lunes, 30 de mayo de 2016

ESPAÑA: ELECCIONES, POLÍTICOS, MADUREZ PSICOLÓGICA (Parte 3)



III ETAPA: PERSONALIDAD CONFORMISTA

En un país como el nuestro, donde gobernantes, políticos y otros dirigentes, manifiestan y aplican con demasiada frecuencia comportamientos descritos en las personalidades de baja madurez psicológica – I (Impulsiva), II (Autodefensiva-oportunista), III (Conformista) -, los resultados serán: Manipulación, corrupción, mentiras, oportunismo, irrespeto de leyes, reglas y normas, abusos de poder, desigualdad y otros por el estilo. En resumen, un gran engaño.

Finalicé la entrega anterior señalando: “Al describir y comentar la Personalidad III, Conformista, nos percataremos con claridad de ¿por qué estamos como estamos en el país?” Nos daremos cuenta de que, aunque efectivamente, en general los políticos que nos gobiernan tengan un nivel de madurez más elevado, gran cantidad de sus decisiones, acciones y comportamientos se corresponden con los de personas de baja madurez. Razón por la que resultan tan perjudiciales y dañinos para el país, y desde luego, para los ciudadanos.

Esta conclusión es terrible y no permite prever un cambio ni mejora a futuro, al menos en el corto y medio plazo, lo que conlleva consecuencias dolorosas. Intento hacer  comprender al lector, que aún los comportamientos que determinan y caracterizan a la personalidad Conformista se pueden considerar, entre baja y media madurez.

Conocer las características de esta personalidad,  permitirá comprobar que quienes dirigen: Gobierno, banca, empresas y otros gestores, actúan frecuentemente manifestando y desplegando comportamientos oportunistas y autodefensivos, abusando del poder que les otorga el cargo que ostentan.                  La Etapa III se caracteriza por:

  • Las normas son parcialmente asimiladas, se cumplen solamente porque son reglas que se deben respetar y cumplir. Aparece la vergüenza. (Por eso se respetan, algo que no siempre ocurre en el país). 
  • Confianza interna y recíproca sólo entre miembros del grupo al cual se pertenece. Rechazo de otros grupos. Pertenecer es clave. (A un Partido político, club, asociación).

  • Se aceptan las normas del grupo sin cuestionarlas. (Algo con consecuencias graves).
  • Su código moral tiene que ver más con las reglas, que con las consecuencias que se deriven de sus actos. (Gravísimas consecuencias se han derivado de esto en la historia).
  • Se ve a sí mismo y a los demás en referencia a las reglas y normas  sociales aprobadas y usuales. Ansiedad por "qué dirán de mi si…”, etc.
  • Valora y se preocupa por cosas materiales, estatus, reputación, apariencia, moda.
  • Juzga a los demás con base en las apariencias y conductas superficiales.
  • Usa frecuentemente prejuicios, estereotipos, generalizaciones.
  • Poseen una personalidad agradable y una simpatía superficial.
  • Hay búsqueda intensa de aceptación social, lo que los hace sentirse seguros.
  • Hay negación de sentimientos reales auténticos. No los expresan por miedo a las consecuencias. (Que se rompa el grupo y sentirse desamparados).
  • Evitan conflictos y situaciones agresivas. (Con objeto de mantenerse en el grupo).
  • Son pacíficos y no rompen la armonía del grupo. Siempre están dispuestos a cooperar y a trabajar en equipo. (Son excelentes para trabajar en equipo. Se ve claramente la gran diferencia con las personalidades I y  II)
  • Son personas que aún carecen de capacidad de introspección.
Entender los comportamientos y características de personas con personalidad Conformista, facilita comprobar que se trata de individuos y colectivos algo más éticos y maduros que los anteriores. Opino, que la mayoría de empleados de cualquier organización o empresa, sin distinción de nivel jerárquico están, usualmente, en esta etapa; al menos, dada la mayoría de los comportamientos que manifiestan. La propia cultura del país, de cualquier país, y de las organizaciones, en general, nos condiciona para adaptarnos y funcionar convenientemente, para facilitar la convivencia. Predomina así un comportamiento de tipo conformista.

