martes, 28 de abril de 2020

MEJORANDO LA ACTIVIDAD DE APRENDER (Parte 3)


Al leer de nuevo, una vez publicado, el anterior post, tomé conciencia de no haber explicado con claridad y profundidad, la complejidad y la extraordinaria utilidad de todo lo que respalda a la metodología vivencial, experiencial conocida, primordialmente en nuestro país en el ámbito de algunas Escuelas de Negocios, como metodología de “Aprender haciendo”,learning by doing”, que ya señalé como fundamental y clave, a la hora de intentar estimular, mejorar la formación e incrementar los aprendizajes de cualquier persona.

Al releerlo, me di cuenta de que apenas la describí como: “actividad consistente en tres fases: Hacer - Ver /reflexionar – Aprender” o lo que es lo mismo, hacer algo, ejecutar una actividad, un “juego”, una simulación, otros. Ver y/o Analizar, reflexionar sobre lo que hicimos, ejecutamos, cómo obramos. Y finalmente, de ahí, de esa revisión y análisis, y contándose con la ayuda y guía del profesor, facilitador del proceso, extraer conclusiones que, idealmente, den forma a un nuevo modo de aprender, a otro tipo aplicación, y a una posible innovación. El resultado esperado será: Cómo hacerlo mejor en próximas ocasiones.

 

¡Cambiemos ya, nuestro anticuado sistema de enseñanza-aprendizaje!

Siento que es necesario aclarar que, esas tres fases de la metodología, facilitan desarrollar diversas y variadas competencias personales, alineadas con las diferentes vivencias que se van aplicando y obteniendo en cada nueva experimentación, acción y actuación. Cada vez que hacemos algo, tenemos oportunidades de aprender, y de superarnos. Para las personas, los seres humanos, todo lo que vamos viviendo y/o experimentando nos proporciona oportunidades para prosperar, aprender, asimilar novedades, desarrollar nuevas competencias, y más.

En la actualidad y en especial a partir de mediados de los años 80, los enfoques de aprendizaje más novedosos y fructíferos, han estado orientados hacia el estudio y desarrollo de competencias. Entendiéndose ahora por competencia, la cantidad de: conocimientos - conceptos / habilidades / destrezas, que se posee de algo.

Espero, en el presente post, ser capaz de explicarlo más profunda y claramente y, al mismo tiempo, poner más fácil para: profesores, maestros, alumnos, facilitadores, trainers, y otros, las razones e instrumentos por las que, “considero a ésta sistemática participativa, la mejor, más completa, potencialmente valiosa y confiable, metodología de enseñanza-aprendizaje”.

Para aseverar lo dicho, me baso en buena medida, en las experiencias de aplicación que, con relevante éxito se han realizado en el mundo, y también en las mías propias, obtenidas al aplicarla en cursos largos, y en talleres de 24 horas dirigidos a ejecutivos y gerentes de diferente nivel y variadas profesiones, tanto en empresas y organizaciones, como en cursos de postgrado. También, en la formación, desarrollo y actualización de profesores, y autoridades de centros educativos.

Lamentablemente, dado el enfoque en temas de gerencia de mis actividades, nunca he tenido la oportunidad de aplicarla en educación infantil, primaria, secundaria, ni en formación profesional (FP). Sin embargo, estoy convencido que para estos últimos es, sin duda alguna, la metodología ideal, perfecta, a medida, debido a su amplia orientación práctica, experimental. Lo es también, para los otros niveles que mencioné. El reto que se presenta consiste en conocerla y adaptarla fácilmente.

Por lo señalado, la considero, además, excelente para reducir al máximo: el tedio, ausentismo y las bajas calificaciones escolares en general. También es relevante, como método para combatir el abandono de los estudios. Menciono esto, porque con esta metodología se consigue un elevado nivel de implicación, participación, creatividad, ingenio y diversión, como método de aprendizaje, en casi cualquier materia, siempre y cuando, su aplicación esté bien diseñada y sea realizada por maestros y profesores. Explico por qué creo firmemente lo que acabo de señalar.

Una visión del proceso de aprendizaje y, del desarrollo humano

Para conseguir hacer realidad la complejidad que implica lo señalado en el subtítulo, y que sean comprensibles las razones por las que defiendo la utilidad y relevancia de esta modalidad de aprendizaje, es necesario retroceder a la niñez y, entender y aceptar, que todos los seres humanos desde el momento en que nacemos hasta el día de hoy, ya adultos y/o mayores, nunca hemos dejado de aprender, desarrollarnos, y evolucionar.

Todo nuestro proceso de crecimiento, desarrollo, maduración sicológica, moral, etc., ocurre a lo largo de un continuo periodo de aprendizaje, superación, educación, formación, y adiestramiento para la vida. Eso, nos permite superar de forma eficaz, competente y positiva, los diferentes “retos, desafíos”, que cada etapa, edad, período, nos presenta, con el objetivo de que podamos seguir aprendiendo, madurando, avanzando. Erik Erikson las denominó “crisis del desarrollo”.

