Culminé el anterior post,
manifestando mi preocupación al contemplar como la mayoría de los hechos y
sucesos que el país, lamentablemente está viviendo y muchos sufriendo, son
consecuencia de acciones perpetradas por individuos con poder de tipo personalizado,
tal y como se corresponde con los
rasgos, características y comportamientos usuales de personas con un nivel de
desarrollo de su madurez psicológica muy bajo o bajo, tal como lo muestra el Modelo
de Desarrollo de la Madurez, de Jane Loevinger. (Ver citas en post del
17-10-2014). Y cerraba la entrega preguntando ¿qué se podía hacer para cambiar
esa realidad descrita?
Es obvio que no existe una
respuesta, ni posibilidad fácil y de corto plazo, que permita la mejora;
excepto, que se esté dispuesto a implantar medidas drásticas cuyas
consecuencias podrían llevarnos a una realidad peor. Cualquier cambio en la sociedad con la
finalidad de no producir una situación más traumática que la que se está
viviendo, requiere de un buen Macro Plan y de personas maduras capaces
de llevarlo adelante, para lo que además, se necesita el acuerdo y apoyo de la
ciudadanía.
Hablaré de ello, advirtiendo que
estoy claro de la complejidad de aportar algo valioso para ver cómo se podría
mejorar una situación en la que intervienen cientos de variables muy complejas,
muchas de ellas. Intentaré sin embargo, aportar un granito de arena porque lo
que sí está claro para mí es, que la situación actual tiene que cambiar. Algo
que por otra parte sé que es muy difícil porque quienes nos han traído aquí
tienen cada vez más presencia, y lo que es peor, muchísimo poder. (Ver posts del 8-9// 22-9//
y 6-10-2014: “El gran Poder Económico” Partes 1 a 3)
Hace 35 años Richard Beckhard
(MIT), hizo un planteamiento dirigido al mundo de las organizaciones, que voy a
aplicar a nuestro País, desde una perspectiva como sistema viviente, que es parte de un sistema viviente mucho mayor y
más complejo: Europa. “Todo país para ser realmente eficaz y efectivo en el
camino por alcanzar sus principales objetivos – los que se relatan y se
comprometen a cumplir los partidos en su Programa
de Gobierno. Dicho programa, debería
resolver el “Dilema de los Dos Cuernos” del que habla Beckhard y que se refiriere a, “la necesidad que
tiene el gobierno de integrar y satisfacer sus objetivos, al mismo tiempo que
lo hace con los objetivos de los ciudadanos”. De no ser así, el Dilema
estará presente y al no resolverse, causará situaciones muy diversas de conflicto. A fin de cuentas, el país y sus
gobernantes deben existir para eso, no para enriquecerse y hacer lo mismo con
los amigotes y allegados.
Lo que estamos viviendo desde
hace ya tres años con el actual gobierno, es completamente opuesto a la
solución del dilema señalado. Pero lo peor es que, desde el principio se
presentó un “Programa” que era un
engaño. Con él, solo se pretendía alcanzar el poder, lo que efectivamente se
consiguió. Es obvio que “el milagro Rajoy” no ocurrió. Eran
todo mentiras y cantos de sirena. Muchos ciudadanos les creyeron y ahora, a la
vista de los hechos y sucesos, por su falsedad, falta de ética y la corrupción
que mana como los manantiales, la ciudadanía se muestra desencantada, molesta,
burlada. Los que votaron por ellos, y los que no lo hicimos por no creer que el
milagro iba a acontecer.
Siguiendo con los planteamientos
y sabiduría de Beckhard, él señala que: “La salud, eficacia y éxito del País
como un ente viviente, cambiante, flexible, tiene necesidad de ajustarse y
adaptarse continuamente a su entorno para estar en capacidad de cumplir su
cometido”. A este fin, el país requiere de poseer o desarrollar ciertas
características que lo transformen en un organismo viviente y cambiante, lo que
le permite ser un ente VIVO. Sus planteamientos adaptados al país con la
perspectiva de ser mejor y más eficaz, me permite afirmar: Todo país tiene una Misión que
cumplir. Personalmente, yo la definiría como: “Contribuir al desarrollo,
crecimiento, educación, bienestar y felicidad general de los ciudadanos”. Para
eso todo país se da un “gobierno” quien es, mientras le corresponde por ley
gobernar, el principal responsable de que el país alcance a plenitud su Misión o razón de ser fundamental. Todo lo demás que ocurre en el país,
tiene que estar perfectamente alineado con esa misión.
Al ver nuestra realidad actual de
nuevo, es fácil comprobar que el gobierno actual no cumple en lo más mínimo con
ella según la expuso en su Programa de
Gobierno y por lo que sus seguidores les votaron. Lo peor es, que ha tomado
una serie de decisiones en el campo de la privatización, que han deteriorado lo
que mejor funcionaba en nuestro país: El estado de bienestar. Lo más importante
para la gran mayoría de los ciudadanos.
