viernes, 31 de marzo de 2017

CAMBIO FUTURO Y EMPRESAS



En la anterior entrega del Blog enumeré algunos de los cambios e innovaciones que, en elevada porción  vienen ocurriendo, y que más pronto que tarde,  producirán en: personas, empresas y cualquier tipo de organización, cambios y/o transformaciones que tendrán gran impacto en: nuestras formas de vida, en la salud, en las maneras de interactuar con otros, y en relación con los objetos que utilizamos y que nos rodean en todos los ámbitos de la vida: trabajo, familia, ocio, interrelaciones, estudios, países, política, formas de gobierno, etc.

A mi modo de ver, dado el hecho de que siempre ha habido cambio y avances, la mayor complejidad se presenta quizás, por el hecho de que son muchos los cambios que se están produciendo y que van a continuar produciéndose simultáneamente. Además, algunos de ellos serán muy drásticos y ocurrirán en un tiempo breve, próximos 2 a 5 años. Esta realidad  va producir un impacto que, en general, considero muy positivo para el avance y el progreso, tanto de la sociedad como, en la salud y esperanza de vida  de las personas.

Existe un pero, es necesario, indispensable, prepararse conscientemente muy bien con el objeto de ser capaces de asimilarlos y disfrutar de sus beneficios, de forma adecuada. De lo contrario, su efecto podrá ser muy negativo y dañino para algunos.

Dado que el Blog está fundamentalmente enfocado en lo básico que resulta  innovar y mejorar las formas de gestión de las empresas y otros tipos de organizaciones, me enfocaré en plantear, ante la situación de cambios ya descrita, mi visión acerca de  lo que considero que puede suceder en los ámbitos empresariales y organizacionales.

EMPRESAS, ORGANIZACIONES, FUTURO INMEDIATO

Considero necesario, con el fin de avanzar continuamente, implantar una serie de cambios y mejoras planificadas que lleven a innovar en todas las áreas de gestión y funcionamiento de las organizaciones, con objeto de que estén en capacidad de adecuarse a la nueva realidad que viene. Y que, dicho sea de paso, se presenta muy diferente de la actual, debido fundamentalmente, a la avalancha de desarrollos e innovaciones que vienen sucediéndose en todos los ámbitos

Pienso que los lectores estarán de acuerdo conmigo en cuanto a que, será inevitable adoptar una serie de cambios esenciales de diferente magnitud y trascendencia, con la finalidad de conseguir que las empresas y otros tipos de organizaciones productivas y de índole social, realicen cambios profundos, transformaciones y mejoras, que les faciliten adecuarse  a un futuro que se muestra distinto, y poder obtener así, ventajas y beneficios derivados de los drásticos cambios que ya están aquí, y más aún, de los que se avecinan en los próximos 5 a 10 años. Un lapso de tiempo insignificante en la vida de una organización o empresa.

Lo que es necesario llevar a cabo son cambios organizativos y de funcionamiento que les garanticen obtener ventajas. Es esencial evitar  que les acontezcan por sorpresa, por no haberlos previsto ni preparado. Tal y como le paso aparentemente a Kodak. Al menos, que estén advertidas sobre: qué hacer, cómo enfrentarse a ellos, y cómo obtener provecho y beneficios de los mismos.

Lo señalado es válido, tanto para organizaciones y empresas, como para las personas. Y de manera muy especial, para la sociedad, donde ocurrirán los impactos más importantes. Si estamos conscientes y preparados, el resultado global será, en general, muy positivo y beneficioso. De lo contrario, podrá resultar muy dañino. Pero ¡ojo!, no perdamos de vista el hecho de que, nos preparemos o no,  van a acontecer. Mejor dicho, están aconteciendo.  Así que lo que nos queda a todos es  pro-actuar, y ponerse en acción para obtener lo positivo y beneficioso que el cambio, progreso e innovaciones, han traído siempre.


Existe una realidad en la mayor parte de las empresas, que viene ocurriendo desde hace años, relacionada con la: mecanización, la automatización, digitalización, computarización y posterior robotización, que en su evolución e implantación han venido destruyendo  millones de puestos de trabajo provocando, en la mayor parte de los casos, el consecuente y doloroso despido de quienes los ejecutaban. Visualizando ciertas realidades existentes en algunas regiones y países, da la impresión de que se trata de un fenómeno imparable y de gran crecimiento hacia el futuro.

