viernes, 11 de diciembre de 2020

ACTUACIONES PARA LA MEJORA REAL DEL PAÍS Y ELIMINAR EL "SÍNDROME DE INMADUREZ PSICOLÓGICA"

En el último párrafo del post anterior prometí que en éste, hablaríamos y exploraríamos “cómo a pesar de las dificultades que he venido señalando en post previos, y a pesar de la presencia en políticos y otros dirigentes del “Síndrome de inmadurez psicológica” con sus efectos altamente negativos para el país, cómo a pesar de eso y mucho más, es posible ejecutar y llevar a cabo un plan de cambio que nos permita evolucionar y avanzar.

Para ello es indispensable, al menos de parte de la ciudadanía y de algunos líderes clave, centrarse en modificar y mejorar poco a poco la “cultura global como país”, en lo relativo a expectativas, intereses, valores, necesidades, madurez, maneras de ser y actuar, con el fin de mejorar la realidad actual que tanto deja que desear.

Después de varios post en los que me referí de manera especial a las secuelas que para la nación produce y provoca el “Síndrome de inmadurez psicológica en los políticos”, quiero en el presente, aportar ideas concretas, prácticas de qué hacer, cómo curar y cómo minimizar y/o eliminar, dicho “síndrome” del país.

Estoy consciente de que se trata de una tarea ingente, “cuasi utópica”, y de largo plazo. Pero también sé, que es posible de llevarse a cabo y de conseguir buenos resultados. Claro, siempre y cuando se puedan alcanzar ciertas condiciones iniciales mínimas. Siendo la primera y más crítica, lograr apoyos de una “masa crítica” favorable al cambio y la mejora de la madurez.

Sé también que, lamentablemente “el síndrome”, no está presente solo en los políticos. Lo hemos percibido también en días recientes en algunos militares retirados en su mayoría, y permanentemente en miembros de Vox y en algunos del PP, no exclusivamente.

El que me haya enfocado en políticos, se debe al hecho tangible provocado por la situación de malestar y crispación, real o ficticia, a veces no lo sé distinguir, que muestran, acompañados de otros tipos de dirigentes, todos los días. “Juegan con el país como si fuera su pelota” aún, a la hora de requerirse de ellos tomar decisiones fundamentales. También, al verlos decidir “alegremente”, “ideológicamente” si apoyarlas o no. Todo ello, sin tomar realmente en cuenta el efecto pernicioso que causan a la ciudadanía y al país dados los peligrosos ataques del coronavirus.

Dan patadas por doquier, aparentemente, sin tener el objetivo claro. Ojo, a lo mejor si lo tienen y de ahí, su “extraño juego” que hace mucho daño y confunde a los ciudadanos, que no entendemos realmente la razón verdadera de sus “malignos pasatiempos”.

Digo malignos, porque desde el punto de vista de las necesidades y requerimientos más relevantes del país, tales como: construir, superar al covid-19, avanzar y mejorar, no aportan sino: trabas, obstáculos, escollos, impedimentos, luchas, conflictos. Todos ellos apropiados para llevarnos, como nación, a alcanzar resultados negativos.

No tienen siquiera, la decencia y conciencia de permitir y apoyar aquello que propone el gobierno con la finalidad de obtener resultados positivos para el país con intención de que sean, beneficiosos para los ciudadanos y la nación en su conjunto. No, eso no, primero la ideología, el odio y la venganza, aderezados por los caprichos que dicta su inmadurez psicológica. Comportamientos típicos de personalidades inmaduras.

Aunque no lo parezca, si quienes ostentan los poderes quisieran realmente cambiar para mejorar, al igual que ocurre en otras sociedades más avanzadas, maduras y que se han conseguido en algunos otros momentos de nuestra historia. Volverlo a conseguir sería mucho más fácil y menos perjudicial.

Hacerlo es perfectamente posible, si se cuenta con la adecuada y necesaria disposición, y con la “masa crítica favorable y madura”: Honesta, decente, ética, visionaria, bien formada, etc., con la finalidad de liderar un cambio positivo. Esta opinión y punto de vista se basa en hechos y vivencias reales propias.

Deseo resaltar esto último. Lo que planteo se basa en experiencias y vivencias personales profesionales, cuando durante años trabajé en actividades de “creación de una nueva cultura de la organización: madura, retadora, flexible, estimulante y de calidad” en organizaciones y empresas grandes y medianas, donde llevamos a cabo experiencias de cambio y mejora, de esta índole.

