jueves, 6 de noviembre de 2014

UNA PROPOSICIÓN PARA INNOVAR Y MEJORAR



Culminé el anterior post, manifestando mi preocupación al contemplar como la mayoría de los hechos y sucesos que el país, lamentablemente está viviendo y muchos sufriendo, son consecuencia de acciones perpetradas por individuos con poder de tipo personalizado, tal  y como se corresponde con los rasgos, características y comportamientos usuales de personas con un nivel de desarrollo de su madurez psicológica muy bajo o bajo, tal como lo muestra el Modelo de Desarrollo de la Madurez, de Jane Loevinger. (Ver citas en post del 17-10-2014). Y cerraba la entrega preguntando ¿qué se podía hacer para cambiar esa realidad descrita?

Es obvio que no existe una respuesta, ni posibilidad fácil y de corto plazo, que permita la mejora; excepto, que se esté dispuesto a implantar medidas drásticas cuyas consecuencias podrían llevarnos a una realidad peor.  Cualquier cambio en la sociedad con la finalidad de no producir una situación más traumática que la que se está viviendo, requiere de un buen Macro Plan y de personas maduras capaces de llevarlo adelante, para lo que además, se necesita el acuerdo y apoyo de la ciudadanía.

Hablaré de ello, advirtiendo que estoy claro de la complejidad de aportar algo valioso para ver cómo se podría mejorar una situación en la que intervienen cientos de variables muy complejas, muchas de ellas. Intentaré sin embargo, aportar un granito de arena porque lo que sí está claro para mí es, que la situación actual tiene que cambiar. Algo que por otra parte sé que es muy difícil porque quienes nos han traído aquí tienen cada vez más presencia, y lo que es peor,  muchísimo poder. (Ver posts del 8-9// 22-9// y 6-10-2014: “El gran Poder Económico” Partes 1 a 3)

Hace 35 años Richard Beckhard (MIT), hizo un planteamiento dirigido al mundo de las organizaciones, que voy a aplicar a nuestro País, desde una perspectiva como sistema viviente, que es parte de un sistema viviente mucho mayor y más complejo: Europa. “Todo país para ser realmente eficaz y efectivo en el camino por alcanzar sus principales objetivos – los que se relatan y se comprometen a cumplir los partidos en su Programa de Gobierno. Dicho programa, debería resolver el “Dilema de los Dos Cuernosdel que habla Beckhard y que se refiriere a, “la necesidad que tiene el gobierno de integrar y satisfacer sus objetivos, al mismo tiempo que lo hace con los objetivos de los ciudadanos”. De no ser así, el Dilema estará presente y al no resolverse, causará situaciones muy diversas  de conflicto. A fin de cuentas, el país y sus gobernantes deben existir para eso, no para enriquecerse y hacer lo mismo con los amigotes y allegados.

Lo que estamos viviendo desde hace ya tres años con el actual gobierno, es completamente opuesto a la solución del dilema señalado. Pero lo peor es que, desde el principio se presentó un “Programa” que era un engaño. Con él, solo se pretendía alcanzar el poder, lo que efectivamente se consiguió. Es obvio que “el milagro Rajoy” no ocurrió. Eran todo mentiras y cantos de sirena. Muchos ciudadanos les creyeron y ahora, a la vista de los hechos y sucesos, por su falsedad, falta de ética y la corrupción que mana como los manantiales, la ciudadanía se muestra desencantada, molesta, burlada. Los que votaron por ellos, y los que no lo hicimos por no creer que el milagro iba a acontecer.

Siguiendo con los planteamientos y sabiduría de Beckhard, él señala que: “La salud, eficacia y éxito del País como un ente viviente, cambiante, flexible, tiene necesidad de ajustarse y adaptarse continuamente a su entorno para estar en capacidad de cumplir su cometido”. A este fin, el país requiere de poseer o desarrollar ciertas características que lo transformen en un organismo viviente y cambiante, lo que le permite ser un ente VIVO. Sus planteamientos adaptados al país con la perspectiva de ser mejor y más eficaz, me permite afirmar: Todo país tiene una Misión que cumplir. Personalmente, yo la definiría como: “Contribuir al desarrollo, crecimiento, educación, bienestar y felicidad general de los ciudadanos”. Para eso todo país se da un “gobierno” quien es, mientras le corresponde por ley gobernar, el principal responsable de que el país alcance a plenitud su Misión o razón de ser fundamental. Todo lo demás que ocurre en el país, tiene que estar perfectamente alineado con esa misión.

Al ver nuestra realidad actual de nuevo, es fácil comprobar que el gobierno actual no cumple en lo más mínimo con ella según la expuso en su Programa de Gobierno y por lo que sus seguidores les votaron. Lo peor es, que ha tomado una serie de decisiones en el campo de la privatización, que han deteriorado lo que mejor funcionaba en nuestro país: El estado de bienestar. Lo más importante para la gran mayoría de los ciudadanos.

