miércoles, 19 de junio de 2013

ATRAYENDO INVERSIONES GRACIAS A UNA MAYOR EXPLOTACIÓN




En el APD NEWS de la pasada semana, que con bastante frecuencia publíca on-line la “Asociación para el Progreso de la Dirección (APD)”, leí la que en principio me pareció una excelente noticia, en medio de las tantas malas que desde que se desató la "Crisis-Estafa" en 2008, hemos venido recibiendo. La misma decía: “La inversión extranjera en España crece durante 2012 impulsada por la mejora de la productividad”. Por ser yo, alguien que ha realizado trabajos de mejora de la productividad y competitividad, y que ha escrito al respecto, lógicamente me interesó.

En general, su contenido deja ver que efectivamente  se está mejorando la productividad de muchas de nuestras empresas, lo cual las hace más competitivas y más atractivas para la inversión. Lo malo está en que, esencialmente, ha venido sucediendo de manera clara, desde que se puso en funcionamiento la nueva Ley Laboral, que ha rebajado salarios y abaratado el despido  provocando, a la fecha, más de 800.000 nuevos parados. 

No es que estamos mejorando la productividad debido a que ha habido cambios e innovación en cómo se están gestionando las empresas; ni  porque el personal esté hoy más motivado y comprometido con las mismas, ni más satisfecho con el trabajo, no; es porque se han rebajado los salarios, no se han sustituido a las personas que fueron despedidas de su trabajo y, por que, como sea, hay que hacer y producir lo mismo con menos personal.

"Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia"
Hace pocos meses, leí en otro APD News, que “El 72% de los españoles están satisfechos con su trabajo”. Claro, ante no tener ningún trabajo, tal como le sucede a millones de trabajadores que han sido despedidos, cualquiera prefiere un “mal trabajo”, al  menos representa algún tipo de ingreso para sobrevivir. El problema más grave,  según lo veo,  es que no se están  desarrollando empresas que cuidan y estimulan el talento que poseen y que tienen objetivos y estrategias de desarrollo de largo plazo con la finalidad de ir construyendo a futuro, todo lo contrario. La mayoría tiene y actúa con una perspectiva cortoplacista. Es verdad que hoy nuestras empresas  tratan de sobre vivir, pagando salarios bajos y sin dar seguridad mínima, ni oportunidades; así  pronto seremos como sucede en algunos de los países asiáticos, “cuasi esclavos” con muy pocos derechos.

También es verdad que hay notabilísimas excepciones de personas con ingresos astronómicos, pero el trabajador en España, siempre ha ganado bastante menos que los de los 10 países más importantes de la UE. Si se siguen rebajando salarios tal como hoy mismo ha vuelto a sugerir el FMI, y las ofertas se basan en “o lo tomas, o lo dejas” estaremos mal, porque lamentablemente siempre  vendrá alguien que, por esa paga baja esté dispuesto a aceptar el trabajo. Es importante dejar claro que así, no estamos construyendo empresas productivas y competitivas de cara al futuro, sino, condenándolas a desaparecer en el corto plazo.

Es verdaderamente triste que con el recurso humano  bien formado y altamente capacitado con que cuenta nuestro país y en el que se ha invertido tanto dinero, un altísimo porcentaje de ese talento tenga que emigrar, según el gobierno "movilidad exterior", por mucho  que determinados políticos,  pretendan vendernos la idea  de que, los que se van a alguno de los países europeos, están  “en su país”. Lo que haría falta es que se fueran ellos para que dejen de contarnos, diariamente,  tantas mentiras. 

Un aspecto importante del artículo es,  la afirmación: “La mayoría de los inversores confían en que el atractivo europeo mejore, o al menos, que no se deteriore en los próximos tres años”. Bueno, menos mal, porque si se continúa con las políticas y estrategias austericidas que se han venido aplicando, vamos a desaparecer del mapa. Es triste que Europa y nosotros dentro de ella, seamos la única región del mundo que ha decrecido  significativamente en los últimos seis años. Y todo por aplicar con carácter de exclusividad políticas y prácticas de austeridad y nada de crecimiento e inversión. ¿A dónde nos terminarán llevando estos dirigentes? Lo peor es,  que poco o nada más de lo que ya se ha hecho, protestar,  podemos hacer los ciudadanos.

Ojalá sea verdad la noticia reciente de que ya estamos tocando fondo y que poco a poco vamos a empezar a mejorar. Pero eso no va a ocurrir mientas no se estimule la demanda y los ciudadanos podamos tranquilamente consumir lo necesario. Lograrlo requiere un cambio radical al que se oponen, aparentemente,  hasta  vernos del todo hundidos, algunos de los países del norte de Europa. Las dos Europas en acción.