Se podrá alegar que no es comparable un país con una gran organización y es verdad, en parte, pero también es verdad que en un 60% al 80% de lo que hay que hacer es lo mismo. Es igualmente, un trabajo con personas y para conseguir mejoras y beneficios para sí mismos: Cambiar, mejorar, implantar y comprobar planes versus logros, a través del adecuado seguimiento y conseguir resultados mediante la ejecución de los pasos y acciones que se especificarán en el Plan de Cambio, que se deberá hacer.

Sí es bien realizado, nadie lo rechaza. Sí lo podrán combatir personas inmaduras, cuyo temor al cambio, a lo diferente y desconocido, los descontrola debido principalmente a que aumenta su inseguridad ante lo novedoso y diferente que podrá surgir.

Créanme, la experiencia es muy similar, implica trabajar con personas, con gente con sus necesidades, deseos e intereses. Lo que si se requiere es: 1.- Tener muy claro qué se desea lograr. 2.- Hasta dónde se quiere llegar, y por supuesto 3.- Saber cómo hacerlo. Creo que es, en este último punto, donde no existe mucha experiencia, ni práctica real. De ahí el miedo a emprenderlo, y la aparición de las usuales resistencias.

Eso sí, no es un proceso fácil, al contrario, es muy complejo, pero sí es factible de ser realizado bien y de alcanzar resultados previstos excelentes.

¿Qué es necesario hacer para conseguir el cambio y la mejora?

*** A) El primer paso a dar es, conseguir el respaldo y compromiso de una “Masa Crítica” de apoyo y liderazgo. Hay que conformar poco a poco y cuidadosamente, esa masa crítica visible, que tenga la influencia, autoridad, poder, sabiduría, que sea respetada como “grupo eficaz de trabajo”.

Nunca verlo como “una comisión o comité, de los habituales elegido para mejorar, pero consiguiendo que todo siga igual. Que no pase nada”. Se trata de un verdadero equipo para llevar adelante de forma eficaz, el cambio y las mejoras que se determinen.

Este equipo inicial de trabajo, deberá ser muy bien seleccionado. Tiene que ser capaz de llevar a cabo el cambio, y contar con el soporte general indispensable. Lo ideal es conformar un grupo de “eminencias, sabios” maduros psicológicamente, provenientes de distintos campos y ámbitos, que puedan contar con un elevado respeto y respaldo de la ciudadanía, por ser quienes son y por estar dispuestos a trabajar por la mejora del país.

*** B) En segundo lugar es imprescindible que este “equipo de trabajo” y la “masa crítica”, conjuntamente con personas especializadas en grandes procesos de cambio y mejora, elaboren un “Plan General Estratégico. PGE”, en el que se especifiquen: lineamientos clave, objetivos, cambios, resultados esenciales a obtenerse y formas claras y medibles de seguimiento. Una vez acordado y elaborado, darlo a conocer. Comunicarlo en los diferentes ámbitos de influencia del país y obtener de esa forma, y poco a poco, el acuerdo, decisión de apoyo y un verdadero compromiso.

*** C) Poner el Plan en marcha. Crear y conformar una serie de equipos de trabajo multidisciplinares coordinados por especialistas, y hacer realidad la participación en ellos de políticos y otros dirigentes de las diversas ideologías que hayan sido capaces de, en forma madura, mostrar su compromiso con los cambios y las mejoras a obtenerse.

Trabajar para crear, difundir y desarrollar, poco a poco un ambiente y un clima general como estado-país, que culminará al haberse desarrollado y conseguido una “cultura madura de país”: madura, inteligente, democrática, participativa y transparente, basada en nuevos principios y valores que se deseen y que se hayan determinado.

Hablamos así de la posibilidad de construir una nación potenciadora que de verdad empodere, estimule, incentive a los ciudadanos e instituciones hacia conseguir resultados necesarios y superiores.

Hablo de conseguir lo contrario de lo que estamos obteniendo en la actualidad debido a que contamos con una dirigencia, en ámbitos clave, en general inmadura. Conformada por una serie de intereses, deseos, rasgos y comportamientos que dañan la convivencia. 

Esta inmadurez manifiesta, esa falta marcada de consciencia lleva a nuestros políticos y otros dirigentes a infringir daños al país y a frenar e impedir su desarrollo armonizado, mientras se pelean entre ellos, con el mayor descaro y sin importarles las consecuencias.

 

Antes de las Navidades, publicaré otro post, en el que completaré la descripción de los pasos y acciones clave del “Plan General Estratégico: PGE”

 

Mientras tanto quiero aprovechar la amplia difusión del Blog, unas 1,500 personas cada mes, provenientes de unos diez países para:

¡Desearos a todos unas Felices Fiestas y un año 2021, sin todos los daños y males que tuvimos en el presente 2020.                ¡Salud y Felicidad para todos!

 

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