Aprender a comunicarse, hablar, amar, transmitir, jugar, hacer amistades, relaciones, socializar… forma parte de las “tareas” que tenemos que ir aprendiendo y superando. Son retos, lances, “crisis” que vencer. Conforme vamos aprendiendo, vamos asimilando, incrementando al mismo tiempo, las posibilidades de éxito y de alcanzar mayor eficacia. Todo ello, nos ayuda a ir incorporando y manifestando, comportamientos cada vez más complejos que ensayamos y confrontamos en el día a día. Cada vez de mayor diversidad y novedad.

Al principio durante los años de niñez, se suele contar con mucha ayuda y apoyo de otros y desde el momento que vamos alcanzando la madurez sicológica, social, moral, dependemos mucho más de nuestros propios recursos, capacidades y competencias. Desde el comienzo, nos ilustramos de personas de ambos sexos de las que siempre se puede aprender, y quienes, con el tiempo, resultan ser realmente “modelos de acción y actuación” que imitamos, consciente y/o inconscientemente de manera frecuente: Progenitores, familia, amigos, ídolos, estrellas del deporte, artistas y otros. 
Aprendemos siempre, contando con el apoyo, más o menos directo, de quienes van por delante de nosotros.

Existen estudiosos, investigadores, escritores y literatura, que explican amplia y profundamente lo que acabo de señalar de forma superficial. Aquellos que deseáis mayor rigor y profundidad científica sobre el complejo y amplio tema del “Desarrollo y aprendizaje Humano”, podéis echar mano de esa literatura. Personalmente, y para elaborar los contenidos del Blog, me conformo con lo que voy describiendo.

Mediante el recuento hecho hasta este momento, he pretendido dejar claro que, desde que nacemos no paramos de aprender y de que, para ello, sin duda, utilizamos y aplicamos varios métodos de aprendizaje de los que no siempre “nos damos cuenta”. No solemos estar conscientes de ello, pero aprender, exige tener algún método y/o estructura mental que lo facilite. Aprender ha sido siempre, y especialmente en educación, evolución, desarrollo, y perfeccionamiento, tema clave de discusión:  

¿Cómo aprendemos?

¡Aprender a aprender! Es algo tan complejo que tiene muchos enfoques y distintos planteamientos.  Sería para mi ilusionante que, en nuestro país, en vez de la utilizarse tanto, métodos cognoscitivos, muy limitados para un buen aprendizaje como ya señalé, apenas 20%. Cambiemos ¡por fin!  ¡ya!, a métodos vivenciales, activos e integrales para el alumno. Al aprender haciendo lo aprendido llega al 60 / 65%. Es incomparable.

 ¡Cambiemos ya, nuestro anticuado sistema de enseñanza-aprendizaje!

Mis experiencias con el método vivencial que descubrí muy tarde, ya con 30 años, cuando lo puse en práctica, recuerdo claramente que percibí y sentí que se me revelaba un mundo de aprendizajes completamente nuevo, amplio, comprensible y más claro, que se expandía más y más, en cada oportunidad que lo utilizaba. Es por ello, por lo que lo defiendo y por lo que considero de gran utilidad explicarlo y darlo a conocer en detalle.

Para hacerlo, tengo forzosamente que echar mano de conceptos, teorías, modelos y razonamientos que me ayudarán a demostrar su gran valor.

Algo relevante acerca del desarrollo de los seres humanos

Todos los seres humanos a lo largo y extenso de nuestras vidas, desde que nacemos, funcionamos siempre, en tres áreas, ámbitos o niveles de interacción con el exterior y con nuestro interior. Estos niveles o ámbitos de funcionamiento, se han identificado y estudiado en profundidad desde diferentes perspectivas, visiones y espacios de acción. Son, según planteamientos de los estudiosos de esos complejos y profundos temas:

a) El área o ámbito cognitivo, cognoscitivo, intelectual, sabio, docto, mental, subjetivo… del que la memoria y el recuerdo forman parte.

b) El área o ámbito emocional, afectivo, cariñoso, apasionado, sensible, emotivo, compasivo, solidario, donde radica la pasión y sentimientos.

c) El área o ámbito conductual, activo, motor, vivaz, cinético, enérgico; donde radica el movimiento, la acción, movilidad, motricidad.
Regidos todos ellos por distintas localizaciones dentro de nuestro cerebro.

Todo tipo de conducta o comportamiento humano proviene de alguna de esas tres áreas de acción e interacción humana. Puede así mismo, tener origen en una de ellas e implicar y mostrar efectos en las tres. Ésta es quizás, la razón principal de por qué me apasiona el método de aprendizaje vivencial, basado en experiencias, prácticas y experimentos.

Cuando cualquier persona hace algo activamente, de forma vivencial y, esto es algo que nos sucede comúnmente como personas, como seres humanos, estamos simultáneamente participando y actuando en los tres ámbitos señalados. Por ejemplo, nada impide que algo conceptual, intelectual nos provoque algún tipo de reacción sensible, afectiva, emocional, aunque se trate de algo correspondiente al ámbito cognitivo y que además nos lleve a emprender alguna acción.