Si hablamos de lo que pudiera o
debiera ser la Visión de Futuro del
país, la misma podría ser algo como: “Mediante el cumplimiento de la
Misión, impulsar al país en todos sus
ámbitos de acción, a una posición que lo
lleve a encontrarse entre los quince primeros países del Mundo”. Con la Misión
y Visión claras, es necesario emprender una serie de actividades dirigidas a
lograr ambos fines. Es más que obvio, que lo que se ha venido haciendo y está
ocurriendo va en la dirección totalmente opuesta. ¿Cuál es entonces la solución?
La verdad, es muy compleja. De momento ha quedado claro, que los partidos y
gobiernos que se denominan del “Sistema”, por sus comportamientos, acciones y
hechos, han sido lo opuesto, lo más “antisistema”, de ahí los pésimos
resultados.
¿Y entonces…? ¿existen otros
partidos o grupos que puedan llevar al país a cumplir con su verdadera misión y
visión? Lógicamente hay dudas debido a que son tan pequeños que no cuentan, al
menos por ahora, con toda la infraestructura operativa necesaria. Pero los que
la tienen, ya han demostrado no estar en capacidad de hacerlo. Han tenido la
oportunidad y han fracasado, y lo que es peor, nos han llevado a unos niveles
de deterioro y pobreza, a la gran mayoría, que hacía muchos años que no se
vivían en nuestro país. Problemas tales como: La impunidad más grosera, engaño
permanente, corrupción y mucho más, hace que la ciudadanía haya perdido la
confianza en ellos y en sus promesas. La confianza es la base para la
construcción de una organización o país creíble, potente, donde todos estén
dispuestos a un sacrificio más porque existe confianza en que entre todos es
posible cambiar y mejorar la situación.
El gobierno viene desde hace
meses con algo que suena, por la desconfianza que se han ganado a puño, a
eslogan vacío, hablan de Regeneración
Democrática. Ahh… por fin se están dando cuenta de que ya no se les ve como
la mejor opción, de que el reinado del bipartidismo en el país se está
diluyendo, agotando. Casi nadie les cree, claro se rompió la confianza y
recuperarla les va a tomar muchos años. Algunos dan como solución “resetear el
país”, borrón y cuenta nueva. Pero para un país es trágico y costoso, es lo que
estamos pagando y sufriendo desde hace ya, al menos seis años.
Personalmente no creo, a estas
alturas, que es posible la “regeneración”, al menos de parte de los que nos han
traído aquí. Yo, lo veo como un asunto de generación, de innovación, de cambio. Y eso no lo pueden lograr los actores del
desastre.
Se requiere contar con líderes
que inspiren y motiven, capaces de desarrollar, con el apoyo de la ciudadanía y
su participación una nueva cultura potenciadora –empoderadora, y no la cultura
forzosamente aceptada, de sueldos de miseria, y de un volumen de paro que
cercena completamente la autoconfianza y auto-seguridad de los ciudadanos que
no consiguen trabajo.
¿Qué es una Cultura Potenciadora?
Veamos algo de signo positivo que aporta luz de hacia donde debería cambiar
el país. A qué me refiero cuando hablo de la necesidad de crear e ir desarrollando en el país una cultura
Potenciadora. Se trata de algo que si se lo propone es, con mucho trabajo y
empeño, posible de lograr y realizar. Se trata del tipo de cultura donde el respeto, valoración del otro, y la igualdad, vienen
a ser el aspecto central de la actividad de los líderes o de quienes dirigen, y que por tanto es
necesario transformar en el valor principal de la Filosofía de País.
Veamos algunos de los valores más citados, característicos de una “cultura
potenciadora”:
q Respeto al individuo y
sus capacidades
q Compromiso, implicación
q Servicio
q Honestidad y ética
material e intelectual
q Espíritu de equipo, verdadera
participación
q Formación, educación,
aprendizaje, desarrollo del talento de los individuos
q Estímulo a la creatividad
e innovación para llevar adelante las mejoras
q Austeridad
q Seguimiento continuo al
progreso y realizar los ajustes necesarios
q Confianza, creer en el
valor de los otros
Este tipo de cultura exige, por una parte de comportamientos maduros de nivel
¾, de Darse Cuenta, y IV
Personalidad Consciente según el modelo de Loevinger; a la vez es una
cultura que estimula comportamientos de esa índole, lo que facilita a las
personas madurar. (Ver posts de 4-9//18-9// Partes I y II, del 2012). Ese modelaje
diferente, es una de las formas de erradicar los comportamientos inmaduros,
oportunistas, egoístas que son los que se están aplicando hoy y los que cada
vez, en consecuencia, son los más difundidos. Todos a meter la mano a robar.
Analizando lo arriba señalado, es factible tomar conciencia, de que si se
estimulan en el país todos o algunos de
estos valores como parte de la Cultura sin duda es factible comenzar a realizar
cambios positivos. Solo se necesita una fuerza que los lidere. Veremos que
pasa.
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