miércoles, 8 de abril de 2020

MEJORANDO EL DESARROLLO GERENCIAL Y EJECUTIVO (Parte 2)


En el anterior post (Parte 1), enfoqué aspectos metodológicos clave, cuando se quiere llevar a cabo una buena y completa capacitación, enfocada en personas de cualquier edad: sean adultos o niños.

Expliqué también, la metodología vivencial: Hacer- Ver/Analizar- Aprender, posible de ser adaptada, sabiendo qué y cómo hacerlo, para enseñar y transmitir de verdad, cualquier tipo de contenidos. Se consigue así, que sea una experiencia de enseñanza-aprendizaje realmente valiosa, debido a que se basa en algo experimentado, vivido; no solamente oído, escuchado. Lo que sí sucede cuando se trata de una charla teórica.

En ese caso, el profesor, maestro, dicta la clase. El alumnado u oyentes, se mantienen pasivos. Quizás algunos tomarán notas y de ahí extraerán los aprendizajes, según lo que recuerden. Es muy diferente, cuando se ha tenido la vivencia, una experiencia práctica. Se tiene más presente.

 

Desde mi percepción y práctica, obtenida mediante su frecuente aplicación, puedo afirmar con rotundidad que: Se trata de la mejor metodología de aprendizaje que existe. Lo afirmo basándome en que, los seres humanos, las personas, estamos continuamente haciendo cosas. Si la hemos incorporado como hábito, como manera de funcionar, nos encontramos con que: 1-Hacemos algo. 2 –Analizamos que hemos hecho, cómo lo realizamos. 3 – Extraemos ideas, aprendizajes, sugerencias para decidir en próximas oportunidades si lo repetimos igual, o si incorporamos algunos cambios.

Lo dicho, es una sencilla explicación que nos permite ratificar y comprender como, en verdad, esta manera de actuar nos facilita obtener un aprendizaje y mejoras permanentes. El porcentaje de aprendizaje con cada método se ha medido. Se ha conseguido alrededor de 60% con el vivencial, contra apenas 20% con metodologías meramente conceptuales. Aproximados ambos.

Podemos claramente comprobarlo al observar, analizar, lo que ha estado y está ocurriendo con la “Pandemia por Coronavirus”, y como se está superando poco a poco, aprendiendo continuamente sobre la marcha, analizando los resultados de lo que se va cambiando y haciendo día a día, extrayéndose continuos aprendizajes y nuevas formas de aplicarlo.

Antes de pasar a ello, me parece conveniente, aclarar algunas diferencias a tenerse en cuenta, a la hora de realizar: a) entrenamiento, desarrollo, capacitación de gerentes, y mandos medios. Dejando claro que, ese tipo de proceso formativo, debe ser diferente del que habrá que realizar cuando se trata de entrenar b) personal ejecutivo, directivo, del más alto nivel.

El a) entrenamiento, desarrollo y capacitación gerencial y demás niveles medios, deberá ser diferente y mantener contenidos y prácticas distintas a los que corresponde dar a b) desarrollo y capacitación de ejecutivos, altos directivos. La razón principal para ello es: la índole de los problemas y situaciones que confrontan en su complejo y variado trabajo dentro, principalmente, de la organización.

Existen una serie de componentes y exigencias, en algunos de los temas, que requieren un manejo diferente: Enfoque macro, global, general, integral, en los grupos b). En este ámbito ejecutivo, tope, se trabajan esencialmente aspectos de índole estratégica, general, de vasta amplitud y envergadura para la organización – empresa, un país, u otros -. Usualmente, se trata de temas y situaciones con influencia amplia y compleja, debido a la inmensa cantidad de variables intervinientes. La mayoría, no controladas por la empresa u organización.

Conocer tendencias del mercado, quienes son proveedores de diferentes productos, de qué países provienen, conocimiento de clientes, de sus deseos y necesidades, las regulaciones internacionales y nacionales que afectan el negocio, regulaciones del mundo de la economía y finanzas, y muchas más.
Estos tópicos, se diferencian y distinguen de manera significativa de los meramente tácticos, operativos, que corresponden a la gestión interna. Por lo tanto, operados por niveles de gerencia y coordinación más bajos.

