miércoles, 30 de junio de 2010

UN PROBLEMA DE ESTRATEGIA Y FILOSOFÍA DE EMPRESA

La semana pasada en el suplemento Domingo (20-06), del diario El País, Luis Gómez, publicó un articulo bajo el titulo de “La moral (baja) del empleado”, con el un subtitulo: "La crisis pasa factura. Las encuestas muestran que, por miedo a perder su puesto, el español falta menos al trabajo y cumple más horas, pero está desmotivado".
Dicho articulo viene soportado por una serie de estudios de reconocidas empresas especializadas en el tema; además de otros, realizados por los principales grupos sindicales del país. Todo esto da mayor validez al artículo.


Por mi parte, deseo hacer algunos comentarios aprovechando el Blog, debido a que lo señalado guarda relación con opiniones que he emitido en pasadas entregas en las que hablé de liderazgo, de la cultura de las organizaciones, ahora de estrategia, y del impacto de las tres sobre las personas.

Señala como inicio Gómez: “El trabajador español medio es ahora mismo un empleado desmotivado y hasta cierto punto dócil, tan preocupado por la seguridad en su puesto de trabajo que cumple más horas de las necesarias en su empresa y se abstiene de quejas”. Afirmando que: “así lo representan las estadísticas y las encuestas realizadas por firmas de consultoría”. Continúa agregando: “No es una buena noticia para los sindicatos, pero tampoco para los empresarios: el trabajador dócil no es precisamente el más comprometido, ni el más productivo. Este retrato robot puede entenderse como un efecto secundario de una crisis económica que ha destruido casi dos millones de empleos en algo más de dos años y ha sembrado el pánico entre los trabajadores supervivientes. Hace no mucho tiempo, se citaba al absentismo como una de las peores lacras del mercado laboral español, ahora los expertos fijan la atención en el presentismo, un fenómeno contradictorio e indeseable”.

Sobre este marco de referencia de lo esencial del artículo haré algunos comentarios desde mi punto de vista, indicando desde ya mi acuerdo, en general, con la situación descrita, a la que haré algunas observaciones.

¿EMPLEADOS MOTIVADOS Y COMPROMETIDOS EN LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS?

Es mi opinión que ciertamente éste es uno de los principales problemas que confrontan nuestras empresas, pero no como consecuencia de la crisis económica, ni de la crisis sistémica que afecta a todos, sino más bien, porque la motivación y el compromiso requieren de: estrategias, filosofías de empresa, culturas organizativas y estilos de liderazgo, que no están precisamente sustentados en la dirección y el mando, que es lo que abunda en nuestro país.

Como he venido señalando en entregas pasadas, a mi modo de ver y comprender, el problema en España es, con algunas notables excepciones, que se siguen aplicando estilos de dirección y mando basados en el poder, la jerarquía y autoridad, estilos estos, que no responden a los intereses, necesidades y motivaciones del trabajador actual, razones por las que motivación y compromiso, no están presentes en nuestras empresas. Lamentablemente, nuestro país lleva alrededor de 15 a 20 años años de retraso en la aplicación de estilos eficaces, actuales, de gestión. De ahí que este Blog se denomine “Innovar la Gestión”, y plantee la necesidad ineludible de empezar ya, a cambiar e innovar, la forma como dirigimos nuestras organizaciones.

Sin duda la crisis ha impactado, lógicamente, el comportamiento del empleado español, pero creo no equivocarme al afirmar, que motivado y comprometido, verdaderamente, nunca lo ha estado, ya que lograr eso requiere de ambientes de trabajo muy participativos, donde se respeta a los demás, estén en el nivel que estén, donde exista el convencimiento de que los empleados poseen un potencial y un talento que hay que facilitar su desarrollo y, que es responsabilidad de cada empresa hacerlo con su personal. Por desgracia, en nuestro país aún no existe conciencia de ello y menos, en quienes ostentan el poder y que son los primeros que tienen que cambiar para que los demás puedan mejorar y utilizar, sin miedo ni limitaciones, su potencialidad y competencias para beneficio de ambos, pero principalmente de las empresas. A una gran mayoría de directivos ésto les produce inseguridad y miedo, por lo que prefieren mantenerse dentro del status quo. Personalmente considero esta realidad una de las causantes principales de la baja productividad de la empresa española.

Lo más increíble e incomprensible para mi es, que en situaciones de crisis y dificultades para las empresas, la resistencia a cambiar, a innovar la forma de gestionar o dirigir, siga igual que cuando todo va bien. Pero lo peor, se encuentra en organizaciones que ni siquiera ofreciéndoles oportunidades de asesoría y apoyo para cambiar sus formas de gestión, sin coste para ellas, tampoco se lleva a cabo. Es el colmo de la resistencia al cambio y a este tipo de mejora. Desde luego, si además deben para ello pagar por lo general elevados honorarios profesionales a buenos especialistas tal como ocurre en otros países, incluyendo los que se citan como “países en desarrollo” donde este tipo de actividad no está subsidiada como en nuestro país, menos aún el empresario español está dispuesto a invertir en estos temas para cambiar.

