliar el acceso a la educación.
3.- La aplicación rigurosa de leyes antimonopolio.
4.- Reformas a la gobernanza corporativa que contenga los salarios de
los ejecutivos. 5.- Regulaciones financieras que frenen la capacidad de los
bancos para explotar al resto de la sociedad.
Estas medidas, según él, “reducirían
la desigualdad y aumentarían la igualdad de oportunidades de manera muy
notable”.
Apunta además: ”Si logramos tener
las reglas de juego correctas podríamos incluso ser capaces de restaurar el
crecimiento económico rápido y compartido que caracterizaba a las sociedades de
clase media de la mitad del siglo XX”. Hace en su artículo un comentario
que es lo más relevante a mi modo de ver: “La principal interrogante a la que nos
enfrentamos hoy en día no es un cuestionamiento sobre el capital en el siglo
XXI. Es una pregunta sobre la democracia en el siglo XXI”.
La mala gestión que se ha venido haciendo de los factores económicos,
donde sobresale la conversión de la deuda
privada de - Bancos, Cajas de Ahorros, Constructoras, Financiadoras y
Promotoras inmobiliarias - en deuda
pública, algo que hoy estamos pagando todos los ciudadanos. Esto, se
realizó gracias a la acción de los
gobiernos y a espaldas de la mayor parte de los ciudadanos. Es por ello
necesario incluir también, todas sus otras consecuencias colaterales - a) Estancamiento. b) Crecimiento CERO en el 2º trimestre en
Europa. c) España con una deuda que supera el BILLON de euros. d) Mayor
desigualdad y pobreza. Y mucho más, desgraciadamente todo malo.
Ojalá que en la Eurozona, que acaba de entrar en recesión, se decidieran ¡por fin! a aplicar otras
políticas que nos saquen del hueco en que estamos. Por ejemplo, que se
aplicaran las recomendaciones que al respecto, continuamente vienen haciendo los
Premios Nobel de Economía, Krugman y Stiglitz. Este último en uno de sus artículos
recientes se refiere a “Los zombis de la
austeridad europea” porque a pesar de los trágicos resultados obtenidos no
hay manera de que cambien.
Con lo acontecido en los últimos siete años, a raíz de la Crisis-Estafa y partiendo de las
lecturas citadas, no me queda otra que darle la razón a mi suegro por lo
acertado que estaba desde hace ya tanto tiempo. Lamentablemente ya ha fallecido
y no tengo como reivindicarle personalmente, pero si debo afirmar que me he
dado cuenta de cuánta razón tenía.
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