Por ello, cuando leo en medios de comunicación o escucho a políticos, tertulias y noticias en las que se habla con gran desparpajo, de “crear nuevos puestos de trabajo para suplir los que se han ido perdiendo”, me pregunto si son afirmaciones que poseen una base real, o se trata de una mentira más de políticos de turno. Es obvio, que existen áreas y ámbitos donde se requieren hoy puestos de trabajo que fueron eliminados aprovechando la crisis, pero no son suficientes como para proveer de trabajo a los millones de desempleados que aún existen en el país.

Menos real me resulta, cuando sabemos que en España, el verdadero motivo del despido fácil fue, aprovechar la coyuntura para conseguir ser más competitivos como país, eliminando y/o abaratando puestos de trabajo que antes estaban “decentemente remunerados”.  Puestos ocupados hoy, por personas a las que se les pagan salarios que son la mitad o menos. Lo que antes percibía un buen trabajador, hoy se reparte entre dos o tres personas.  

Claro, así si es posible incrementar puestos de trabajo, pero no es lo que contribuye, verdaderamente, al crecimiento real de la economía. De ahí, la elevada desigualdad existente en nuestro país, una de las más altas de Europa, y la aparición, por primera vez en los últimos cien años, de “trabajadores pobres”,  cuyos salarios míseros no les alcanzan para vivir.

Lo que viene hacia el futuro son más máquinas capaces de hacer mejor, en menos tiempo y más barato, el trabajo, que las personas. Una situación muy difícil de resolver. Aumentar los puestos de trabajo es sin duda una gran solución, pero me pregunto, ante el panorama real que viene ocurriendo, dónde y cómo crear puestos de trabajo bien recompensados y que permitan una vida digna a quienes los realizan.

Estudiosos del tema, investigadores y científicos, señalan que en el lapso de los venideros diez años, el 45%  de los trabajos actuales los podrán hacer las maquinas. Por otra parte, sin duda, los cambios y avances requerirán de muchos nuevos puestos que demandan la posesión de otras competencias, que exigirán a su vez, alta calidad profesional y técnica. Los trabajos rutinarios y relativamente simples de realizar, están condenados a desaparecer, y son millones.

¿QUÉ HACER?

La realidad actual y ese futuro inmediato que vengo describiendo en los últimos post, exigen cambios y transformaciones fundamentales en todos los ámbitos de la gestión y en las formas de funcionamiento de las empresas.

Las maneras como se vienen gestionando y cómo funcionan hoy la mayoría de las empresas, no les sirve para ser eficaces y exitosas hacia ese futuro cambiante y complejo. Es vital que empresas y todo tipo de organizaciones realicen, en ambos componentes, transformaciones que en muchos casos resultarán radicales. Es necesario convencerse de que es la única forma que tienen de convertirse en empresas capaces de tener éxito en el futuro próximo.

Lo que predomina hoy, según los planteamientos de especialistas y estudiosos del tema como Gary Hamel, son “modelos de gestión y funcionamiento de hace cien años, que para nada les permitirán ser eficaces hacia el futuro”.

Por ello considero, que solamente tendrán elevada capacidad de ser exitosas y eficaces, aquellas empresas que desde ya, evolucionen. Que pasen de  ser organizaciones rígidas, jerarquizadas, tradicionales, con culturas organizativas donde predomina: el poder, las funciones, normas inflexibles, un excesivo enfoque cortoplacista  hacia el logro de objetivos y resultados esencialmente económicos.  Las que actúan así, corren el riesgo de fracasar abruptamente.

Ese futuro que ya está aquí, exige culturas y filosofías de la organización basadas en la participación; que promuevan la innovación y valoren y estimulen al máximo el talento de las personas.  Afirmo sin temor a equivocarme que se pueden contar con los dedos las empresas que reúnen y funcionan con base a estas premisas y características, en nuestro país.

En el próximo post ahondaré en explicar el tipo y características de empresas y organizaciones de éxito que puedan competir eficazmente en ambientes de grandes cambios e innovaciones, muchas de ellas, disruptivas.




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