Pros y contras de individuos con Personalidad Conformista.
El cambio de comportamiento que ocurre entre individuos de personalidad I, II y de la  III, es inmenso: Nos encontramos ahora, con personas para quienes las normas, políticas, reglas, leyes,  etc. contienen un significado, tienen valor, se aceptan. Se incorporan a las conductas habituales. Se cumplen, acatan y respetan. Esto representa un cambio muy positivo y de gran impacto para la vida y cultura política de país. La sociedad es, en general, Conformista.

Aparece la vergüenza y cierta capacidad de introspección. Tenemos así, una persona que respeta normas, reglas, políticas, etc. y que no se atreve a realizar acciones que la puedan llevar a sentir vergüenza, malestar, a ser rechazada por algo deshonesto, o no adecuado. ¡Puff! Qué gran cambio. Por ello afirmo que: “los comportamientos de muchos dirigentes actuales, en casi todos los ámbitos, se corresponden con los de personas de baja madurez”.

Desde el punto de vista de organizaciones políticas y de empresas, nos encontramos ahora con personas dispuestas a trabajar en equipo, a colaborar y que funcionan bien dentro de grupos pequeños. Que buscan “caer bien” con objeto de ser aceptados. Por ello, evitan situaciones agresivas o de conflicto interno. Intentan que el grupo funcione bien y sea armónico. De romperse, se quedarían muy solos y eso los aterra debido, a que su elemento fundamental de motivación es “pertenecer”,” ser parte de”. “Necesidad social”. Siempre están haciendo esfuerzos con el fin de que los grupos se mantengan en armonía

El problema más grave de personas con personalidad Conformista es, el que se refiere a que, “su código de moral tiene más que ver con las reglas que, propiamente, con las consecuencias de los actos”.  Este aspecto es sumamente delicado y ha sido utilizado y manipulado con frecuencia en el transcurso de la historia cuando grupos de personas con este nivel, han sido usados por “dirigentes maléficoso “ciertas ideologías”,como masa”, “como rebaño” para llevar a cabo fines no justificables e inclusive, realmente aberrantes.  Opino que buena parte de los comportamientos dentro de Europa, relacionados con los Refugiados, van en esta dirección.

Como grupos funcionan casi como un rebaño, y quien o quienes los dirigen pueden inducirlos a cometer, como ha ocurrido a lo largo de la historia, delitos muy diversos y hasta a matar,  “para salvar y resguardar el grupo y sus creencias”. Aún hoy sucede en algunas culturas.

Es sin duda, el tipo de personalidad más adecuada para acatar la “disciplina de partido sin rechistar”, lo que con frecuencia los lleva a justificar lo injustificable, tal y como se ha hecho con “el Austericidio” y muchas otras acciones en años recientes en Europa.  
Pueden además,  llegar a ser bastante “fundamentalistas” dentro del ámbito de las ideologías y las religiones que profesan. Las que sean. Unas lo hacen ahora, otras lo han hecho en el pasado. Desgraciadamente existen innumerables pruebas a lo largo de la historia y especialmente en Europa. Ya más en la actualidad, continúan existiendo ejemplos vivos de ello en varios países, donde por factores de ideología aún hay graves conflíctos y guerras.

Viéndolo más de cerca, en nuestro país, el comportamiento de senadores y diputados aplaudiendo las dañinas y dolorosas medidas impuestas a los ciudadanos “para mejorar la economía y funcionamiento del país ( la banca)”; aunque los resultados vienen demostrando lo contrario. Eso si ”a los intocables ni con el pétalo de una rosa”. Solo se “jode”, tal como lo afirmo una diputada en el  Parlamento hace unos meses, a los más desamparados, a la clase trabajadora, funcionarios, pensionistas, estudiantes, etc. A las élites se las teme.

Otro de los inconvenientes, al no tratarse de individuos con suficiente madurez es, que carecen de verdadera capacidad de introspección. Por ello, todo en su mundo, en sus relaciones, en sus gustos, es superficial. Van con la moda, juzgan a los demás por las apariencias y utiliza  prejuicios, generalizaciones y estereotipos.  Suele haber un fuerte rechazo de los otros grupos. Esto se observa con gran claridad en nuestra vida política, aun cuando, lo que el país necesita en los actuales momentos, es todo lo contrario.

Desde un ángulo más positivo, la persona Conformista, tiene todas las características para ser “el empleado o trabajador ideal, modelo”, y para “ser buen ciudadano”: Obediente, respetuoso, colaborador, honesto, trabajador, agradable, simpático, le gusta que le digan qué hacer y cómo hacerlo, ser dirigido. Y es, en general, obediente y bastante sumiso.

Más de un mando, o directivo, se mostrará encantado de contar en sus grupos de trabajo con individuos conformistas. Cuando por razones diversas del día a día, se siente mal con su jefe o con la empresa, o grupo, generalmente por respeto, y más por temor a una situación incontrolada por su parte, no se queja, acepta de manera sumisa. Es de las personas que muchos jefes desean porque no los retan y porque “no hacen olas”, todo con ellos es armonía y calma, lo que los convierte en muy deseados.

Esta es posiblemente la característica más positiva para cualquier organización. Pero eso hay que dirigirlo, ya que difícilmente se conseguirá que tome la iniciativa y que actúe con cierta independencia. Hay que dirigirlos.

Una advertencia que deseo hacer es, que desde mi punto de vista, ningún país, empresa, ni organización será suficientemente eficaz, innovadora y competitiva, si predomina en todos los niveles, incluyendo los de dirección, individuos con esta madurez o menor. Y según mis conocimientos y experiencias este, es un componente excesivamente arraigado en nuestro país. Obviamente existen importantes excepciones. Pero son eso, excepciones, no es lo usual, que es lo que necesitamos conseguir si de verdad queremos ser un país mejor.

En el próximo post, al fin: LA SOLUCIÓN.

viernes, 13 de mayo de 2016

ESPAÑA: ELECCIONES, POLÍTICOS, MADUREZ PSICOLÓGICA (Parte 2)



Continúo en la línea  del anterior post cuya finalidad era:  Intentar facilitar la comprensión de un tema difícil y complejo, relativo al nivel de Desarrollo de la Personalidad de los individuos, y en consecuencia, del impacto que produce en el comportamiento humano, según la madurez psicológica alcanzada.

Todo ello, enfocado en los tipos de comportamientos que hemos podido observar en nuestros políticos en relación con su incapacidad para llegar a acuerdos que facilitaran, a estas alturas del año, contar con un gobierno de cambio. Al menos, con un gobierno, no interesado en dar continuidad al “austericidio” que tan negativamente ha afectado a la gran mayoría de ciudadanos del país.

El “Marco de Referencia” que vengo utilizando para  ello, es el Modelo de Desarrollo del Yo, creado e impulsado al respecto por la psicóloga e investigadora Jane Loevinger. Según el mismo, acorde con el nivel de desarrollo alcanzado, las personas adultas se ven posibilitadas o no, para llevar a cabo comportamientos esenciales que les permitirán, cuando el proceso de madurez psicológica se ha realizado y evolucionado de manera natural, más o menos fluida, alcanzar una vida plena, productiva, creativa, relativamente independiente y fructífera, dentro de la sociedad.

Aclaro de una vez, que los comportamientos relativos a la Etapa Impulsiva I, descritos y explicados en el anterior Post, así como los que describiré en el presente correspondientes a la Etapa II: Autodefensiva, son completamente normales para todos los seres humanos en los primeros meses y años de vida; y estarán presentes en nuestras formas de actuar y de comportarnos, a lo largo del  proceso de desarrollo y superación, hasta irlos superando y sustituyendo por otros nuevos, lo que nos permitirá en el tiempo, llegar a ser adultos maduros útiles para la sociedad.