Si hablamos de lo que pudiera o debiera ser la Visión de Futuro del país, la misma podría ser algo como: “Mediante el cumplimiento de la Misión,  impulsar al país en todos sus ámbitos de acción,  a una posición que lo lleve a encontrarse entre los quince primeros países del Mundo”. Con la Misión y Visión claras, es necesario emprender una serie de actividades dirigidas a lograr ambos fines. Es más que obvio, que lo que se ha venido haciendo y está ocurriendo va en la dirección totalmente opuesta. ¿Cuál es entonces la solución? La verdad, es muy compleja. De momento ha quedado claro, que los partidos y gobiernos que se denominan del “Sistema”, por sus comportamientos, acciones y hechos, han sido lo opuesto, lo más “antisistema”, de ahí los pésimos resultados.


¿Y entonces…? ¿existen otros partidos o grupos que puedan llevar al país a cumplir con su verdadera misión y visión? Lógicamente hay dudas debido a que son tan pequeños que no cuentan, al menos por ahora, con toda la infraestructura operativa necesaria. Pero los que la tienen, ya han demostrado no estar en capacidad de hacerlo. Han tenido la oportunidad y han fracasado, y lo que es peor, nos han llevado a unos niveles de deterioro y pobreza, a la gran mayoría, que hacía muchos años que no se vivían en nuestro país. Problemas tales como: La impunidad más grosera, engaño permanente, corrupción y mucho más, hace que la ciudadanía haya perdido la confianza en ellos y en sus promesas. La confianza es la base para la construcción de una organización o país creíble, potente, donde todos estén dispuestos a un sacrificio más porque existe confianza en que entre todos es posible cambiar y mejorar la situación.

El gobierno viene desde hace meses con algo que suena, por la desconfianza que se han ganado a puño, a eslogan vacío, hablan de Regeneración Democrática. Ahh… por fin se están dando cuenta de que ya no se les ve como la mejor opción, de que el reinado del bipartidismo en el país se está diluyendo, agotando. Casi nadie les cree, claro se rompió la confianza y recuperarla les va a tomar muchos años. Algunos dan como solución “resetear el país”, borrón y cuenta nueva. Pero para un país es trágico y costoso, es lo que estamos pagando y sufriendo desde hace ya, al menos seis años.

Personalmente no creo, a estas alturas, que es posible la “regeneración”, al menos de parte de los que nos han traído aquí. Yo, lo veo como un asunto de generación, de innovación, de cambio.  Y eso no lo pueden lograr los actores del desastre.
Se requiere contar con líderes que inspiren y motiven, capaces de desarrollar, con el apoyo de la ciudadanía y su participación una nueva cultura potenciadora –empoderadora, y no la cultura forzosamente aceptada, de sueldos de miseria, y de un volumen de paro que cercena completamente la autoconfianza y auto-seguridad de los ciudadanos que no consiguen trabajo.

¿Qué es una Cultura Potenciadora?

Veamos algo de signo positivo que aporta luz de hacia donde debería cambiar el país. A qué me refiero cuando hablo de la necesidad de crear e ir desarrollando en el país una cultura Potenciadora. Se trata de algo que si se lo propone es, con mucho trabajo y empeño, posible de lograr y realizar. Se trata del  tipo de cultura donde el respeto,  valoración del otro, y la igualdad, vienen a ser el aspecto central de la actividad de los líderes  o de quienes dirigen, y que por tanto es necesario transformar en el valor principal de la Filosofía de País.
Veamos algunos de los valores más citados, característicos de una “cultura potenciadora”:

q  Respeto al individuo y sus capacidades
q  Compromiso, implicación
q  Servicio
q  Honestidad y ética material e intelectual
q  Espíritu de equipo, verdadera participación
q  Formación, educación, aprendizaje, desarrollo del talento de los individuos
q  Estímulo a la creatividad e innovación para llevar adelante las mejoras
q  Austeridad
q  Seguimiento continuo al progreso y realizar los ajustes necesarios
q  Confianza, creer en el valor de los otros

Este tipo de cultura exige, por una parte de comportamientos maduros de nivel ¾, de Darse Cuenta, y IV Personalidad Consciente según el modelo de Loevinger; a la vez es una cultura que estimula comportamientos de esa índole, lo que facilita a las personas madurar. (Ver posts de 4-9//18-9// Partes I y II, del 2012).  Ese modelaje diferente, es una de las formas de erradicar los comportamientos inmaduros, oportunistas, egoístas que son los que se están aplicando hoy y los que cada vez, en consecuencia, son los más difundidos. Todos a meter la mano a robar.
Analizando lo arriba señalado, es factible tomar conciencia, de que si se estimulan en el país  todos o algunos de estos valores como parte de la Cultura sin duda es factible comenzar a realizar cambios positivos. Solo se necesita una fuerza que los lidere. Veremos que pasa.