viernes, 25 de febrero de 2022

IMPORTANCIA CLAVE DE LA "CULTURA DE LA ORGANIZACIÓN"

Como señalé en post recientes, dentro de las recomendaciones de los expertos para hacer frente a la crisis, su segunda recomendación es: “Idear e implantar una filosofía, ideología y cultura de empresa, nueva, diferente.

Una cultura y un clima de trabajo que resulte estimulante para todos los relacionados con la organización, con la finalidad de desarrollar una atmosfera y un ambiente de trabajo retador, estimulante, refrescante, que facilite y promueva el uso del talento, la cooperación entre individuos y departamentos, el trabajo en equipo, que impulse la excelencia, y que esté orientado hacia incrementar el nivel de compromiso, el logro y consecución de los resultados deseados, y el funcionamiento esperado.

Hacerlo bien, permitirá poco a poco, ir construyendo la ambicionada nueva cultura y manera de hacer las cosas. La misma, deberá mostrar diferencias y mejoras claras al compararse con la que existía anteriormente. Hablamos así, de implantar la que será la nueva Ideología, Cultura y Clima organizativo deseados.

La “cultura organizativa “es propia y exclusiva de cada organización. Es algo parecido a la “personalidad” en los individuos. Es lo que la distingue y diferencia de cualquier otra organización. Las personas, usualmente se incorporan a una empresa u organización, con una cultura-ideología y clima de funcionamiento que lo va a condicionar. Le va a permitir, o no, utilizar las competencias y talento por cuya posesión, lo contrataron. De ser así se sentirá potenciado, empoderado, comprometido y motivado, lo que lo convertirá en alguien altamente productivo, eficiente y eficaz.

Pero con frecuencia sucede lo contrario. Las personas se incorporan a organizaciones que tienen su historia. Ésta, puede ser: Conflictiva, centrada en el poder y la autoridad de unos pocos que mandan; donde, con suerte no será maltratado, ni descalificado moralmente. Sin embargo, lo más seguro es que esté mal remunerado y que, además, no tenga realmente, oportunidad de desarrollar su talento, capacidades, fortalezas personales y de hacer carrera en esa empresa.

Directivos y/o jefes, detractores y opresores existen, debido a que la cultura de esa empresa lo permite y lo estimula. Si es lo que sucede, se debe sin duda alguna, al hecho de que la dirección lo permite y promueve esa forma de trato y funcionamiento. Forma parte de su cultura e ideología: De su forma de ser, pensar y actuar.

Todo esto se puede cambiar, mejorar, pero requiere de mucho trabajo, consenso, compromiso, dedicación, apoyo y de un tiempo relativamente largo. En mis experiencias como consultor externo, organizaciones de un tamaño medio requirieron de un trabajo serio y decidido del equipo de cambio, durante un mínimo de 15 a 24 meses.

Es imprescindible visualizar y entender la Ideología y Cultura, como: producto resultante de una serie compleja de valores, creencias, estilos de mando, comportamientos, costumbres, interacciones, intereses, procesos y mezclas de todo tipo de estilos, educación y diversidad de personas, que dan a cada organización su personalidad propia y característica”.

Cuando una persona ingresa a trabajar, se incorpora a una cultura organizativa generalmente muy arraigada. Esta cultura, juega un papel determinante en cómo las personas deben comportarse para sobrevivir y, desde luego, para idealmente, hacer carrera, rendir y poder progresar dentro de la misma.

Veamos un doloroso ejemplo real y continuado, muy poco constructivo que se viene dando y que se repite continuamente, en una organización de gran trascendencia y relevancia para la buena marcha de nuestro país: El Congreso de Diputados.

Cultura predominante de mentiras, oposición sin importar las consecuencias, violencia verbal, insultos, tránsfugas. Lo peor, de manera especial del PP fué, amañar todo para que las modificaciones que mejoraban la anterior “Ley del Trabajo” no fuera aprobada. Ello, a pesar de ser beneficiosas para una gran mayoría de trabajadores y de presentar un avance para el país en la lucha contra la temporalidad exagerada. Ésto, aún a pesar de que las mejoras contaban por primera vez con el acuerdo y aprobación de: Sindicatos, Patronal y el Gobierno. Pero claro, no se le puede permitir al Gobierno, tal triunfo.

La manipulación que se dio, la presencia y traición de los tránsfugas, el engaño, y todo lo que aconteció tiene que ver con una muy “baja madurez psicológica y un oportunismo exagerado”, al QUE NO LE IMPORTAN LAS CONSECUENCIAS DE SUS ACTOS.

Empresarios, sindicatos y gobierno a favor y otros, por venganza, envidia, inmadurez, conveniencia etc., la rechazan.

Logran desinformar, irritar, incitar, y van con sus mentiras vengativas, hasta Europa mostrando una gran falta de sentido de país. Mayor inmadurez aún. Hablan de trampas quienes se las pasan en ello.

Daño, deterioro de organizaciones y, en este caso, del país; descredito a la imagen del mismo, con todo lo que ha costado mejorarla, post dictadura. Es incomprensible. Dan muestras claras y contundentes de que lo suyo es tan solo, el Poder, las consecuencias de sus acciones y comportamientos no les importan, no los valoran. Representan claramente actos de inmadurez bien primitiva.

Ahora la lucha ciega por el poder de la jefatura del partido y todo lo que se dice de: Mentiras, espionaje, comisiones ilegales y sospechosas, etc. Y claro, al final ya todos conocéis como por los momentos terminó esta historia de “intento de derribo ciego al gobierno”, sin preocuparse por los inmensos daños que se infringen al país. Se trata verdaderamente de un “SINDROME de Inmadurez Psicológica”, que padecen un elevado número de nuestros diputados. Dicen Ah, y aplauden. Dicen Z, y aplauden. es cómico.

Bajo estas condiciones ninguna organización normal, pública o privada, puede sobrevivir, y mucho menos ser eficaz, productiva y exitosa. ¡Que desperdicio de tiempo, recursos y materia gris!

 

http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion