lunes, 25 de enero de 2021

¿SUPERAR LA CRISIS REQUIERE, LÍDERES O DIRIGENTES?

Resulta obvio para mí, después de lo que he venido resaltando en los últimos seis post, que lo que más necesitamos en España; al enfocarnos en los ámbitos de: la política, el gobierno, las empresas, diversos tipos de organizaciones, universidades y otras instituciones; es contar con buenos y verdaderos líderes, y no, con tanto dirigente, la mayoría de ellos, más o menos anodinos y faltos de la necesaria visión de futuro de medio y largo plazo. Reconozco, que hay excepciones, pero son eso, excepciones, nunca la gran mayoría, tal como es realmente necesario

Con la finalidad de que quede bien claro, afirmo que lo señalado, relativo a los dirigentes, está completamente ligado a su habitual, baja madurez psicológica, tanto como personas, como políticos.

Es necesario poseer una madurez, como mínimo promedio alto como persona, para llegar a adquirir y desarrollar la facultad de actuar de forma madura y poder comportarse como verdadero líder de manera eficaz.

En relación con lo que los términos: Dirigente y Líder representan, estoy consciente de que poseo una “deformación profesional” relacionada con la acción de dirigir. La misma, ocasionada por mis estudios y extensos trabajos de aplicación del modelo, teoría y herramientas de cambio y mejora, aportadas por el siempre enfoque actual del “Liderazgo Situacional” (Paul Hersey y K. Blanchard, 1971) durante algo más de cuarenta años, con cientos de personas ejerciendo como dirigentes, y otros, como líderes.

He podido palparlo y vivirlo en la realidad de más de cien empresas y otros tipos de organizaciones. He adquirido mediante ello, la capacidad de identificar diferencias de actuación y de consecución de resultados esperados, cuando actuaban en el rol de dirigentes, y las grandes diferencias cuando lo hacían, como verdaderos líderes.

En este post y en venideros, intentaré explicar y aclarar algunas diferencias en lo que a actitudes y comportamientos de dirigentes y/ o líderes se refiere. Podremos ver, con más o menos claridad, algunos contrastes notables. Me basaré en acciones y resultados obtenidos, y muy especialmente, en las formas cómo se obtuvieron. Quedará claro al poder mirarlo desde una amplia perspectiva.

Busco así, mostrar al lector, qué es lo que se consigue al actuar como mero dirigente, directivo, mando. Estilo general que abunda y predomina en nuestro país. Lo veremos en contraposición al hacerse, tal y como lo llevan a cabo los que actúan y se comportan como verdaderos líderes.

En ambos casos, lo que se pretende alcanzar son: actuaciones, cambios, mejoras, resultados de los que no se puede prescindir y que realmente buscan beneficiar a los diversos tipos de empresas, organizaciones y otros.

En los actuales momentos, me parece importante destacar algunos desafíos, y retos que es necesario enfrentar y superar dada la siempre cambiante y compleja situación del país. Complicada, además, por la gravísima situación que nos ha impuesto temporalmente, la Pandemia del Covid-19. Considero por ello indispensable, actuar desde ya para superar esta terrible, compleja e inédita coyuntura, con la finalidad de salir de ella, positiva y poderosamente reforzados, y estimulados por los cambios que serán necesarios.

ALGUNAS ACCIONES INMEDIATAS

Es obvio, que lo más inmediato a ejecutarse es, la vacunación masiva de la población. Ésta, nos permitirá, al menos por unos años estar libres del virus, hasta que pueda, según afirman los especialistas, surgir otra pandemia: Para ese momento, por lo menos ser inmunes al Covid-19 y sus cepas variantes. Creo que nadie dudará de esto. Bueno sí, los “negacionistas” y los “conspiranóicos”, que hay bastantes.

En esta realidad, tenemos otra prueba clara de inmadurez psicológica, además de la señalada en los políticos y dirigentes. Ahora, la de una parte de la población. En post anteriores ya se señalaron las conductas y comportamientos usuales, al hablar del “Síndrome de inmadurez psicológica”, descrito y explicado en los últimos seis post.

Desde mi punto de vista, y basándome siempre en estudios y modelos que explican cómo se lleva a cabo el “Proceso de desarrollo de la personalidad humana”, desde el recién nacido (Etapa I- Personalidad Impulsiva), hasta llegar al adulto más maduro y desarrollado que hayáis podido conocer en vuestra vida (Etapa VIII -Personalidad Integrada). Me baso para señalarlo, en el modelo desarrollado por la investigadora Jane Loevinger y otros.                                   

Considero, al hablar de estilos de gestión y establecer diferencias entre el estilo de dirigir, y el de liderar, que existen toda una serie de componentes del desarrollo humano que nos pueden facilitar alcanzar una mayor y mejor comprensión de ambos estilos.                       

DIRIGIR, tiene fundamentalmente que ver con:

Mandar, ordenar, controlar, supervisar, dominar, establecer dirección, imponer, desconfiar, no respetar al otro, sumisión, miedo, temor, conflicto, mentir, manipular, engañar (vender la moto), etc.

LIDERAR, tiene esencialmente que ver con:

Influir, convencer, hacer participar, comunicar, empatizar, corregir, reforzar, estimular, motivar, comprometer, dar más o menos autonomía acorde con conocimiento y experiencia en la tarea, premiar-castigar, determinar conjuntamente objetivos, acordar resultados-tiempos, dar mínima estructura para realizar la actividad, confiar, etc.  

Para poder liderar en la manera descrita, ya señalé que el líder tiene que tener un mínimo de madurez psicológica (Etapa III/IV - Darse Cuenta). Es aquí, cuando el ser humano empieza a dar muestras de poseer, poder actuar y comportarse, de manera más o menos madura. El ideal para realmente estar en capacidad de ser un buen líder, requiere de las características y comportamientos usuales que manifiestan personas que han llegado y funcionan habitualmente, en la Etapa IV- (Consciente). 

Una persona con madurez IV/V- Transición de Consciente a Autónomo puede ser también, un excelente líder. Pero hay características, rasgos y conductas habituales de este nivel de madurez, que, de manifestarse, pueden dificultar a la persona ser un buen líder. Por eso insisto, líderes excelentes o extraordinarios requieren una madurez que se obtiene al alcanzar a plenitud la Personalidad Consciente.

Lo señalado y todo el contenido de los pasados post, deja muy claro que cualquier cambio positivo y las mejoras de futuro solo podrán provenir de líderes con madurez. Jamás de políticos inmaduros que hacen una “ciega oposición”. Es indispensable mantener esto muy claro, si deseamos avanzar como país.

Una realidad más, aplastante. La situación de actualidad consumada por algunos dirigentes –alcaldes, consejeros, concejales, militares, y algún otro – reseñada con estupefacción ayer domingo en prensa, radio y televisión sobre el increíble hecho de saltarse el Protocolo de Vacunación. ¿Es inaudito verdad? Bueno, no es más que una clara muestra de la inmadurez psicológica predominante en el país.

                            

http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion