Aunque ya he escrito sobre este tema en previos post, considero que dada la inmensa relevancia del mismo, y con la finalidad de recordar, profundizar, y aclarar algunos aspectos mencionados como fundamentales en la anterior entrega, pienso que se justifica hacer algunos planteamientos adicionales.
Me refiero en concreto, a las cinco recomendaciones clave hechas por estudiosos y especialistas acerca de, “qué deben hacer, lo más urgentemente posible, empresas y organizaciones para establecer un camino claro hacia el futuro, con la finalidad de superar la situación actual y alcanzar en corto plazo, importantes éxitos”.
Ahondaré inicialmente en la acción que considero primordial y más determinante para alcanzar ese futuro deseado. Me refiero a la necesidad de elaborar y poner en marcha, una “Nueva Visión de Futuro”, que será donde se establecerá el rumbo y la manera de cómo se quiere transitar el camino hacia ese futuro anhelado. En definitiva, se trata de llevar a cabo lo que se conoce como “Estrategia de Futuro de la Organización”; más comúnmente conocido como: “Plan Estratégico”.
Breve reseña histórica
Aunque esta actividad surge como herramienta para aumentar la eficiencia y eficacia organizacional en los años 50, ha venido evolucionando, cambiando y adaptándose a la velocidad de los cambios y requerimientos ocurridos especialmente, a partir de los años 70. Desde esa fecha, se ha convertido en una herramienta vital para apoyar la eficacia, competitividad, productividad, calidad y éxito de las empresas. Además de aportar varias otras ventajas, como son: Ayuda para anticipar cambios; permitir y facilitar una buena alineación y claridad organizativa; el planteamiento y logro de metas; elaborar y gestionar planes claros, concretos, y finalmente, acerca de cómo realizarlo con elevadas posibilidades de conseguir éxito.
El Plan Estratégico, una vez que se operacionaliza y se pone en acción, se transforma en un instrumento clave para el éxito y eficacia en la gestión. Contribuye además de forma clara a desarrollar una empresa mejor estructurada, transparente, alineada y bien comunicada, lo que facilita conseguir algo que hoy día es esencial, clave: un elevado compromiso por parte de todos con la empresa, su estrategia y filosofía.
Contribuye también a una mejor y más clara y flexible organización y determinación de responsabilidades. Facilita, además, contar con un mejor y mayor apoyo, y una elevada motivación de todos los que se verán implicados en transformar los objetivos en logros y resultados previamente determinados.
Esta evolución y adaptación de la Planificación Estratégica, ha provocado una serie de cambios en las formas de llevarla a cabo. En sus comienzos, los planes eran a un plazo de entre 10 y 12 años. Luego se ajustó a cinco. Los continuos cambios obligaron a ello. Hoy día, por lo mismo y la imprecisión de los cambios hacia el futuro, se suele trabajar: Largo plazo 3-4 años. Medio plazo 2-3 años. Pero el énfasis mayor se hace en lograr una buena gestión de los resultados deseados, año tras año.
Se suelen, como es lógico, trabajar con otros lapsos de tiempo según el tipo de negocio y rama de la industria. Lo esencial es, que continúa siendo la actividad más importante y de preeminencia para equipos directivos de cualquier tipo de organizaciones o empresas.
Es mucho lo que se juega una empresa cuando decide llevar a cabo esta compleja actividad, que resulta ser un poderoso condicionante de las acciones, y de toda la gestión hacia el futuro. No es una opción equivocarse y decidir una estrategia no adecuada.
Algunas ventajas
Toda empresa u organización, tiene una estrategia para lidiar con el entorno y los diversos tipos de mercados en los que interactúa. Esté escrita en blanco y negro, o principalmente en la cabeza del directivo o equipo tope de dirección. Los matices diferenciales muy importantes, vienen dados por el proceso que se haya llevado a cabo para determinarla y luego para asegurar su exitosa implantación.
Si se desea hacerlo bien, la forma de determinarla requiere de la participación activa, libre, de los principales ejecutivos de la empresa, quienes deben asistir a las reuniones para elaborar el Plan con muy buena información sobre los diversos temas acerca de los cuales deberán tomar buenas decisiones hacia el futuro: Decisiones sobre: los qué, los cómo, los porqués, etc., y siempre proyectándose hacia un futuro, a veces más o menos previsible, pero nunca conocido. De ahí la necesidad de asistir y participar contando con muy buena información.
Es además el momento de redefinir y ser conscientes del tipo de empresa que se desea ser y de cómo afrontar y adecuarse a los entornos sociales, ambientales, de sostenibilidad y otros, que demanda el futuro.
Es la oportunidad de concretar objetivos y metas de medio y corto plazo que orientarán la dirección de la empresa y permitirán, mediante su logro, medición y seguimiento, comprobar cómo se va avanzando hacia ese futuro deseado, que se ha predeterminado en conjunto.
Insisto, con base en lo señalado que la calidad de la estrategia es lo más importante para la eficacia y éxito organizacional, y lamentablemente, son millones de organizaciones las que no se toman el tiempo adecuado para enfrentar ese reto con claridad. No siempre se da a la elaboración de un buen plan estratégico, la importancia que tiene.
Pero no se trata tanto de la elaboración, que a fin de cuentas es en conjunto. Los problemas y dificultades con "echar a andar la estrategia", vienen cuando su implementación se individualiza y cada área y persona responsable de la misma, recibe su cuota de responsabilidad, algo que no siempre asimila. Las resistencias vienen siempre y de manera bastante usual, como es lógico, con la implantación y participación activa de todos y de cada uno.
En organizaciones y empresas sanas, maduras y especialmente, en aquellas que son bien lideradas y gestionadas, los retos, tienen el impacto contrario, resultan creadores de motivación elevada y especialmente, de compromiso. El commitment es la clave.
En futuras entregas ahondaré en las otras cuatro recomendaciones de los especialistas e investigadores del mundo de los negocios y empresas públicas, con sus sugerencias de cómo hacer para ser exitosos ya, y en el futuro.
