Cuarta entrega de Post relacionados con el tema: “Rasgos, Características y Comportamientos - componentes psicológicos-
para ser emprendedores de éxito”.
Este componente clave en emprendimiento es de los que más se citan. Me
refiero a que: “los emprendedores siempre tienen una visión, una ilusión, un sueño, un fuerte deseo, o un gran interés, por
algo
que pretenden alcanzar, lograr y realizar en un futuro; para ese
momento, poco claro. Esa visión,
representa el lugar donde desean estar en algún momento, y por el cual
lucharán, con suerte, por el resto de sus vidas.
Generalmente
esa visión es, “el sueño” que pretende alcanzar. No se concibe a un emprendedor
que no tenga, más o menos clara “una ilusión”. Lo que resulta menos frecuente es,
que tengan claro cómo lograrlo, cómo hacerlo realidad; que no se quede en un
mero sueño. A ello dedicarán, durante un tiempo más o menos largo, toda su
energía y entusiasmo. Con frecuencia, incorporando y haciendo que otros
participen también de “ese sueño compartido”.
Esa visión de
futuro, ese sueño, suele siempre ser: Alentador, inspirador, ilusionante,
estimulante, y presentar un reto, que se visualiza realizable en el tiempo. Se trata de un desafío o reto, capaz de poner en acción a quienes, de poseer
los rasgos de personalidad señalados en las anteriores entregas, tendrán la
posibilidad de hacer, con más o menos dificultades, realidad sus sueños.
Al
hablar de “Visión de Futuro”, es indispensable mencionar y resaltar los
excelentes trabajos y aportes efectuados en los años 80 y 90 por Joel A. Barker. Escritor y conferencista de prestigio
internacional dentro del ámbito de las organizaciones, donde adquirió fama y
éxito por sus escritos, conceptos prácticos, asesorías y videos, relacionados
con el tema y su gran importancia para: países, empresas, grupos e individuos.
En
ellos, describe ejemplos reales de cuán importante resulta contar con una
clara Visión del futuro deseado. Se trata además del autor que más ha escrito y destacado, la importancia de los Paradigmas,
dentro del mundo de los negocios y acerca de las consecuencias y beneficios del
cambio de paradigmas.
Señala
Barker que, “casi toda organización de éxito en el mundo, posee una poderosa y
profunda visión sobre su futuro deseado”. Algunos beneficios que indicaba,
relacionados con lo que denominó “El poder de una Visión” (The Power
of Vision”); tienen que ver con el hecho de que una visión, aporta claridad
organizacional, lo que permite y facilita que todo fluya mejor dentro de la
misma.
Os
recomiendo cualquier esfuerzo que podáis hacer por visualizar su video “The
Power of Vision”, correspondiente a la
serie de videos producidos bajo la denominación de “Discovering the Future”. Otro
de sus excelentes videos es: “The business of Paradigms”. Aparentemente,
no es posible visualizarlos completos en YouTube, tan solo pequeñas partes de
los mismos.
Personalmente
utilicé, en talleres de liderazgo y management,
varios de sus videos, adquiridos al distribuidor exclusivo: Charterhouse
Learning Co. La calidad conceptual, claridad
de exposición, y excelente producción, fueron siempre muy ponderados por los
asistentes; además de motivo de profundos análisis y discusiones de
aprendizaje. Se trata de videos de gran calidad. Termino de hablar de Barker, citando uno de sus pensamientos clave:
“Una Visión de
Futuro sin acción, es un sueño. Una
acción sin visión de futuro, carece de sentido. Una visión de futuro puesta en
práctica, puede cambiar el mundo”
Este
pensamiento deja evidente, cuan esencial es tener clara e introyectada a nivel
personal, una visión relacionada con
nuestros deseos acerca del futuro.
Continuando
con el tema, os comento que desde hace bastantes años, una de las principales actividades
de consultoría a la que he dedicado mi trabajo y experiencia ha sido, contribuir
a desarrollar e implantar la Visión de
Futuro en más de cien empresas, al guiar y facilitar la elaboración e
implantación de sus “Planes Estratégicos”.
Desde
mi punto de vista, crear, desarrollar un Plan Estratégico o Plan Maestro de la
Organización, es un proceso de construcción y desarrollo, de una clara y
completa visión del futuro deseado por la organización. Me explico: Partir de una
evaluación de la situación actual, para conocer, de dónde se está partiendo.
Hacer un estudio y análisis de las tendencias en el entorno de la organización,
para estar en capacidad de identificar oportunidades y amenazas en el
futuro, es un paso clave.
Lo
es también, determinar y definir la que será la Filosofía que regirá las
diversas actuaciones de la organización en los años por venir: Definir Misión,
Propósitos, Valores y Visión. Trabajar las dimensiones, que en base a ello,
permitan visualizar, donde se está bien y donde es necesario mejorar para ir en la dirección estipulada. Determinar
con precisión la Fuerza esencial de Empuje, como “motor” de la organización, e identificar
con base en ello, los componentes o factores críticos para el éxito, y la
posesión o no, de alguna ventaja competitiva; son elementos que dan forma
a una visión, más o menos clara del futuro deseado. Todos estos elementos conducen
a la determinación de la que será la estrategia a seguir.
Ésta,
viene precisada, al decidirse los que serán los ejes o decisiones estratégicas más adecuadas, al relacionar,
integrar y alinear todos los componentes del Plan. Hacerlo así, lleva directamente a un producto
final: La Visión de Futuro deseada para la empresa. Falta ahora, realizar un análisis de las
Fortalezas y Debilidades de la organización, para poder alcanzar esa visión que
se desea alcanzar, ya determinada por las Estrategias y precisada en el tiempo, por los Objetivos de
medio y corto plazos.
Quiero
llamar la atención e insistir, sobre el hecho de que aún después de haber
realizado todo este trabajo concienzudamente, solo se dispone de un PLAN, que contiene una
VISION DEL FUTURO DESEADO, pero que sirve de muy poco mientras no se implante y
se difunda de forma apropiada para implicar, motivar y comprometer a todos en
la organización.
Es en
este punto donde fallan más a menudo, empresas, organizaciones y emprendedores. Es el momento donde resulta
imprescindible transformar la visión en hechos. Ya lo advirtió Joel
Barker en su cita. A mí solo me queda insistir y alertar al respecto.
Como
ya señalé, debo haber facilitado la elaboración de más de cien planes
estratégicos, de los que tan solo en unos treinta, tuve la oportunidad de intervenir
posteriormente para garantizar su implantación, hacer seguimiento y lo más
satisfactorio, comprobar los resultados, los cambios, aprendizajes y mejoras
obtenidas.
Nunca
he logrado comprender claramente el porqué del desperdicio de esfuerzo, tiempo y dinero
que resulta del hecho de elaborar el Plan Estratégico en los innumerables casos
en que no es implantado. Aparentemente se
hace para poder presumir de “tenemos un
Plan Estratégico”. Un Plan, solo tiene valor de verdad, cuando se implanta,
cuando se pone en marcha y se compromete con esa Visión a todos los miembros de
la organización.
Espero
que estéis de acuerdo conmigo en que “el
proceso de elaborar y desarrollar un Plan Estratégico, de forma clara, completa
y casi diría pura, nos permite contar con una amplia e inteligente Visión del Futuro deseado, bastante
precisa. Algo que resulta vital para un emprendimiento exitoso.
“El propósito
último del emprendedor visionario es, transformar el mundo haciendo lo que más
le guste hacer”.
http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion
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