En la
anterior entrega del Blog enumeré algunos de los cambios e innovaciones que, en
elevada porción vienen ocurriendo, y que
más pronto que tarde, producirán en:
personas, empresas y cualquier tipo de organización, cambios y/o
transformaciones que tendrán gran impacto en: nuestras formas de vida, en la salud,
en las maneras de interactuar con otros, y en relación con los objetos que
utilizamos y que nos rodean en todos los ámbitos de la vida:
trabajo, familia, ocio, interrelaciones, estudios, países, política, formas de
gobierno, etc.
A mi
modo de ver, dado el hecho de que siempre ha habido cambio y avances, la mayor
complejidad se presenta quizás, por el hecho de que son muchos los cambios que se
están produciendo y que van a continuar produciéndose simultáneamente.
Además, algunos de ellos serán muy drásticos y ocurrirán en un tiempo breve, próximos
2 a 5 años. Esta realidad va producir un
impacto que, en general, considero muy positivo para el avance y el progreso,
tanto de la sociedad como, en la salud y esperanza de vida de las personas.
Existe
un
pero, es necesario, indispensable, prepararse conscientemente muy bien con
el objeto de ser capaces de asimilarlos y disfrutar de sus beneficios, de forma
adecuada. De lo contrario, su efecto podrá ser muy negativo y dañino para
algunos.
Dado
que el Blog está fundamentalmente enfocado en lo básico que resulta innovar y
mejorar las formas de gestión de las empresas y otros tipos de organizaciones,
me enfocaré en plantear, ante la situación de cambios ya descrita, mi
visión acerca de lo que considero que puede
suceder en los ámbitos empresariales y organizacionales.
EMPRESAS,
ORGANIZACIONES, FUTURO INMEDIATO
Considero
necesario, con el
fin de avanzar continuamente, implantar una serie de cambios y mejoras planificadas que lleven a innovar en todas las
áreas de gestión y funcionamiento de las organizaciones, con objeto de que
estén en capacidad de adecuarse a la nueva realidad que viene. Y que, dicho sea
de paso, se presenta muy diferente de la actual, debido fundamentalmente, a la
avalancha de desarrollos e innovaciones que vienen sucediéndose en todos los
ámbitos
Pienso
que los lectores estarán de acuerdo conmigo en cuanto a que, será inevitable
adoptar una serie de cambios esenciales de diferente magnitud y trascendencia,
con la finalidad de conseguir que las empresas y otros tipos de organizaciones productivas
y de índole social, realicen cambios profundos, transformaciones y mejoras, que
les faciliten adecuarse a un futuro que
se muestra distinto, y poder obtener así, ventajas y beneficios derivados de
los drásticos cambios que ya están aquí, y más aún, de los que se avecinan en
los próximos 5 a 10 años. Un lapso de tiempo insignificante en la vida de una
organización o empresa.
Lo que es necesario llevar a cabo son
cambios organizativos y de funcionamiento que les garanticen obtener ventajas. Es esencial evitar que les acontezcan por sorpresa, por no
haberlos previsto ni preparado. Tal y como le paso aparentemente a Kodak. Al
menos, que estén advertidas sobre: qué hacer, cómo enfrentarse a ellos, y cómo obtener
provecho y beneficios de los mismos.
Lo señalado
es válido, tanto para organizaciones y empresas, como para las personas. Y de
manera muy especial, para la sociedad, donde ocurrirán los impactos más
importantes. Si estamos conscientes y preparados, el resultado global será, en
general, muy positivo y beneficioso. De lo contrario, podrá resultar muy
dañino. Pero ¡ojo!, no perdamos de
vista el hecho de que, nos preparemos o no, van a
acontecer. Mejor dicho, están
aconteciendo. Así que lo que nos queda a
todos es pro-actuar, y ponerse en
acción para obtener lo positivo y beneficioso que el cambio, progreso e innovaciones,
han traído siempre.
Existe
una realidad en la mayor parte de las empresas, que viene ocurriendo desde hace
años, relacionada con la: mecanización,
la automatización, digitalización, computarización y posterior robotización,
que en su evolución e implantación han venido destruyendo millones de puestos de trabajo provocando, en
la mayor parte de los casos, el consecuente y doloroso despido de quienes los
ejecutaban. Visualizando ciertas realidades existentes en algunas regiones y
países, da la impresión de que se trata de un fenómeno imparable y de gran crecimiento
hacia el futuro.