El ámbito ejecutivo tiene más que ver con comprender, definir y actualizar la naturaleza del negocio, y lograr un balance entre las múltiples fuerzas que lo afectan. También, acerca de cómo manejar fuerzas “hostiles-complejas” para la organización, tales como ocurre con: leyes, fiscalidad, regulaciones, competencia, la oposición, financiamiento, proveedores, recursos generales, donde conseguirlos, y varios más de mucha complejidad.

Quien actúe en el ámbito ejecutivo tiene que ser líder y comportarse como tal. Quiero decir: con posibilidades de influir de verdad, en sus colaboradores y conseguir su apoyo y compromiso. Deberá, además, tener una visión de largo plazo de hacia dónde irá la empresa. Visión, capaz de entusiasmar, guiar y comprometer hacia el éxito, a grandes volúmenes de empleados y /o personas.

Algunas capacidades y competencias clave requeridas

Es obvio, que la mayoría de las actividades complejas a ejecutarse de forma satisfactoria por los diferentes niveles de actuación en las empresas, países, otros, requieren de entrenamiento y capacitación muy completos.

Algunas de las áreas más importantes a desarrollar en personas que se encuentran ocupando cargos ejecutivos y/o de gerencia, según varios autores e investigadores tope, y de acuerdo con nuestra visión y experiencia por haber trabajado con altos directivos de empresas de muy diversa índole son, dependiendo del momento y acciones a emprender, las siguientes:

Nivel Ejecutivo

*Capacidad de autogestión, visualizar el futuro y desarrollar una visión de superación y éxito. *Desarrollo de competencias para emprender nuevos negocios. *Idear productos novedosos, innovadores, con elevadas posibilidades de ser deseados por los clientes. * Desarrollar habilidades de intuición, olfato, visión de largo plazo.

Ambos niveles

* Capacidad de ser realistas, perceptivos, objetivos. *Poseer y/o desarrollar habilidades para fijar nuevas líneas de acción, nuevas estrategias. *Poseer gran capacidad de aprender, de “estar actualizado, al día”. *Saber qué hacer y cómo actuar en situaciones ambiguas, de incertidumbre, confusión.  *Ser muy hábiles y competentes para trabajar en equipo. *Capacidades para gestionar hábilmente diferencias y conflictos. *Poseer buena inteligencia emocional, para establecer y mantener buenas relaciones con otros. *Capacidad de formar, integrar, desarrollar y construir equipos, colaborar. *Ser capaces de involucrar, implicar y comprometer, a las personas que trabajan en la empresa. *Ser empáticos, tener capacidad de entender la posición y sentimientos del otro. *Comunicarse bien, usar la comunicación y el dialogo. La doble vía, comunicación abierta. *Ser participativos, estimular la verdadera y real participación *Tomar buenas decisiones continuamente, utilizando al máximo a los expertos del grupo de trabajo. *Varios más.

Estas son algunas de las competencias esenciales que requieren conocer y aplicar bien, según el momento y la situación, altos directivos de ambos niveles. La clave está en dominar, cada persona varias de ellas, y en equipo todas.Y actuar, más que como jefes o mandos, como verdaderos líderes.

La colaboración entre áreas y personas, el trabajo en equipo y la posibilidad de aplicación de las capacidades y competencias señaladas, requiere, además, de un aporte esencial por parte de la empresa, organización o país. Se trata de que cuenten con una “filosofía y cultura apropiadas”: apertura, libertad de acción, objetivos claros y precisos, claridad organizacional-transparencia, participación real, clima favorable a los cambios, sistemas congruentes de recompensa, diseño de puestos de trabajo, desarrollo de carrera, y una gran capacidad para actuar en situaciones ambiguas, de incertidumbre y confusión. Estos y varios más, son elementos básicos para una alta efectividad organizativa de cualquier índole.

