Al
reflexionar acerca del tema sobre el cual vengo escribiendo; relacionado con
las posibles consecuencias y resultados que, supuestamente, irán ocurriendo
entre ahora y 2025 en el ámbito de las empresas y otras organizaciones en
general, me he percatado una vez más, de la imperiosa necesidad de que todo tipo
de organizaciones realicen cambios planificados y lleven a cabo ajustes que les faciliten estar en capacidad
de asimilar y adecuarse a las nuevas situaciones que surgirán, con la
finalidad de obtener provecho de los mismos y de la corriente de innovaciones y
transformaciones que se prevén, y que afectarán a la mayor parte de los
ámbitos de nuestras vidas.
De
lo que he leído y, con base en ello, he escrito en anteriores post, me percato
de que la gran mayoría de esos cambios son realmente profundos y están en
capacidad de producir disrupciones nada fáciles de controlar y conducir.
El objetivo que planteo de estar al tanto y pro-actuar desde ya, es
con la finalidad de evitar disrupciones extremas que puedan incluso, provocar
la desaparición de empresas por no haberse
preparado adecuadamente, al no ser capaces de percibir el posible choque
traumático y sus implicaciones sobre
ellas.
Deliberando
acerca de como exponeros mi punto de vista como consultor de procesos de cambio
e innovación, en lo que se refiere a: qué deben hacer las empresas como
organizaciones vivientes y cambiantes; se me ha ocurrido enfocarlo y exponerlo tal
como lo describo a continuación.
¿QUÉ
Y CÓMO HACER PARA ADAPTARSE Y OBTENER PROVECHO DE LOS GRANDES CAMBIOS QUE SE
AVECINAN?
Sabemos
muy bien que el cambio, la evolución, es de lo poco permanente en el Universo.
Por esa razón y como punto de avance hacia el futuro, considero indispensable
que toda organización quiera y pueda cumplir la “Misión para la que fue creada”,
a pesar de los cambios radicales que con frecuencia se suceden y que hacen complicada la supervivencia. Especialmente, cuando todo permite pronosticar
que viene un gran volumen de descubrimientos y avances, y que cada vez
adquieren mayor aceleración, tal como ya nos lo había anunciado hace muchos
años el escritor y futurólogo Alvin Toffler en 1970, su libro: “El
Shock del Futuro”.
Con
la finalidad de sobrevivir y máxime de triunfar en ese futuro cambiante y
complejo, es necesario, si aún no se ha hecho, comenzar a pro-actuar desde ya.
Es probable, que para algunas empresas y ramas de la industria, sea inclusive
algo tarde. Sin embargo, con un mayor esfuerzo y mediante el uso de los recursos
necesarios quizás podrán no solo sobrevivir, sino ubicarse en la posición de crecimiento
y avance requeridos para mantenerse y progresar en el tiempo.
Os plantearé
la situación, vista desde una perspectiva ajustada al momento actual, basándome
en un posible ejemplo de lo que podría ocurrir en la realidad, según varias
vivencias de mi pasado.
Una
empresa que vislumbra la necesidad de cambiar, de mejorar, de implantar la
innovación como modelo de negocio para ser más competitiva, solicita mis servicios como consultor
en procesos de cambio y transformación de este tipo, y me plantea: “Deseamos que como experto en el área de Cambio
Organizacional, Gerencial y de la Gestión, nos guíes, para facilitar que la empresa
continúe siendo exitosa, aún dentro de
la avalancha de cambios y complejidad que se nos avecina”.
ACCIONES
DE CONSULTORÍA
En
lo que se refiere a las acciones, pasos, o fases del proceso a llevarse a cabo
a partir de ese momento, me limitaré, por ahora, a señalarlos brevemente. En venideros
post, explicaré cada paso y acción con mayor lujo de detalle y extensión, las
actividades que deberían irse realizando para preparar y dar forma adecuada a
la empresa con el objetivo de desarrollar una “Empresa verdaderamente, Orgánica”, entendiéndola como: a) Con
disposición de vivir, evolucionar adecuadamente y adaptarse al medio. b) Flexible,
maleable, cambiante. c) Armónica,
sistémica. d) Conformada por entidades colectivas que realizan sus funciones
respectivas.
Partiendo
de aquí, una vez conversado, acordado con “el cliente”, y aceptado el convenio
inicial de consultoría:
1) Mi primera acción de trabajo
estará dirigida a: Identificar, dentro del
equipo de alta dirección, quién o quienes, son los líderes que han tenido la visión
y sentido la necesidad de implementar cambios. y que con base en ello, han promovido internamente la idea de contratar un
consultor experimentado en quien confiar
para llevar adelante el proceso de cambio,
transformación y mejora de la empresa.
Proceso de cambio y evolución al que deberán hacer frente y
que requerirá de tiempo (entre uno y dos años, mínimo); mucho trabajo y
esfuerzo, y que producirá una serie de situaciones y circunstancias de elevada
complejidad a las que hacer, decididamente, frente.
2) El siguiente paso sería
llevar a cabo una primera actividad con estas personas de la alta gerencia,
enfocada en identificar “la posible masa
crítica de apoyo”, deseosa y dispuesta para iniciar los cambios necesarios
a fin de conseguir, que la empresa fluya adecuadamente interna y externamente,
dentro de un entorno que cada vez se irá volviendo más enrarecido y complejo. En mis experiencias, ha sido factible conseguir como mínimo, un grupo inicial
de unas cinco o siete personas, con el que poder comenzar el trabajo. Posteriormente
se irá, poco a poco, consiguiendo el soporte de todos en la empresa.
3) Con este “equipo inicial”, y
ojalá, contando ya con algunos más del siguiente nivel de gestión, realizaría algunas
sesiones de trabajo con la finalidad de:
a) Identificar y definir las características y prácticas que
será necesario modificar e incorporar
para adecuarse al cambio y obtener provecho de aquellos que vayan a afectar y
producir impacto relevante en el negocio.
b) Definir la que deberá ser “La nueva filosofía y cultura de funcionamiento de la empresa”. Implícita
en ello, va la determinación del tipo de “Ideología
y Cultura organizativa” que la empresa deberá comenzar a desarrollar poco a
poco, y que tendrá, en un tiempo relativamente corto, máximo un año, que penetrar
en todo el personal en los diferentes niveles que la conforman. Se busca
así, conseguir la aplicación continuada de nuevas conductas, comportamientos,
características, prácticas, tecnologías y otros, que irán teniendo efecto, y
generando un clima y nuevo ambiente de trabajo propicio, en toda la empresa.
Continuaré, como ya es usual para no alargar excesivamente cada post, las Acciones en las siguientes
entregas.
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