jueves, 26 de enero de 2012

QUÉ PUEDEN HACER LAS EMPRESAS PARA MEJORAR E IR SALIENDO DE LA CRISIS. EN BUSCA DEL SANTO GRIAL II



Finalicé la anterior Entrega señalando que de poco sirve hacer una nueva Reforma Laboral. Se han hecho varias en los últimos años y la situación no ha mejorado. Mientras empresarios y empresas no cambien sus formas de pensar y las maneras cómo están gestionando las mismas, seguiremos peor, dada la complejidad, cada vez mayor, a la que deben hacer frente. 

Internamente, lo que más necesitan las empresas para que cualquier cambio “caiga en terreno abonado”, son Reformas en sus Formas de Gestión; eso sí contribuye a superar cualquier crisis. Además, es algo que pueden controlar al 100%. Que se haga una adecuada reforma laboral, que el crédito por fin fluya, y que los gobiernos autonómicos cancelen lo que adeudan a las empresas para que éstas puedan volver a su valiosa labor y crear empleo y riqueza, es también indispensable, pero por los momentos queda fuera de su control y radio de acción, lo mismo que conseguir nuevos mercados cliente. Por ello, planteo la necesidad de centrarse en aquello que podemos y debemos hacer para, ser más eficaces, productivos y competitivos. Y lo mejor que se puede hacer es, aprovechar y motivar mejor nuestro recurso más valioso: las Personas. Por ello, pienso que es muchísimo lo que nos falta por hacer en este ámbito a empresarios y empresas.

En nuestro país tenemos una realidad que no contribuye para nada a implantar las mejoras 
necesarias. Veamos el porqué de esta aseveración: ¿Consideran que en las actuales circunstancias, y con la renuencia, en general, de las empresas a invertir siquiera 1 Euro en capacitación, en mejorar su sistema organizativo y de gestión - a menos que esté subsidiado y resulte completamente gratis hacerlo – es factible mejorar lo necesario? ¿Es posible con una mentalidad empresarial predominante de este tipo, con notables excepciones, progresar, alcanzar mayor productividad, calidad, competir con éxito en el ámbito internacional y superar la crisis? ¿Se va a resolver con otra reforma laboral? 
Mi rotunda respuesta es que no. Se necesitan más empresarios verdaderamente emprendedores que confíen en las personas, en sus capacidades y que lleven a cabo los cambios necesarios para su mejor aprovechamiento mutuo. Con la desconfianza existente no seremos capaces de progresar al ritmo necesario. Todo esto además, empeorado significativamente, por la problemática de la banca cerrada a conceder créditos y facilitar el despegue de la economía, por estar ellos mismos enfrascados en su salvación, y por la escasez de ingresos de muchas familias.

Por lo señalado, agravado además por la renuencia de nuestros gobiernos de Europa, a seguir las ideas del Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, relativas a “la necesidad de hacer lo más importante, incrementar en estos momentos la inversión en el gasto público para sacarnos de la trampa del desempleo ante la terca obsesión con la deuda que se interpone en el camino”, considero que vamos mal. En esta dirección, tengo la impresión de que más pronto que tarde, por fin, “Merkozy” -disculpen pero me parece muy acertada la denominación- va a llegar, después de casi tres años de caos y obsesión por la deuda y el déficit, a comenzar en muy corto plazo a proponer, la idea de incrementar el gasto y la inversión, si no se quiere caer en una larga depresión, respaldada por las continuas bajadas de rating que dan las agencias de calificación a los países europeos. Deseamos que pronto se den cuenta, en especial A. Merkel, y permitan que Europa empiece de nuevo a crecer. Además, en nuestro caso particular, será necesario tal como lo he señalado, que la mentalidad en muchos casos, oportunista y explotadora, evolucione hacia una de confiar más en las personas, modificar e innovar las formas de gestión actual de las empresas, y desarrollar mecanismos, prácticas de motivación y compromiso que produzcan un impacto directo comprobado, en la mejora del rendimiento y de la rentabilidad de las empresas.