Cuanto mejor preparados, más seguros nos sentimos. Muchos directivos y líderes no delegan debido a su propia inseguridad y por miedo a perder el control. Esto, los lleva a ser directivos e impositivos. No saben ser líderes, ni cómo enfrentarlo.
  
Lo que ocurre hoy día, y cada vez más de cara al futuro es, que no hay escapatoria a la situación donde: el medio ambiente cambiante, siempre ambiguo, confuso, las tecnologías, la información, la data, los procesos, todo cambia continuamente. Esto requiere que la empresa disponga de metodologías de trabajo que brinden una cierta flexibilidad para favorecer el aprendizaje y cambio, pero al mismo tiempo, se requiere contar con una mínima estructura que permita operar, de forma ordenada.

Aplicación en la Pandemia del Coronavirus

Para explicar cómo es útil y practico el: Hacer- Analizar - Aprender; tomaré la situación señalada como ejemplo de utilización y aplicación de las capacidades y competencias clave antes señaladas. Me enfocaré en la Toma de Decisiones,  https://innovarlagestion.blogspot.com/2018/10/toma-de-decisiones-en-grupos-y-equipos.html pero en unas treinta páginas más, se puede hacer para cada una de las mencionadas.

Algo de lo que más caracteriza a ejecutivos y gerentes es que, “tienen que estar tomando continuamente decisiones que faciliten y/o permitan resolver cualquier situación de mayor o menor envergadura”.

En los inicios de la “pandemia”, nadie sabía con claridad a que nos enfrentábamos y menos, cómo resolver la gravísima situación de contagios y muertes que a cada momento empezaban a ocurrir

 

A la vista de hoy, aplicando la metodología basada en experiencias, y observando que es lo que se está haciendo en otros países y en el nuestro, se ha ido aprendiendo; tomando continuamente decisiones a tiempo, y/o con retraso. El problema es que siempre se ha tratado de actuar acertadamente, sobre algo completamente desconocido.

Por esa razón, resulta molesto escuchar a miembros de la oposición, especialmente del PP, palabras, no argumentos, que muestran estar esperando fallos por parte del gobierno y los especialistas, además de todos los citados como “héroes”, para poder así aplicar algunos “juegos psicológicos”, Eric Berne. El de “te agarré, ahora habla”  y varios más, que juegan con gran frecuencia casi todos los partidos en el Parlamento, y en sus ruedas de prensa.

Desde mi visión parcializada, señalo que “me da asco que la “Derecha”, aún en una situación tan grave, con tanto muerto y donde tenemos, tal como ha hecho la ciudadanía en todo el mundo, que apoyar a los gobiernos; el que en nuestro país se estén haciendo juegos psicológicos para conseguir, “dejar mal al gobierno y sus especialistas”; los que, por otra parte, conforman ese amplio grupo reconocidos hoy, como “héroes”.

Da asco ese doble juego de “Hazlo, te esperamos en la bajada”.” Yo estoy bien, tu estas mal” y varios juegos más. Ni ante algo tan grave como lo que nos ha caído, algunos dirigentes españoles, “muy españoles” y “mucho españoles” según palabras de Rajoy, se muestran éticos, honestos, decentes. Y quiero resaltar que: Inteligencia emocional, empatía, trabajar en equipo, colaborar, ser realistas, la buena comunicación y varias más de las citadas, son hoy, parte de una situación dolorosa, difícil y compleja a ser resuelta.

A lo largo de los dos meses de presencia en el país del “coronavirus”, ya se ve claro como los expertos, el personal sanitario, de seguridad, la mayor parte de la ciudadanía, el gobierno, algunos de la oposición, al igual que ha acontecido en países aún más avanzados que el nuestro, según se ha venido diciendo, pero ¡ojo, no todos! Ellos también, lógicamente, cometiendo errores. 

Quién no, ante la alta complejidad de la situación. Pero siempre aprendiendo, hasta llegar hoy a un estadio que se percibe cada vez más, alcanzando poco a poco, resultados positivos y, ¡la luz al final del camino!

¡NO seáis tan rácanos! Ya saben a quienes me dirijo

Salud para todos.



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