Continúo donde
terminé el anterior post. Volviendo al “OD Lab”, se nos aclaró que en los
workshops del NTL Institute utilizaban
la metodología de: Hacer-Ver-Aprender, por haber comprobado que permite
obtener un aprendizaje mucho mayor, más vivo, activo, más real, profundo y
duradero en el tiempo.
Haciendo
participar al grupo y a través de preguntas, el guía nos facilitó tomar conciencia
de varios de los componentes que hacen a esta metodología tan práctica, útil y poderosa. Comprendimos claramente que,
las personas, todos los seres humanos, funcionamos básicamente y de manera
habitual en tres niveles:
a) El Cognitivo, cognoscitivo, intelectual; del que la
memoria forma parte.
b) El Emocional, afectivo, de sentimientos, donde radica
la pasión.
c) El Motriz, activo, conductual, vivaz. Donde radica la
movilidad.
La técnica de
preguntar nos permitió darnos cuenta, de cómo en las dos breves
actividades que habíamos realizado, estos
tres niveles de funcionamiento habían estado presentes e interactuando
continuamente, lo que facilitó darnos
cuenta, ser conscientes, de lo enriquecedor que había sido el
proceso vivido. Y este es el elemento
esencial: el nivel de conciencia relacionado
con el aprendizaje, y cómo aporta valor esta rica y fecunda metodología.
Durante los
cuatro días de workshop se realizaron
un importante número de actividades prácticas muy diferentes y sus respectivos
“procesamientos” de cierre para cada una. Aprendimos así como al experimentar
con diversas vivencias sobre aspectos del comportamiento humano y de las
organizaciones, alcanzamos relevantes
aprendizajes que nunca antes habíamos obtenido.
En el proceso de
aprendizaje experimentado, vivido,
estuvimos claramente implicados: Intelectual, afectiva y emocionalmente, y
de manera activa, participativa. Descubriendo,
y no simplemente, oyendo.
Hacia el tercer
día de laboratorio tuve una sensación que, recuerdo claramente, por haberla
revivido en otras ocasiones, “que un
mundo nuevo se abría para mí y para mi actividad profesional”. Recuerdo
también, lamentarme de no haber conocido, ni experimentado antes esta forma tan fantástica, amena y rica de
aprender. Con esta metodología, bien
utilizada, no hay tedio, ni posibilidad de evadirse del aprendizaje. Estás
dentro, experimentándolo, viviéndolo.
Esta metodología me
mostraba un mundo nuevo, que a pesar de
ser licenciado en Psicología jamás había percibido o experimentado con tanta
fuerza. Pese a las muchas horas de clases prácticas realizadas al estudiar
varias de las asignaturas de la carrera.
Para ayudarnos a
comprender y cerrar el ciclo de enseñanza-aprendizaje, se explicó que la
metodología vivencial-experimental,
apoyada en experiencias, se basaba en un enfoque relativamente simple: HACER – VER - APRENDER.
A partir de esa primera
experiencia del “OD Lab”, en las miles de actividades que he realizado, la
he utilizado siempre, en cursos, talleres y actividades de consultoría diversas.
Mediante ella, uno como persona aprehende de manera total, integral. De ahí el poder
de aprender que de ella emana.
Veamos cada uno
de los componentes para comprender mejor cómo utilizarla como herramienta que
permite además, un aprendizaje continuo; algo que, hoy más que nunca en el
pasado, al vivir en una sociedad basada
en el conocimiento, es clave hacia el futuro y con la finalidad de mantenerse siempre actualizado.
HACER
Significa
simplemente hacer algo, realizar un experimento, tener una vivencia: Una
simulación, un ejercicio, un caso, analizar un video, un juego, trabajar para
resolver un problema, practicar cómo resolver un conflicto, actividades de
colaboración y de competencia, un proyecto, etc. Miles de posibilidades más
que se derivan del tema específico que se esté intentando enseñar. El papel del
maestro o profesor es clave.