Empresas y empresarios están atrapados en un laberinto con difícil salida que la mayoría no ha contribuido a crear, pero que si le afecta. El posible cambio a medidas de estimulo, no está a su alcance, depende de los gobiernos y ahí es donde el peso de Merkozy, nos tiene ya paralizados más de dos años. Mientras tanto, es mucho lo que cada empresa puede hacer para dar un vuelco y comenzar a mejorar su situación, y es, poner en marcha de inmediato metodologías y mecanismos de motivación, que es posible desarrollar sin coste inicial y que estudios internacionales señalan que conducen a incrementos de dos y tres veces en productividad y rentabilidad. Solo hay que gestionar mejor al personal. Cómo hacerlo, lo iremos viendo en futuras entregas. Aunque en general, en las 60 anteriores de este Blog, se han venido planteando cambios y mejoras necesarias, y en muchos casos, cómo llevarlas a cabo de forma exitosa.









domingo, 15 de enero de 2012

EN BUSCA DEL SANTO GRIAL: CÓMO INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS

Las últimas cinco entregas enfaticé la importancia de la Ideología y Cultura como origen de diversos tipos de “Clima de trabajo”, lo que lleva a obtener resultados muy diversos. Mientras lo hacía, venía a mi mente la asociación de cómo ese clima y cultura causan, a su vez, un poderoso impacto en la motivación positiva o negativa de las personas, lo que genera consecuencias en el comportamiento y rendimiento de las mismas. En la presente y algunas más, dada la extensión, complejidad e importancia del tema de motivación, aportaré opiniones y experiencias al respecto, siempre basadas en vivencias reales obtenidas en proyectos de cambio y mejora con diversos tipos de empresas y organizaciones públicas.

Cómo mejorar la motivación de las personas en el trabajo ha sido siempre un tema al que he dado máxima importancia y que hoy, ante la crisis que viven nuestras empresas por la recesión presente, lo considero un tópico de máxima prioridad. Estoy convencido de que, en buena medida, la alta o baja productividad de cualquier organización depende, en grado muy elevado de la cultura predominante y del tipo de motivación que resulta de ella. No me atrevo mucho a extrapolarlo a la productividad de un país, porque entran muchos otros factores no controlables en juego. Pero si hablamos de productividad y eficacia en el ámbito de las empresas, sin duda alguna, se trata de algo verdaderamente clave y de gran impacto. Con algunos cambios en la forma de dirigirlas, es posible dar un vuelco y mejorar los resultados que se están obteniendo.

MOTIVACIÓN: PRODUCTIVIDAD CALIDAD

Cuando hablamos de motivación en el mundo de los negocios, probablemente nos referimos al problema más complejo que un empresario, directivo, mando y algún verdadero líder, confronta y que, usualmente, resuelve con poco éxito. ¿Por qué la motivación de las personas es tan compleja?. Su complejidad se debe a que cuando hablamos de motivar a alguien, hacemos hincapié en la posibilidad de influir su comportamiento para que haga lo que dirigentes, o la organización, necesita. Lo señalado implica, la posibilidad de predecir e inducir la conducta del empleado. Se parte de la premisa: "Si le ofrezco o doy esto que considero necesita o le interesa (incentivo), podré conseguir que haga lo que la empresa requiere de él". "Si utilizo tal instrumento motivador o tal técnica, debo poder obtener el comportamiento esperado como respuesta". La realidad suele ser distinta. Es mucho más compleja.

La motivación en el ser humano depende básicamente de su personalidad, su madurez psicológica, del clima-cultura de la organización y de las circunstancias del momento. Cada individuo es un mundo, ya que ha recibido una carga hereditaria única, y además, ha estado expuesto a diferentes influencias del medio ambiente en el que creció, aprendió y se desarrolló. Por ello, es fácil comprobar que lo que sirve para “motivar e influir” en una persona, no necesariamente sirve para otra. Situación que se complica más cuando como dirigentes, en cualquier nivel, comprobamos que lo que sirvió para motivar a una persona en un momento dado no funciona en otra, ni en otro momento con la misma persona, de ahí la dificultad.

En estos días que tanto se habla en el país de reforma laboral y de reformas estructurales, que sin duda se necesitan, sin embargo, no se escucha a nadie hablar de la necesidad de llevar a cabo profundas reformas en las formas de dirigir y gestionar las empresas. Y pregunto: ¿Es posible con contratos temporales, contratos basura, con contratos abusivos dadas las circunstancias de paro en el país, pensar en incrementar la productividad y mejorar algo? Para mi está muy claro que no. Sin duda, es necesario implantar reformas en el sistema laboral y en las empresas, pero si éstas no cambian y mejoran sus formas de gestión, las otras reformas de poco o nada servirán tal como se ha podido comprobar con anteriores reformas realizadas.
Continuaremos analizando esta situación en las venideras entregas.