Me refiero al periodo que va, más o menos, desde cero (0) hasta los ocho a diez años (8 a 10 años) aproximadamente. De ahí en adelante deben haber sido superados al incorporar otros comportamientos más maduros. El problema serio y grave ocurre, cuando esos comportamientos continúan presentes en personas adultas.

II.-  SEGUNDA ETAPA: PERSONALIDAD AUTO-DEFENSIVA

Veamos los comportamientos normales, usuales, que tipifican a los  individuos que están en esta Etapa, o que han intentado superarla y al no poder hacerlo, se han quedado estancados con algunos de esos rasgos y conductas.

Quiero llamar la atención del lector para que observe, cómo la mayoría de los mismos, son frecuentemente ejecutados, realizados, por muchas personas que conocemos. En la situación presente, y por el enfoque que doy a estos Post, deseo pediros que observéis y decidáis, si se perciben en nuestros políticos. De ahí se derivaría, según mi criterio,  nuestra realidad actual.

  • ·         Hay reconocimiento de las normas, pero se las usa para su propio beneficio y satisfacción, o la del Partido: “lo que me conviene es bueno y lo que no, es malo”. (Impunidad).                           
  • ·         Malo, es igual a ser descubierto. No existen aún sentimientos de culpa como sanción. No posee capacidad de auto-crítica y no existe la vergüenza. (Esto aporta cierta forma de "patente de corso" y abre las puertas a la corrupción).
  • ·         Tienden a ser oportunistas, vivos, mentirosos e irresponsables. (Sobran los casos)
  • ·         Son personas interesadas en: cómo ejercer control, dominar y aprovecharse de los demás en sus relaciones con otros.
  • ·         Una fuerte necesidad de poder personal es su principal elemento motivador.
  • ·         Suelen ser desconfiados, inseguros, sinvergüenzas. (Lo vemos continuamente)
  • ·         Las personas con esta madurez psicológica ven el trabajo como algo molesto, desagradable. Lo evitarán siempre que puedan.
  • ·         Sus relaciones con otros son de “gana-pierde”. No suelen ser capaces de concebir el que los dos puedan ganar,  y menos aún, la colaboración y cooperación.
  • ·         Vivir es: vida fácil, con mucho dinero y cosas bonitas. (A enriquecerse como sea).

Los individuos adultos que poseen varias de las  características citadas formando parte de su comportamiento habitual, son personas con grandes carencias y deficiencias. Veamos a algunos de nuestros políticos. Contemplamos políticos que por sus acciones muestran en muchas de sus actuaciones estas características,  y se comportan con base en ellas.  Varias, nos permiten comprender el por qué la lucha de algunos por el poder, la falta de colaboración con otros y, por qué el trabajo conjunto, colaborativo en pro del país, es tan difícil de alcanzar.

Se trata de individuos a los que alcanzar y mantener acuerdos no les resulta fácil. Recordemos que sus relaciones son de Gane-Pierde, lo que en la realidad suele llevar a un Pierde-Pierde.  Entran a competir y las partes implicadas, salen perdiendo. Son necesarios comportamientos más maduros para confiar en los demás y poder colaborar en un compromiso común de país.

Aunque en esta Etapa II, se observa algo más de madurez que en la primera, sigue siendo una personalidad inmadura y altamente conflictiva. Una dificultad que podría presentarse al trabajar con  personas de esta madurez es, que: aprovechan las reglas y normas para sacar beneficio propio de ellas, aunque sea con el menoscabo de otros. Esta posibilidad en manos de políticos con estas características da origen a hechos muy dolorosos.

Se trata de personas que aunque cometan una fechoría, algún delito, pequeño o grande, como no tienen capacidad de autocrítica, no les produce malestar. Si además consigue que no le descubran, se siente estupendo, porque “lo han hecho tan bien y han sido tan inteligentes, que no les han descubierto”.

Son adultos oportunistas, que intentan obtener un beneficio individual, egoísta, de las situaciones. Son además, mentirosos e irresponsables (Todos los días continúan mintiéndonos). Su motivación predominante es la búsqueda de poder. Dominar y controlar a otros, al sistema.

