Que tengas un buen día, a menos que tengas otros planes…
Esta mañana desperté emocionado con
todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir
hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger que clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está
lluvioso… o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no
tengo más dinero… o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a
planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud… o
puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que
mis padres no me dieron mientras estaba creciendo… o puedo sentirme agradecido de
que me permitieran haber nacido
Hoy puedo llorar porque las rosas
tienen espinas… o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no
tener muchos amigos… o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir
nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que
ir a trabajar… o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que
ir a la escuela… o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y
ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque
tengo que hacer las labores del hogar… o puedo sentirme honrado porque tengo un
techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mi
esperando a que yo le de forma y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí. Yo
debo escoger el tipo de día que voy a tener.
Que tengas un buen día… a menos que
tengas otros planes.
Querido lector, con este
sencillo pero, a mi modo de ver, fantástico mensaje del poeta uruguayo Mario
Benedetti, te hago llegar mis deseos por unas felices fiestas de Navidad, y
para que siguiendo sus sugerencias, enfrentes de manera proactiva, no
conformista, tu futuro, y que tengas todos los días de 2017, "Un buen día".
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