jueves, 26 de marzo de 2020

MEJORANDO LA CAPACITACIÓN (Parte 1)



Me resulta extraño y poco coherente en momentos trágicos como el actual provocado por la epidemia del coronavirus, escribir uno de los artículos habituales del blog, que siempre ha estado enfocado dentro del ámbito de las empresas y otros tipos de organizaciones en cuanto a: qué y cómo hacer para mejorarlas y gestionarlas mejor.

Lamento, dado lo que ha sido mi experiencia de trabajo, aún a pesar de haber trabajado con organizaciones que contaban con más de 18, 000 empleados, no poder aportar nada concreto para gestionar mejor la compleja situación actual. Aunque el fenómeno del coronavirus, requiere de una amplia y coherente gestión y manejo. De ahí, que requiera de la adecuada aplicación de una serie de conocimientos, métodos, instrumentos de gerencia y gestión, que sirvan en general, para ser utilizados en cualquier situación.

La forma rápida de aparición, presentación y propagación, aunado al desconocimiento de las características del virus, en muchos aspectos desconocidas, ha hecho que la gestión de la epidemia haya sido en muchas formas, errática. Algo que es muy raro que ocurra en empresas, las que suelen tener previsiones acerca de qué y cómo hacer. Lo señalado, más los componentes de lo sorpresivo y complejo del fenómeno, encontró a todos sin saber bien cómo atacarlo.

Por otra parte, sin duda, muchos de los problemas se han producido debido a las mermas de personal, equipos, instalaciones y otros, llevadas a cabo desde hace unos 10 años por los recortes en la Sanidad Publica, donde los dos gobiernos anteriores, en especial el del PP con Rajoy a la cabeza, en apoyo de una sanidad privada. Menos personal de toda índole, menos camas, menos dotación de equipos y otros; manifestaciones continuas y marchas de protesta. Todo ello derivó sin duda, en deterioro del Sistema. A pesar de los cortes y recortes, considero que tenemos la mejor Sanidad Pública del mundo. Muchos países lo valoran así.

Tal como señalaba al inicio, percibo que el fenómeno me supera totalmente. Sin embargo, estoy consciente de que, de la lectura de este post, se puede obtener algún tipo de orientación en lo que se refiere a componentes de qué hacer y cómo, ante situaciones de máxima gravedad como la que vive el mundo actualmente.

Se trata de una situación tan compleja y novedosa que requiere del mejor manejo posible de teorías, prácticas y modelos de gestión que se hayan probado altamente efectivos. Por lo mencionado, vuelvo a la idea que he venido desarrollando en las últimas entregas, bajo el título: Mejorando…

MEJORANDO LA CAPACITACIÓN

Acorde con el título, me referiré a conocimientos y experiencias que puedo aportar. Espero que resulten de utilidad para enfrentar el complejo futuro, que todas las organizaciones deberán confrontar con urgencia, una vez superada esta grave crisis, y como todas, que abrirá una amplia serie de oportunidades y posibilidades de mejora y superación a futuro, para empresas y todo tipo de organizaciones. Así espero y deseo que sea. Por ello, ¡a prepararse!

Cuando hablamos del ámbito de la capacitación, entrenamiento, formación y desarrollo de personal directivo, responsable del progreso y del éxito de las empresas, se manifiesta con claridad la necesidad de incorporar en esas actividades dos tipos de ingredientes dentro del proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

Unos de estos componentes los percibimos de índole conceptual. Caben aquí: teorías, modelos, conceptos, ideas, marcos de referencia y otros similares, enfocados esencialmente en ¡qué es lo que se debe hacer! Con el objetivo de facilitar la comprensión, entendimiento de lo que se busca transmitir.

Al mismo tiempo, tomamos conciencia de que es clave también, aplicar dentro del proceso enseñanza-aprendizaje componentes de índole conductual, activa, motora, que facilitan el descubrimiento y el desarrollo de: habilidades, nuevas destrezas, de prácticas novedosas, nuevos hábitos, herramientas y otros instrumentos que, mediante:  ejercicios, simulaciones, juegos, actuaciones (role-play) y diversos artilugios creativos, facilitan enfocarse en ¡cómo hacerlo bien, de manera superior, con éxito, y de forma práctica, activa, útil!

