ESPACIO FÍSICO: Su impacto en la ejecución y rendimiento en el trabajo
En los últimos seis post, he venido hablando de los “Cinco instrumentos psicológicos para influir y modificar el comportamiento humano”. Los instrumentos explicados son todos de índole psicológica. Al que me referiré en el presente post, es el único de ellos, de índole física. Su impacto, tal como veremos, genera con cierta frecuencia cambios en las personas, con connotaciones y derivaciones que afectan sus estados psicológicos.
Considero, continuando en la línea de hablar acerca de herramientas e instrumentos para influir y modificar el comportamiento humano, que es necesario explicar, por qué es importante incluir al Espacio Físico, como otro instrumento de influjo y de cambio, capaz de producir también, una gran conmoción en las personas. Por ello, es indispensable tomarlo en cuenta al realizar y mantener actividades donde el cambio estará presente.
Con este escrito tendremos ya el conocimiento de los Seis Factores Humanos de Cambio, identificados y estudiados por el psicólogo, investigador y consultor Dr. EliotT Danzig. Os recuerdo que, en esta dirección, hemos hablado de herramientas como: la participación, las expectativas, el refuerzo, el modelo, la comunicación; y ahora, hablaremos del único que no es de carácter psicológico: El Espacio Físico.
ESPACIO FÍSICO
El espacio físico en el que nos encontremos, influye siempre de manera más o menos significativa en nuestro comportamiento y en el rendimiento, acorde con los diversos ámbitos en los que nos movemos en nuestra vida. Esta afirmación es, especialmente evidente cuando nos centramos en los espacios de trabajo habitual, tanto de producción, manufactura, o de oficinas.
La distribución, la cantidad y la calidad del espacio físico disponible, tienen un impacto más o menos profundo en cómo nos sentimos, cómo nos comportamos, en la manera como interactuamos con otros, y en la forma en que realizamos nuestras tareas y actividades diarias.
A medida que la sociedad ha venido evolucionando, las formas de trabajo han ido también cambiando y mejorando, por ello es crucial comprender cómo el diseño y la disposición de los espacios pueden potenciar o limitar el comportamiento y el rendimiento de las personas y, en consecuencia, como afecta a su motivación, satisfacción, confort, y a su productividad.
El espacio físico no es simplemente un contenedor para las actividades humanas; es un entorno que influye en nuestra psicología y estado de ánimo, y en nuestra forma de relacionarnos y de interactuar con los demás. Un espacio bien diseñado fomenta la colaboración, la creatividad, las interacciones y el bienestar general. Por el contrario, un espacio mal diseñado, incomodo, poco agradable, puede generar estrés, agotamiento, conflictos y falta de motivación. En el entorno laboral, donde pasamos la parte más significativa de nuestro tiempo, estos efectos se amplifican aún más, cobrando muchas veces una importancia excepcional que no debemos ignorar.
La distribución del espacio es, por tanto, un factor clave. Un espacio abierto, diáfano y flexible fomenta la interacción y la comunicación entre los empleados, lo que a su vez estimula la cooperación y la ejecución de un trabajo en condiciones más satisfactorias y, en consecuencia, de mayor calidad.
Los espacios compartidos tales como: salas de reuniones, áreas para relacionarse y las áreas de descanso, pueden propiciar encuentros casuales que conduzcan a intercambios creativos y a soluciones innovadoras, además de crear un ambiente relajado y de distensión. Por otro lado, si el espacio está fragmentado en cubículos aislados se puede perder la oportunidad de colaboración y el sentido de pertenencia a un equipo. Estudios al respecto, han demostrado que la disposición física de las oficinas influye en la percepción de la jerarquía y en la mejora o el deterioro de la comunicación entre diferentes niveles de empleados.
La cantidad de espacio del que se dispone, también juega un papel importante. Los espacios abarrotados y /o claustrofóbicos generan malestar, estrés y ansiedad, lo que a su vez afecta negativamente la concentración, la toma de decisiones, la realización del trabajo y, en consecuencia, la productividad y la eficiencia personal. Por otro lado, un exceso de espacio, puede crear una sensación de aislamiento y de falta de conexión con los demás. En los entornos laborales, es esencial encontrar un equilibrio que permita la buena interacción social sin sacrificar la privacidad y la comodidad.
CALIDAD DEL ESPACIO FSICO
La calidad del espacio físico abarca aspectos como la iluminación, ventilación, la temperatura, la acústica y la ergonomía. La luz natural y una iluminación adecuada no solo mejoran la visibilidad, sino que también influyen en nuestro estado de ánimo y producen una sensación de bienestar general.