Al leer las características citadas revivo comportamientos y acciones, especialmente de políticos, “que parecen descritos al pie de la letra”. Tampoco se libran algunos banqueros, empresarios, y otros, cuyos comportamientos no pueden ser más autodefensivos y oportunistas. (El caso de las preferentes es muy claro).

Pedir a personas con esta madurez que colaboren, que trabajen en equipo, es casi imposible de lograr, no podrían hacerlo aunque quisieran. Por su baja madurez, suelen ser personas psicológicamente inseguras, de ahí su fuerte motivación hacia el poder personal. Es la “coraza” necesaria para cubrir y disimular, creen ellos, su inseguridad e inmadurez.

Esa inseguridad los lleva a ser desconfiados con los demás, de ahí que en sus relaciones con otros traten siempre de sacar provecho personal y abusar de su poder sobre otros, siempre que puedan.

Ven el trabajo como algo molesto, desagradable, por ello, no se puede esperar que sean, o lleguen a ser buenos trabajadores. Y menos aún, buenos empresarios o directivos, serán mediocres. Y mucho menos, buenos políticos. Observemos lo que está ocurriendo y a cuantos hemos visto y vemos a diario actuando de manera oportunista.

Al describir y comentar en la siguiente entrega a la Personalidad III, Conformista, nos percataremos con mayor claridad de ¿por qué estamos como estamos en el país?


martes, 3 de mayo de 2016

ESPAÑA: ELECCIONES, POLÍTICOS, MADUREZ PSICOLÓGICA (Parte 1)



Siento necesidad de realizar algunos comentarios acerca de la situación política reciente que estamos padeciendo en el país. Se trata de un tema al que solo puedo aproximarme como un ciudadano más, dado que mis percepciones al respecto, son meramente personales dado que no soy experto como “analista político”.

En concreto, me refiero a la situación que tiene “molesta y cabreada” a buena parte de la ciudadanía, en relación con la increíble situación de falta de gobierno que estamos viviendo, y por la obligada necesidad de repetir elecciones, a la que nos han llevado. 

Después de cuatro meses de “circo”, mentiras, muestras de incompetencia, maniobras, manipulaciones, luchas no siempre comprensibles por el poder, engaños y varias otras manifestaciones más, es para mí, imposible comprender cabalmente las actuaciones llevadas a cabo por los partidos políticos y sus “lideres”. En especial, los cuatro que obtuvieron el mayor apoyo de la ciudadanía en las elecciones del 20 de Diciembre.

Lo que más me molesta es la demostración, una vez más, de la aparente falta de capacidad  y de la inmadurez mostrada para llegar a acuerdos. Algo, que en la situación actual, es clave ante la decisión de voto de los españoles.

Ante lo ocurrido, y ante el resultado frustrante alcanzado, debido a  una manifiesta serie de incapacidades y deseos ocultos de poder personalizado, es por lo que siento la necesidad de manifestarme de alguna forma. Lo mejor que poseo para llegar a otros es, Mi Blog Profesional que se acerca ya, a las 129.000 visitas.

Por ello, he pensado hacer un Post que pudiera  tener algún interés para otros, y que me permita realizar un análisis, “más o menos científico” de la situación, y que pueda tener un alcance que vaya más allá de mi profundo malestar por considerar que los políticos y los partidos en que militan no han hecho lo necesario para formar un gobierno nuevo, diferente y lo deseado, mucho mejor que el que hemos sufrido los últimos cuatro años.

Para realizar lo dicho,  y no perderme en dimes y diretes, echaré mano de un modelo de desarrollo humano, que ya he citado en otros post con otra finalidad. Basándome en dicho modelo, intentaré hacer un análisis de comportamientos de los partidos políticos y de la situación actual. Aplicaré el Modelo de “Ego Development”, desarrollado por la psicóloga e investigadora Jane Loenvinger.

COMPORTAMIENTOS Y MADUREZ PSICOLÓGICA

Loevinger desarrolló su Modelo como aporte científico que permitiera comprender e identificar en qué etapa del desarrollo del ego, de la personalidad, o de la madurez psicológica, se encuentra un individuo cualquiera.