Hacer algo, vivirlo, es muy
potente a diferencia de
escuchar una explicación, una teoría, una charla, etc. Hacer te obliga a estar a participar, a implicarte, a comunicar,
reflexionar, decidir, discernir, en fin, a estar activo haciendo y logrando algo. De esa vivencia, cada uno
obtiene experiencias y aprendizajes que pueden ser diferentes para cada
participante o alumno. Cada uno extraerá sus aprendizajes influidos por su
grado de implicación, sus propias reflexiones y abstracciones, y siempre, con
la ayuda del facilitador, consultor, del maestro, o del profesor. Éste, debe ser su principal rol: Facilitar
que el alumno, o participante, aprenda.
VER / ANALIZAR
Se refiere
textualmente a ver que hicimos, cómo
lo hicimos, porqué de esa manera y no de
otra. Cuál resultado obtuvimos, de que otras formas pudimos haber enfrentado la
situación, etc. VER se trata de:
analizar, reflexionar, especular, abstraerse, generalizar, recapacitar,
discurrir, etc. Si no se lleva a cabo esta actividad de análisis y reflexión puede no
producirse ningún aprendizaje. Éste,
se deriva del análisis, donde el papel de un buen facilitador y/o maestro-profesor bien entrenado en el
uso de la metodología y con conocimientos del tema, es obviamente central.
Los seres humanos
tenemos continuamente vivencias distintas, y ese hecho no necesariamente
implica que aprendemos de cada una, no.
Es necesaria la acción de revisar,
reflexionar y abstraer, para que el aprendizaje ocurra. Un gran número de
repeticiones no lleva, per se, a nuevos aprendizajes. El argumento de algunos de, “tengo muchos años de
experiencia”, sirve de poco si no
se ha realizado continuamente la reflexión, y se asocia con cambios, mejoras y
la aplicación del aprendizaje a nuevas situaciones.
APRENDER
Se refiere
concretamente a eso, a obtener nuevos aprendizajes, descubrimientos,
otros puntos de vista, otras
formas de alcanzar resultados, de ser más eficaces, productivos, ensayar,
experimentar, asimilar, formarse, nuevas y diferentes oportunidades, de cambiar,
de innovar, etc.
Algo que percibí
como clave una vez que tomé conciencia de lo anterior, que continúa presente en
mí, y que acostumbro a compartir con mis alumnos o participantes en talleres es, que con esta metodología las personas están
obligatoriamente implicadas y funcionando en los tres niveles explicados.
Siempre que realizamos
algo, cualquier tipo de actividad, utilizamos
nuestro nivel cognoscitivo, intelectual,
mental, con la finalidad de comprender, entender, razonar, discurrir cómo
podemos lograr el objetivo de manera exitosa. Al mismo tiempo estamos implicados, involucrados emocionalmente,
afectivamente, esperando y deseando hacerlo bien, tener éxito. Algo que no
siempre alcanzamos y que suele producir sentimientos de frustración, cierto
malestar, apatía, desmotivación, y otros.
También surgen
los sentimientos contrarios cuando lo hacemos bien; cuando somos los primeros del grupo en resolver la
situación o actividad, y siempre que obtenemos éxito en algo que nos habían
propuesto. En estos casos nuestra autoestima
se sube por las nubes: Nos sentimos buenos, eficaces, competentes, estamos
realmente emocionados. Muchas emociones positivas afloran al lograr el
resultado deseado.
Finalmente, todo
lo anterior ha requerido de actividades
motoras, físicas, de aplicar ciertos comportamientos y conductas
desarrollados durante la realización de la actividad. Al mismo tiempo, nos
hemos relacionado e interactuado con otros de manera activa, participativa.
Espero con lo
señalado haber dejado claro que con este enfoque metodológico, las personas,
nos involucramos totalmente como individuos en el proceso de aprender. Lógicamente, el aprendizaje que se
obtiene es muy superior al que aporta cualquier otro sistema no activo.
Hemos vivido una experiencia de gran impacto en nosotros y nos ha implicado como
personas. Analicémoslo bien, nada que ver con lo tradicional y común: estar sentados en el aula escuchando a
distintos profesores, y eso si los escuchamos, porque el hecho de estar
presentes, sentados, no garantiza para nada la presencia psicológica, mental y
menos el aprendizaje. Tan solo la presencia física.
Estamos físicamente pero podemos perfectamente no estar mentalmente. Nuestros pensamientos andan flotando por ahí, imbuidos en cosas que nos atraen más que la charla del profesor, razón por la que no nos enteramos de lo que se está diciendo en el aula.
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