Por
ello, cuando leo en medios de comunicación o escucho a políticos, tertulias y
noticias en las que se habla con gran desparpajo, de “crear nuevos puestos de trabajo para
suplir los que se han ido perdiendo”, me pregunto si son afirmaciones
que poseen una base real, o se trata de una mentira más de políticos de turno. Es
obvio, que existen áreas y ámbitos donde se requieren hoy puestos de trabajo que
fueron eliminados aprovechando la crisis, pero no son suficientes como para
proveer de trabajo a los millones de desempleados que aún existen en el país.
Menos
real me resulta, cuando sabemos que en España, el verdadero motivo del despido
fácil fue, aprovechar la coyuntura para conseguir
ser más competitivos como país, eliminando y/o abaratando puestos de trabajo que
antes estaban “decentemente remunerados”.
Puestos ocupados hoy, por personas a las que se les pagan salarios que
son la mitad o menos. Lo que antes percibía un buen trabajador, hoy se reparte
entre dos o tres personas.
Claro,
así si es posible incrementar puestos de trabajo, pero no es lo que contribuye,
verdaderamente, al crecimiento real de
la economía. De ahí, la elevada
desigualdad existente en nuestro país, una de las más altas de Europa, y la
aparición, por primera vez en los últimos cien años, de “trabajadores pobres”, cuyos salarios míseros no les alcanzan
para vivir.
Lo
que viene hacia el futuro son más máquinas capaces de hacer mejor, en menos
tiempo y más barato, el trabajo, que las personas. Una situación muy difícil de
resolver. Aumentar los puestos de trabajo es sin duda una gran solución, pero
me pregunto, ante el panorama real que viene ocurriendo, dónde y cómo crear
puestos de trabajo bien recompensados y que permitan una vida digna a quienes
los realizan.
Estudiosos del
tema, investigadores y científicos, señalan que en el lapso de los venideros
diez años, el 45% de los trabajos
actuales los podrán hacer las maquinas. Por otra parte, sin duda, los
cambios y avances requerirán de muchos nuevos puestos que demandan la posesión
de otras competencias, que exigirán a su vez, alta calidad profesional
y técnica. Los trabajos rutinarios y relativamente simples de realizar, están
condenados a desaparecer, y son millones.
¿QUÉ
HACER?
La
realidad actual y ese futuro inmediato que vengo describiendo en los últimos
post, exigen cambios y transformaciones fundamentales en todos los ámbitos de la
gestión y en las formas de funcionamiento de las empresas.
Las
maneras como se vienen gestionando y cómo funcionan hoy la mayoría de las
empresas, no les sirve para ser eficaces y exitosas hacia ese futuro cambiante
y complejo. Es vital que empresas y todo tipo de organizaciones realicen, en ambos
componentes, transformaciones que en muchos casos resultarán radicales. Es necesario
convencerse de que es la única forma que tienen de convertirse en empresas
capaces de tener éxito en el futuro próximo.
Lo
que predomina hoy, según los planteamientos de especialistas y estudiosos del
tema como Gary Hamel, son “modelos de gestión y funcionamiento de hace
cien años, que para nada les permitirán ser eficaces hacia el futuro”.
Por
ello considero, que solamente tendrán elevada capacidad de ser exitosas y
eficaces, aquellas empresas que desde ya, evolucionen. Que pasen de ser organizaciones rígidas, jerarquizadas, tradicionales,
con culturas organizativas donde predomina: el poder, las funciones, normas inflexibles,
un excesivo enfoque cortoplacista hacia
el logro de objetivos y resultados esencialmente económicos. Las que actúan así, corren el riesgo de
fracasar abruptamente.
Ese
futuro que ya está aquí, exige culturas
y filosofías de la organización basadas en la participación; que promuevan la
innovación y valoren y estimulen al máximo el talento de las personas. Afirmo sin temor a equivocarme que se pueden
contar con los dedos las empresas que reúnen y funcionan con base a estas
premisas y características, en nuestro país.
En
el próximo post ahondaré en explicar el tipo y características de empresas y
organizaciones de éxito que puedan competir eficazmente en ambientes de grandes
cambios e innovaciones, muchas de ellas, disruptivas.
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