A ese fin, después de mucho estudio e investigación desarrolló un Modelo que permite al observar los comportamientos y otros rasgos observables en las personas, identificar en cual  Etapa y/o Nivel se encuentra, en el proceso de desarrollo de su Personalidad, y de su Ego. En el caso que nos ocupa, aplicaré esos indicadores,  como “marco de referencia” que me ayudará a identificar y evaluar:

En qué “Etapa o Nivel de Desarrollo de la Madurez Psicológica” se encuentran buena parte de los políticos: 1) Como individuos. 2) Como miembros de grupos, influidos y condicionados por los mismos.

Para hacerlo me basaré en algo relativamente objetivo: Los comportamientos observables  que se perciben a diario en ellos. Es obvio, que aun tratándose de la “Observación de sus Conductas”, no se trata de algo que es 100% objetivo.

Nuestras percepciones sobre un mismo hecho, están siempre condicionadas por diversas variables: creencias, ideología, madurez psicológica, educación, intereses, gustos y otros. Con todo y eso, al aplicar el “Modelo-Loevinger”, se puede realizar un análisis bastante objetivo y real. Los rasgos a ser evaluados, fueron determinados por sus investigaciones, y las de varios otros colegas y científicos del desarrollo humano. Por ello, resultan ser una valiosa  ayuda para quien los aplica. Brindan la oportunidad de ser más objetivos.

La actividad a realizar consiste en ver y analizar los comportamientos observables de las personas-políticos, y relacionarlos con las descripciones de comportamientos que caracterizan y diferencian cada una de las “Seis Etapas del Desarrollo del Yo”, determinadas y reseñadas por la autora.

Cada una de las seis etapas que se citarán, representa un punto en el tiempo y en el espacio, en el cual un individuo se ha detenido en su proceso de desarrollo. 

 ”Cada etapa refleja el modo en que una persona percibe al mundo, y con base en ello, cómo se enfrenta y lidia con él mismo a  fin de, en primer término, lograr su supervivencia y alcanzar su desarrollo y superación” J. Loevinger.

Las diferencias que se señalan entre personas que se encuentran en las diversas etapas de desarrollo, representan diferencias en las funciones humanas. Se habla así de:               1)  Diferencias cognitivas: Cómo las personas razonan, piensan, conocen, aprenden y comprenden cualquier situación.
2) Diferencias de proceso: Cómo los individuos expresan sus emociones. Cómo se relacionan unos con otros. Desarrollo del carácter y de las interrelaciones.
3) Diferencias de sistemas: Cómo las personas funcionan, cómo hacen frente a su realidad, cómo se comportan. Cómo  mantienen un concepto integrado de su propio ser y de sus preocupaciones fundamentales.

Cada etapa y nivel, se caracteriza por distintas preocupaciones emocionales, diferentes estilos cognitivos y diversas maneras de relacionarse con otros y con el mundo. En las seis  etapas, se afrontan los problemas y situaciones que producen contacto con el mundo en un intento por entenderlo, lo que origina diferentes comportamientos.

Las Etapas, muestran actitudes diferentes con relación a: Trabajo, expectativas, deseos y niveles de compromiso; lo que condiciona las respuestas en general. Lo mismo sucede cuando se refiere al medio de las empresas y organizaciones donde se desenvuelven. En el caso que nos ocupa, dentro del mundo de la política y la gestión del país.  El Modelo facilita una perspectiva clara y una metodología que ayuda a comprender al individuo y su comportamiento. Y en especial, en el ámbito de trabajo en el que se desenvuelve.

ETAPAS, NIVELES Y COMPORTAMIENTOS QUE LAS TIPIFICAN

Compartiré descripciones de cada etapa y nivel, señalando sus características. En el Modelo, se denomina Nivel,  al proceso de evolución o de transición que suele ocurrir cuando una persona va madurando y pasando de una Etapa a otra superior.