La iluminación es un factor importante en el diseño del espacio físico. La mala iluminación, ya sea por luz tenue o por luz fluorescente dura desde arriba, puede causar fatiga visual, estrés, incomodidad y fatiga general. Por el contrario, el mejor tipo de luz que se puede tener en una oficina es la luz natural. La exposición regular a la luz del día ayuda a nuestros cuerpos a mantener nuestros “relojes” internos o ritmos circadianos, lo que afecta nuestro sueño y energía, así como la liberación de serotonina por parte de nuestro cerebro, una hormona que nos ayuda a sentirnos enfocados y tranquilos.
Por otro lado, la temperatura y la acústica inadecuadas, con frecuencia provocan distracciones significativas que dificultan la concentración y la productividad. La ergonomía es crucial para la salud física de los empleados. Sillas y mesas incómodas pueden llevar a problemas musculo esqueléticos a largo plazo, lo que a su vez afecta negativamente la disposición, la eficiencia, y el rendimiento en el trabajo.
El ruido en el lugar de trabajo afecta negativamente la productividad de varias maneras. Por ejemplo, el ruido excesivo puede causar distracciones innecesarias y agobio, lo que dificulta la concentración y aumenta la probabilidad de cometer errores, a veces con graves secuelas. Además, el ruido puede disminuir la moral de los empleados, lo que puede afectar negativamente su rendimiento. También puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad en los empleados, lo que afecta su salud y bienestar a largo plazo. En casos extremos, el ruido excesivo en el lugar de trabajo, puede provocar fatiga mental y desencadenar problemas psicológicos latentes.
El diseño estético también desempeña un papel fundamental en la percepción del espacio. Los colores, la disposición del mobiliario y la decoración tienen impacto emocional en las personas. Por ejemplo, tonos suaves y colores naturales pueden transmitir tranquilidad y reducir el estrés, mientras que colores vibrantes pueden estimular la creatividad y la energía. Un diseño coherente y atractivo contribuye a crear un sentido de identidad y de pertenencia a la empresa, lo que a su vez puede aumentar la motivación y la lealtad de los empleados.
El comportamiento humano también está influenciado por la sensación de control sobre entorno de uno. Cuando las personas pueden personalizar su espacio de trabajo según sus preferencias, se sienten más empoderadas y comprometidas. Esto puede manifestarse en la posibilidad de ajustar la iluminación, la temperatura o la disposición del mobiliario. La capacidad de tomar decisiones sobre el propio espacio puede aumentar la sensación de autonomía y mejorar la satisfacción laboral.
En contraste, la falta de atención al diseño del espacio puede llevar a una serie de problemas. Los empleados pueden sentir que su bienestar no es una prioridad para la empresa, lo que puede afectar la moral y su actitud hacia el trabajo. Además, un espacio desorganizado y caótico dificulta la realización de tareas y la búsqueda de información, lo que conduce a una disminución en la eficiencia y la calidad de los trabajos. En algunos ámbitos de trabajo, puede inclusive ser motivo de pequeños accidentes laborales.
Lo señalado nos permite manifestar que el impacto del espacio físico en el comportamiento y rendimiento en ámbitos de trabajo es innegable. La distribución, cantidad y calidad del espacio disponible tienen un efecto profundo en cómo nos sentimos y cómo interactuamos en el entorno laboral.
Un espacio bien diseñado fomenta el trabajo en equipo, la colaboración, la creatividad y el bienestar general de los empleados y mejoras en el rendimiento, mientras que un espacio mal diseñado puede generar estrés, conflictos, aislamiento, falta de motivación por lo que todo ello va en detrimento de personas y equipos.
Los aspectos como la distribución del espacio, la cantidad de espacio, la calidad del entorno, el diseño estético y la sensación de control juegan roles críticos en la creación de un ambiente laboral que promueva un comportamiento positivo y un rendimiento óptimo.
Las empresas que reconocen la importancia de invertir en la optimización del espacio físico cosechan los beneficios de empleados más comprometidos, productivos y satisfechos. Un factor importante en el diseño del espacio físico es la disposición de la oficina. Un ambiente de trabajo abierto con pocas paredes y estaciones de trabajo que permiten a los empleados verse e interactuar entre sí, crea una sensación de cohesión y facilita la comunicación. Sin embargo, los empleados que trabajan continuamente detrás de puertas cerradas pueden desarrollar una sensación de aislamiento.
En cuanto a la mejor distribución del espacio para una alta productividad, hay varias opciones disponibles. Una opción popular es el diseño celular o de cubículo, que permite a las empresas maximizar la eficiencia del espacio. Los planos de planta celulares suelen utilizar una red de particiones que actúan como oficinas privadas donde los empleados pueden concentrarse en su trabajo.
El espacio físico en el lugar de trabajo es una herramienta importante que afecta e influye en el comportamiento de las personas. Un ambiente de trabajo bien diseñado puede mejorar la productividad, la satisfacción laboral y el bienestar de los empleados..
http://innovarlagestion.blogspot.com
http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion
No hay comentarios:
Publicar un comentario