Lo que quiero destacar es, que en tiempo de bonanza total, cualquier negocio, cualquier empresa va a ir bien, en especial, si el objetivo es casi tan sólo ganar dinero. Pero en tiempos como los actuales y futuros a medio plazo, estos problemas que se señalan en el artículo de Luis Gómez y muchos más, peores por su complejidad y duración en el tiempo, se mantendrán hasta que los dirigentes de las empresas cambien y decidan, con ayuda especializada, innovar en el espectro de la gestión de sus empresas. Esta afirmación que hago, cuenta hoy día, con el respaldo de los más reconocidos especialistas y líderes empresariales de éxito en el mundo.

HAY QUE CREAR EN LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS LAS CONDICIONES PARA LOGRAR LA MOTIVACIÓN Y EL COMPROMISO DE LAS PERSONAS, NO HACERLO ES UN COSTOSO Y GRAN DESPERDICIO REAL.

domingo, 20 de junio de 2010

IMPORTANCIA DE CONTAR CON UNA VISIÓN ESTRATÉGICA NUEVA

En la primera entrega del Blog, planteaba entre otros asuntos, lo que desde mi perspectiva era lo más relevante que estudiosos y especialistas del mundo de las organizaciones en general, venían señalando como las macro actividades que las mismas debían emprender de inmediato, con la finalidad, de superar la actual crisis sistémica que está afectándonos a todos: Países, grandes corporaciones, empresas, grupos e individuos. Pocos han podido salir inmunes de la mayor crisis de los últimos 70 años.

Indicaba también que muchos de estos especialistas venían, desde hace aproximadamente cinco o seis años, resaltando en foros, revistas y otros, la imperiosa necesidad de que las empresas cambien e innoven las formas y practicas de management y dirección que vienen utilizando; dado el hecho, de que las mismas, datan de principios del siglo pasado y, por esa razón, no se ajustan para nada a lo que es necesario hoy. Más aún, hacia el futuro, con la finalidad de ser eficaces en el cumplimiento de sus misiones.
Señalé que sus recomendaciones para superar la crisis e ir más allá de esta, al buscar cómo desarrollar empresas más eficaces, productivas y competitivas; pasaban por:


a) Contar con muy buenos líderes, conocidos hoy como excepcionales o extraordinarios.
b) Realizar cambios significativos en sus culturas organizativas, para dar cabida al desarrollo y aprovechamiento del talento de todas las personas de la empresa.
c) Revisar y reorientar la estrategia de gestión de sus empresas.

A éstas tres grandes acciones es a lo que me he venido refiriendo en general, como Innovar la Gestión, titulo que he dado a este Blog y, hoy también, del libro que he escrito con la intención de transmitir muchas de mis experiencias de innovación de la gestión, en unas cincuenta empresas y organizaciones muy diversas.

Casi todas las entregas realizadas hasta la fecha, han tenido como tema central, los arriba señalados como, a) y como b). A partir del presente y, no se aún por cuantas entregas, me referiré a la que para mi, como consultor, considero que es la actividad y acción más relevante para cualquier equipo de líderes en el más alto nivel; me refiero a la actividad de determinar la visión estratégica de futuro para su empresas, y tan o más importante, ponerla en funcionamiento. Nada sucede de forma diferente si esto no se hace. Tener un excelente plan estratégico, realmente sirve de muy poco hasta que se implanta y se implica en su consecución a todos en la empresa.

También asevero que cuando una empresa cuenta con un buen plan, y lo implementa como es debido, alineando: áreas, departamentos y personas, consigue casi siempre resultados que superan todo lo anterior, pero además, se estimulan simultáneamente resultados cualitativos tales como: de aprovechamiento del talento, innovaciones que se traducen en mejoras significativas, aumentos de la productividad, de la implicación y compromiso de las personas y varios otros claves para el éxito y eficacia. Claro, siempre y cuando se haga bien, tomándose en cuenta aspectos señalados en las anteriores entregas de Innovar la Gestión.

¿Por qué es fundamental hoy para empresas y organizaciones diseñar una nueva estrategia? Lo es debido a que la estrategia actual es la que los ha llevado a la situación que hoy confrontan; y desde luego, la misma estrategia es imposible que logre sacarlos de la situación actual. Es aquí donde las recomendaciones de los especialistas entran en juego: “Hay que determinar una nueva estrategia, muy diferente de la que hemos venido siguiendo”. En la implantación y desarrollo de la misma es, donde entra en juego la necesidad de innovar las formas como se ha venido gestionando la organización.
Será en próximas entregas donde daré algunas pautas y experiencias probadas de qué y como hacer de forma eficaz.