En estos Post, solamente señalaré los rasgos y/o comportamientos que describen en cada etapa, aquellos que he podido observar en el comportamiento de nuestros políticos. Información más completa se puede ver en los post de Mayo 7 a Noviembre 24-2012.

I.-  PRIMERA ETAPA: PERSONALIDAD “IMPULSIVA”

Personalmente me parece terrible encontrar políticos que por el trabajo que realizan, y por el impacto del mismo sobre los ciudadanos, actúen tal y como lo hacen este tipo de personas que poseen tan baja madurez psicológica. Lamentablemente, creo que los hay. Los lectores juzgarán.

Se trata de una Personalidad muy “rudimentaria, primitiva”. Esencial pasar por ella y superarla, durante el proceso de desarrollo y madurez normal de todo ser humano. Señalaré, sabiendo que se trata de algo lamentable, comportamientos en adultos que encajan en esta Etapa. Por suerte son una minoría. La Personalidad Impulsiva, se caracteriza por los siguientes comportamientos que según mi percepción, se observan en nuestros políticos:

  •  Con frecuencia, no hay reconocimiento ni aceptación de normas. Una acción es considerada mala sólo si es sancionada. Por ello, perciben cualquier forma de castigo como venganza de otros.

  • Relaciones interpersonales de explotación y/o dependencia (Abundantes Chupamedias). Ven a los demás sobre la base de lo que puedan darle, “como fuentes de suministro que hay que aprovechar”.
  • Tienden a clasificar a los demás como “buenos o malos”. Superficialidad.
  • Están orientados al presente, al corto plazo, no hacia el futuro.
  • Son comunes las ideas supersticiosas. (Encomendarse a figuras religiosas, etc.)
  • Personalidad  hostil, rabietas, arranques temperamentales.
Todos los humanos hemos pasado por esta Etapa durante nuestro proceso de crecimiento, desarrollo y madurez, en los primeros años de vida.  El problema se presenta, cuando en organizaciones políticas se observa la presencia e influencia de personas adultas que manifiestan conductas o comportamientos como los descritos.

Políticos que no respetan las normas  (ya lo dirimirá, algún día un juez), o que las utilizan para su beneficio personal siendo capaces de cometer casi cualquier delito o acto de corrupción, y mantenerse como si nada hubiera sucedido, sin remordimiento. Si lo descubren, lo que sucede es que “como según su madurez y percepción él no ha hecho nada malo o reprobable, cuando lo castigan, lo considera una venganza de otros. Sus opositores, sus enemigos”.

Para los políticos que poseen algunos de estos rasgos, los demás existimos para proveerles lo que necesitan: Poder, dinero, sexo, lujo, objetos que desee, y otros. Por ello, no escatiman en: robar, violar leyes, corromper a otros, dejarse corromper, etc. Su agresividad,  hostilidad, prepotencia y falso orgullo, los hace sentirse potentes, fuertes. Pero lo que hay realmente por dentro es una gran inseguridad, debido a su inmadurez personal.

Las personas que desarrollan estas conductas,  están esencialmente motivadas por una fuerte necesidad de “poder personal”, que utilizan para aprovecharse y explotar a otros. Los demás, o están con él o en su contra, no hay medias tintas. Son personas adultas que por su inmadurez viven el día a día y son incapaces de ver el futuro. Ya mencioné, que este tipo de individuos muy poco desarrollados, por suerte, no es lo que abunda.

Políticos con comportamientos de esta etapa. Provocan serios daños al país; roban todo lo que pueden y muestran algunas otras manifestaciones agresivas de dominio y mando.

Pregunta para los lectores:
 ¿Veis en los comportamientos descritos ejemplos reales de: Políticos, algunos banqueros, ciertos empresarios y otros, que se han aprovechado o se están aprovechando de la mayoría de los ciudadanos y del país?

*** Lamentablemente,  me resulta extremadamente difícil expresar todo lo deseado sobre el tema, en uno o dos post. Intentaré en los siguientes ser más breve. En el próximo estudiaremos las Personalidades AUTO-DEFENSIVA II y CONFORMISTA III.