Lo mismo ocurre usualmente cuando participamos en un evento deportivo, algo físico, activo. Si lo hicimos bien y ganamos o si perdemos, hay simultáneamente: emociones, sentimientos, recuerdos y otros, que provienen de los ámbitos intelectual y emocional, pero los tres, han estado facilitando que se diera el comportamiento deseado. Y esto, es algo que “nos viene ocurriendo de manera continuada desde que éramos infantes”.

En lo que acabo de señalar, es donde radica el hecho comprobado y comprobable de, cómo con la metodología vivencial, el proceso de aprendizaje es “integral”, completo, amplio, casi ilimitado. Los tres ámbitos de interacción participan y el resultado, debido a ello, es muy enriquecedor. Como clara consecuencia de ello, el aprendizaje tiene siempre posibilidades de ser mucho mayor, más amplio, profundo, estable, de lo que se puede conseguir con el método cognoscitivo, hoy predominante aún, en los diversos niveles de educación en nuestro país. Seguimos dando amplia prioridad a las clases teóricas, charlas, fundamentalmente centradas en lo cognitivo, intelectual, memorístico, sea cual sea el contenido de las asignaturas. Por esa razón el venidero subtitulo.

Tenemos que cambiar ya, nuestro sistema de “Enseñanza-Aprendizaje”

Ya señalé que, considero componente central de cualquier sistema educativo, la forma cómo se lleva a cabo el proceso fundamental de, enseñanza- aprendizaje. Es esencial que, del mismo, el alumno, sea capaz de obtener, extraer la máxima ilustración y competencias. Percibo sin embargo que nuestro sistema de enseñanza-aprendizaje tiene serias deficiencias y carencias para poder lograrlo.

La mayoría de expertos y estudiosos del tema, coinciden en que está esencialmente enfocado en el aprendizaje memorístico, intelectual, escuchando las excelentes charlas y explicaciones dadas por los profesores, con frecuencia, doctos y excelentes en cuanto al conocimiento y comunicación de los contenidos de las materias que buscan enseñar.

No se ve tan claro si nos centramos en los aprendizajes, (60-65%, vs. 20%) en la verdadera asimilación de conocimiento, y en el desarrollo y adquisición de competencias reales. Ahí nuestro sistema fracasa rotundamente. Solamente se consigue un aprendizaje superficial y poco enriquecedor. No está concebido ampliamente. Solo beneficia realmente, a los muy estudiosos o aquellos que aprenden oyendo, escuchando. A quienes les va bastante bien con el método conceptual.

Es por ello que afirmo que, el sistema de enseñanza-aprendizaje, en nuestro país deja mucho que desear. Está basado y concebido de manera que dos de las áreas o ámbitos de aprendizaje se desprecian e ignoran. Lo que aplicamos, en general, es una metodología débil, pobre, que se centra en el profesor como la parte activa del proceso de aprendizaje, en lugar de serlo el alumno, el verdadero aprendiz.

Claro, ante esta realidad, las evaluaciones y aprendizaje resultan con frecuencia, mediocres. El aprender no puede, solamente, descansar en lo intelectual, en lo memorístico y en lo que el profesor sabe y es capaz de transmitir en un porcentaje, a veces, bastante limitado.

En la metodología vivencial, el rol del profesor es, primero como estimulador, al proponer cada actividad de práctica simulada, y segundo, como facilitador de los aprendizajes y como “agente” para lograr cambios en las personas, a través actividades de “aprender haciendo, mediante vivencias propias”, que es lo esencial y también, en el trabajo con pequeños grupos. Éstos, no se consiguen con la utilización exclusiva del método cognitivo. Con la metodología vivencial sí, pero las circunstancias son muy diferentes. Ahora estamos hablando de un rol del docente como facilitador de aprendizajes, no solo responsable de elegir contenidos y dictar clase.

La tercera fase del sistema vivencial, experimental es la de aprender. La metodología, está totalmente enfocada en ayudar, después de haberlo vivido y experimentado, a extraer aprendizajes valiosos que se pueden derivar de cada experimentación, de cada aplicación práctica, donde el uso de ordenadores cada vez se ha venido utilizando más. De no ser mediante los diferentes recursos de aprendizaje, no se consigue este. Si se consigue, el porcentaje obtenido es mínimo. En todo esto, el profesor juega también un papel clave, pero ahora aplicando técnicas y herramientas que le provee esta enriquecedora forma de aprender. Profundizaré en esto en el venidero post.

Por otra parte, para poder de forma eficaz aplicar esta metodología en aula, es necesario formar pequeños grupos-equipos para realizar las diversas actividades experimentales y, al culminar las mismas, estimular el análisis y aprendizajes que surgen del equipo. El maestro o profesor, actúa aquí como “facilitador del proceso de aprendizaje” que cada alumno adquirió, ayudando al mismo tiempo a cada equipo a extraer sus propias lecciones y conclusiones y ampliar y profundizar en las mismas.

En el venidero post, y para culminar el tema, explicaré ampliamente esta actividad de procesar ejercicios, simulaciones y otros mediante los cuales el profesor consigue que cada alumno aprenda un sinfín de cosas útiles para su futuro como persona y lo más importante, que sepa aplicarlo a otras situaciones distintas. Este es el verdadero aprendizaje.

http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion