lunes, 17 de diciembre de 2012

QUÉ DEBEN HACER LAS EMPRESAS PARA GARANTIZAR SU ÉXITO A FUTURO




El tema acerca del cual me referiré en esta última entrega del año, ya ha sido señalado por mí en anteriores entregas (ver entrega del 7 de Febrero de 2012). En la presente ocasión y dada la gran importancia que le otorgo, dedico de nuevo la entrega completa a resaltar el tema. Me refiero a: ¿Qué es lo que tienen que hacer las empresas y todo tipo de organizaciones, para ser eficaces, continuar sobreviviendo y seguir siendo competitivas hacia el futuro?

Lo que voy a plantear, lo he venido sustrayendo de diversos foros, congresos, conferencias, webinars y de revistas internacionales, en los que destacados especialistas, escritores y altos directivos de empresas de éxito comprobado insisten continuamente: en la necesidad que a futuro tienen las organizaciones de innovar las formas de gestión, de liderazgo, dirección y management, con la finalidad de llegar a ser y mantenerse en el tiempo, siendo productivas, eficaces, de calidad y altamente competitivas.

Haciendo un extracto de lo esencial de sus planteamientos, se llega a la conclusión de qué: “los actuales enfoques y prácticas de dirección y management datan, en su mayoría, de principios del siglo pasado; razón por la que no son adecuadas al tipo de organizaciones que necesitan ser exitosas hoy", y aún más, de cara al incremento de dificultades y complejidades del mundo futuro de los negocios.

Por estas razones, en sus recomendaciones coinciden en sugerir una serie de cambios en cuatro ámbitos fundamentales para cualquier tipo de empresa y organización, tanto si son de índole privada, como pública. Las cuatro macro acciones que sugieren poner en marcha de forma inmediata son:

1ª.  Revisar y/o reorientar la estrategia actual de la empresa.-
Ante la nueva realidad tan cambiante y cada vez más compleja, afirman: “es imposible continuar tal como se ha venido haciendo. Donde se está hoy, se debe a la estrategia seguida”. Por esta indiscutible razón, “es indispensable diseñar e implantar de forma apropiada una nueva estrategia de empresa que garantice éxito y eficacia a futuro”.
Cuando señalo “implantar de forma apropiada”, me refiero a la necesidad de que la estrategia implique y consiga la participación, aporte y compromiso de los miembros de la empresa; para lo que existen diferentes modalidades de implantación. Pero la clave está en hacerlo de forma que se logre el engagement, compromiso de todos. Insisto, es clave.

2ª.  Incrementar la capacidad de innovación de empresas y organizaciones.-
Hacerlo como se debe, requiere de disponer de una cultura orientada a la innovación que estimule: La libertad para actuar; que permita asumir ciertos riesgos calculados; que confíe en las personas; que promueva el emprendimiento y los comportamientos creativos; que refuerce los comportamientos dirigidos a mejorar; que no castigue y sea condescendiente con el error, de no ser así no estimulará el aprendizaje, la iniciativa y la creatividad, tan importantes hacia el futuro. Pero para ello, es indispensable que quienes lideran o “dirigen”, crean en las personas, en que poseen talento, en que cuentan con un potencial mayor del que habitualmente han podido utilizar, que confíen en ellas y que estén conscientes de que para ello, deben darse las condiciones de cultura y clima de trabajo que se describen.

.  Construir sobre la marcha, una nueva cultura organizativa que estimule y aproveche el talento de las personas.-
Para ello es indispensable realizarlo mediante: el incremento de la participación; formación; desarrollo del talento; incrementando el trabajo en equipo y la cooperación entre departamentos y áreas que conforman la empresa; obteniendo el compromiso de todos con la filosofía de la empresa, sus objetivos y los resultados deseados. Hacerlo así, brindará a la misma, máximas garantías de eficacia y éxito continuado.

4ª.  Disponer de líderes, “directivos”, excelentes, excepcionales.-  
Que posean las competencias-fortaleza,  que han sido identificadas y probadas según los estudios más recientes, algunos de ellos aún en activo, en estos tipos de líderes. Se trata de líderes capaces de desarrollarse más así mismos y de hacerlo al tiempo que crean condiciones para que sus colaboradores incrementen también sus competencias y desarrollen al máximo su talento y potencialidad.

Desde mi punto de vista, esta cuarta recomendación, considerando a las otras tres fundamentales, es la más importante y clave para que todo lo anterior pueda realizarse. Para esta afirmación contundente, me baso en el hecho de que las tres primeras tendrán obligatoriamente que ser ejecutadas por líderes, en cada empresa. Son los líderes quienes diseñarán e implantarán la nueva estrategia; también son, a quienes corresponde cambiar la cultura y desarrollar una centrada en la innovación, y a su vez deberán ser capaces de estimular y aprovechar al máximo el talento de las personas bajo su responsabilidad.     ¿Es o no esencial contar con este tipo de líderes excepcionales?

Una muy amplia y reciente investigación realizada para determinar ¿qué hace a un líder ser altamente eficaz?, ha aportado un hallazgo muy importante referido al hecho de que: “Ya no es suficiente ser buenos o muy buenos líderes, hay que ser excepcionales, extraordinarios” (Zenger/Folkman, 2002...).

Por lo señalado afirmo con seguridad qué: es vital, para desarrollar una empresa eficaz, productiva, de calidad y altamente competitiva, que ésta, cuente con un importante número de líderes excepcionales. Son los líderes, los responsables de lo fundamental que sucede en cualquier empresa, de sus éxitos o de su fracaso.