Toda actividad de entrenamiento y capacitación tiene como fin último, “lograr que las personas actúen y se comporten de una manera diferente, distinta, diversa, superior, al compararlo con cómo lo han venido haciendo habitualmente ante situaciones desconocidas”.  Pero esta finalidad tiene una limitación importante. Se trata de que el entrenamiento conceptual no garantiza cambios en la forma de actuar, de hacer, de comportarse. Si facilita una mejor comprensión y visión de la situación general.

Debido a esta toma de conciencia ocurrida en la década de finales de los años 60, en lo referido a entrenamiento, capacitación y formación. Desde ahí, se han desarrollado y promovido diversos sistemas, metodologías, enfoques didácticos, programas y otros de enseñanza-aprendizaje, encaminados al desarrollo de comportamientos, prácticas, habilidades y destrezas nuevas; donde además de lo práctico y empírico se incorporan, para facilitar la comprensión y conceptualización, teorías, modelos y similares. Se transforma así, en un poderoso sistema de enseñanza aprendizaje.

Mi primer contacto con este tipo de metodología ocurrió en 1969, muy poco tiempo después de surgir. Entré en contacto, al participar en programas de entrenamiento y capacitación de “Especialistas en Desarrollo Organizacional: OD Specialist”, realizados por el Nacional Training Laboratories for Behavioral Science (NTL Institute, USA).

Simplificando el proceso metodológico, lo experimentamos y conocimos al presentárnoslo de manera muy simple como: HACER / VER-ANALIZAR / APRENDER. 

Hacer algo, simulaciones, juegos, ejercicios, otros. Ver, revisar, analizar, explorar que hicimos, como lo realizamos y porqué así. Fruto del análisis de la experiencia práctica vivida, extraer aprendizajes diversos de las vivencias tenidas, experimentadas. Reconocidas desde el punto de vista emocional, conceptual, cognoscitivo, motor, activo, debido a nuestra actuación y la del grupo. 
Se trata de una experiencia completa, rica, real; aunque se tome como base un hecho, o situación simulada. La misma, se volvía inolvidable por mucho tiempo. Permanece en el recuerdo debido a que ha sido “una vivencia real”.

En la década de los 80, el investigador David Kolb hizo un estudio amplio del proceso, desarrollo y enriqueció el modelo.

 

Con base en lo descrito y señalado, mi recomendación para: facilitadores, maestros, profesores, gerentes, líderes y todo aquel que realice formación y/o docencia en general, es de que apliquen este enfoque metodológico práctico-conceptual. El mismo es tan potente, fácil de aplicar y práctico, que se puede utilizar desde educación primaria hasta la universitaria y especialmente para Formación Profesional (FP). Inclusive, es muy recomendable para utilizar en postgrados. Lo he hecho con gran éxito y eficacia.

Es al mismo tiempo de gran utilidad para realizar programas de entrenamiento y capacitación de personas adultas, y esencialmente, dentro del ámbito de la formación gerencial. Esto permitirá que gerentes, supervisores, y otros niveles de mando y control, desarrollen capacidades que usualmente poseen en estado latente, pero que por desconocimiento y/o falta de práctica, no las han descubierto, o peor, debido a lo señalado, no se atreven a aplicarlas.

Personalmente, desde 1970 he utilizado esta metodología para realizar más de mil cursos y talleres que he impartido, principalmente a personas líderes y/o directivos de empresas, y a profesores de universidades; siempre con muy buena aceptación, excelentes resultados y valoraciones, de esta enriquecedora metodología.

Con la metodología vivencial descrita se está forzosamente: Mental, emocional y físicamente, participando activamente en el proceso de aprender. Debido a ello, el aprendizaje es superior, más rico, profundo, amplio, ameno y duradero. Debido a se trata de algo que has vivido, experimentado, practicado y eso no se olvida fácilmente.

Es, además, una forma de aprender que permite el aprendizaje continuo. Los humanos estamos, de manera permanente haciendo cosas, teniendo vivencias, si aplicamos la metodología, podemos extraer aprendizajes continuamente, de cualquier actividad; algo clave hoy y más hacia el futuro inmediato. Es algo que, sin duda, se está haciendo para aprender todos los días en relación a cómo hacer mejor en cada caso, y de esa manera superar al coronavirus. Ojalá haya suerte.
Continúa con la venidera entrega de post.