El tema acerca del cual me
referiré en esta última entrega del año, ya ha sido señalado por mí en anteriores
entregas (ver entrega del 7 de Febrero de 2012). En la presente ocasión y dada
la gran importancia que le otorgo, dedico de nuevo la entrega completa a
resaltar el tema. Me refiero a: ¿Qué es lo que tienen que hacer las empresas y
todo tipo de organizaciones, para ser eficaces, continuar sobreviviendo y seguir
siendo competitivas hacia el futuro?
Lo que voy a plantear, lo he venido
sustrayendo de diversos foros, congresos, conferencias, webinars y de revistas internacionales, en
los que destacados especialistas, escritores y altos directivos de empresas de
éxito comprobado insisten continuamente: en la necesidad que a futuro tienen
las organizaciones de innovar las formas de gestión, de liderazgo, dirección
y management, con la finalidad de
llegar a ser y mantenerse en el tiempo, siendo productivas, eficaces, de
calidad y altamente competitivas.
Haciendo un extracto de lo esencial de sus planteamientos,
se llega a la conclusión de qué: “los actuales enfoques y prácticas de
dirección y management datan, en su mayoría, de principios del siglo
pasado; razón por la que no son adecuadas al tipo de organizaciones que
necesitan ser exitosas hoy", y aún más, de cara al incremento de dificultades y
complejidades del mundo futuro de los negocios.
Por estas razones, en sus recomendaciones coinciden en
sugerir una serie de cambios en cuatro
ámbitos fundamentales para cualquier tipo de empresa y organización, tanto si
son de índole privada, como pública. Las cuatro macro acciones que sugieren
poner en marcha de forma inmediata son:
1ª. Revisar y/o
reorientar la estrategia actual de la empresa.-
Ante la nueva realidad tan cambiante y cada vez más
compleja, afirman: “es imposible continuar tal como se ha venido haciendo.
Donde se está hoy, se debe a la estrategia seguida”. Por esta indiscutible razón, “es
indispensable diseñar e implantar de forma apropiada una nueva estrategia de
empresa que garantice éxito y eficacia a futuro”.
Cuando señalo “implantar de forma
apropiada”, me refiero a la necesidad de que la estrategia implique y consiga
la participación, aporte y compromiso de los miembros de la empresa; para lo
que existen diferentes modalidades de implantación. Pero la clave está en
hacerlo de forma que se logre el engagement, compromiso de todos.
Insisto, es clave.
2ª.
Incrementar la capacidad de innovación de empresas y organizaciones.-
Hacerlo como se debe, requiere de disponer de una cultura
orientada a la innovación que
estimule: La libertad para actuar; que permita asumir ciertos
riesgos calculados; que confíe en las personas; que promueva el emprendimiento y
los comportamientos creativos; que refuerce los comportamientos dirigidos a
mejorar; que no castigue y sea condescendiente con el error, de no ser así no
estimulará el aprendizaje, la iniciativa y la creatividad, tan importantes
hacia el futuro. Pero para ello, es indispensable que quienes lideran o “dirigen”,
crean en las personas, en que poseen talento, en que cuentan con un potencial
mayor del que habitualmente han podido utilizar, que confíen en ellas y que
estén conscientes de que para ello, deben darse las condiciones de cultura y
clima de trabajo que se describen.
3ª. Construir
sobre la marcha, una nueva cultura organizativa que estimule y aproveche el
talento de las personas.-
Para ello es indispensable realizarlo mediante: el
incremento de la participación; formación; desarrollo del talento;
incrementando el trabajo en equipo y la cooperación entre departamentos y áreas
que conforman la empresa; obteniendo el compromiso de todos con la filosofía de
la empresa, sus objetivos y los resultados deseados. Hacerlo así, brindará a la
misma, máximas garantías de eficacia y éxito continuado.
4ª.
Disponer de líderes, “directivos”, excelentes, excepcionales.-
Que posean las competencias-fortaleza, que han sido identificadas y probadas según
los estudios más recientes, algunos de ellos aún en activo, en estos tipos de
líderes. Se trata de líderes capaces de desarrollarse más así mismos y de
hacerlo al tiempo que crean condiciones para que sus colaboradores incrementen
también sus competencias y desarrollen al máximo su talento y potencialidad.
Desde mi punto de vista, esta cuarta
recomendación, considerando a las otras tres fundamentales, es la más
importante y clave para que todo lo anterior pueda realizarse. Para esta
afirmación contundente, me baso en el hecho de que las tres primeras tendrán
obligatoriamente que ser ejecutadas por líderes, en cada empresa. Son los
líderes quienes diseñarán e implantarán la nueva estrategia; también son, a
quienes corresponde cambiar la cultura y desarrollar una centrada en la
innovación, y a su vez deberán ser capaces de estimular y aprovechar al máximo
el talento de las personas bajo su responsabilidad. ¿Es
o no esencial contar con este tipo de líderes excepcionales?
Una muy amplia y reciente investigación realizada para
determinar ¿qué hace a un líder ser altamente eficaz?, ha aportado un hallazgo
muy importante referido al hecho de que:
“Ya no es suficiente ser buenos o muy buenos líderes, hay que ser
excepcionales, extraordinarios” (Zenger/Folkman, 2002...).
Por lo señalado afirmo con seguridad
qué: es vital, para desarrollar una empresa eficaz, productiva, de calidad y
altamente competitiva, que ésta, cuente con un importante número de líderes
excepcionales. Son los líderes, los responsables de lo fundamental que sucede
en cualquier empresa, de sus éxitos o de su fracaso.