miércoles, 14 de julio de 2010

EL EJEMPLO DE LA ROJA: UNA ESTRATEGIA EFICAZ Y COPIABLE

Aunque para nada soy forófo del fútbol, lógicamente he visto jugar a nuestra Selección, La Roja, además, de algunos otros partidos de los equipos más reconocidos, varios de ellos, ex-campeones del mundo, o casi, como el caso de Holanda. La verdad es que aún sin entender de fútbol, donde lo esencial es meter goles, contemplar el juego de la Roja, ha sido verdaderamente un placer. Como se comunican y se entienden, como colaboran unos con otros, que claro tienen el objetivo, con un liderazgo altamente compartido, con la seguridad que realizan su trabajo profesional, la elegancia con que juegan, su precisión en los pases, como reciben la pelota, cuan limpios son en general, su respeto por el rival, como se comportan aún ante agresiones realmente violentas, que madurez, calidad, entusiasmo, garra y compromiso demuestran con su trabajo. Son, sin duda alguna, el mejor ejemplo real de un verdadero EQUIPO. Modelo trasladable, así mismo, a cualquier otro tipo de organización.
Resalta también, que a diferencia del equipo de Cristiano Ronaldo, de Messi, de Müller, de Robben, de Forlán, la Roja es el Equipo de España, y no por que no tenga excelentes individualidades, que las tiene y varias, pero todos funcionan como Equipo.

EL IMPACTO DETERMINANTE DE LAS EXPECTATIVAS

Después de haber ganado la Eurocopa, ya sabían que podían perfectamente ser ganadores del Mundial. La expectativa ahora, produjo un efecto contrario a lo que había sido en el pasado, donde como mucho se llegaba, apenas, a los cuartos de final. Esa nueva expectativa, saber que somos buenos y podemos, es también uno de los factores de motivación e influencia, más importantes dentro de cualquier tipo de organización. La expectativa se define como: “La profecía que se auto-cumple” y, ha sido bien estudiada por psicólogos y economistas, por el impacto negativo o positivo que puede generar en el comportamiento humano, y especialmente, ante una realidad como la de crisis actual.

En el país hay personas y grupos, interesados en hacer ver que todo lo que se hace está mal y se ha hecho mal, claro sin decir nunca con claridad y precisión qué hacer para hacerlo bien o mejor. Con ello, la expectativa que se ha creado es negativa y nos condiciona como humanos a percibir y buscar esencialmente lo negativo y, a no ver lo bueno. Claro, decir que “todo esta bien” cuando no es la realidad tampoco contribuye, pero esa insistencia de algunos políticos en convencer a la población de que todo lo que se hace está mal, por no ser completamente real, no sólo no contribuye, sino que aún daña más la situación. La diferencia está, en ver el vaso medio lleno, o verlo, medio vacío.

Una historia que escuché una vez, creo que puede resultar clarificadora: Un empresario de la industria del calzado manda una de las personas del área de marketing y comercialización a África a explorar las posibilidades de negocio y ventas. Al llegar, conoce y se familiariza un par de días con el territorio y manda un email a la oficina informando:“Jefe, aquí no hay nada que hacer, la gente está acostumbrada de toda la vidaa a andar descalza”. El empresario, como buen emprendedor, no queda satisfecho con este diagnóstico y decide un mes después, enviar a otra persona. Esta llega, visita la ciudad y sólo tarda unas horas en enviar un email al dueño, donde le comunica todo entusiasmado:”Jefe, el mercado potencial es inmenso, todo el mundo va descalzo. Tenemos una oportunidad única”. El empresario confió en el segundo y la compañía en pocos meses vendía más zapatos deportivos que nunca anteriormente. Ese es el efecto de la expectativa positiva; puesta de moda recientemente con el “Yes we can” de Obama; que contra todos los pronósticos si pudo, y ahí está, haciéndolo lo mejor que puede a pesar de la terrible oposición. Bueno no es el único con gran oposición.

EL MENSAJE

El mensaje que percibo de nuestros jóvenes y excelentes jugadores de la Roja es: No j.... tanto y pónganse de acuerdo para cooperar y hacer lo que hay que hacer para sacar este país adelante, porque sí se puede. En contraposición, llama la atención lo que se viene desarrollando y observando especialmente entre políticos y...algunos otros grupos de poder, con el correspondiente perjuicio para todos. Claro, cambiar y mejorar la situación exige que todos esos grupos de influencia y poder cooperen, pero los egoísmos personales de algunos están por encima del país. España al igual que el resto de Europa y países de otros continentes, está en una situación grave que sólo es superable, en un medio plazo, si tomamos el ejemplo de la Roja y se coopera y apoya al gobierno de turno. Pero si se continúa egoistamente compitiendo, si el juego continúa siendo “tu pierdes-yo gano” y no se quiere ver la opción “gane-gane” que tanto está necesitando el país para fortalecerse, terminaremos efectivamente con “España rota”, en vez de, como lo ha logrado la Roja, triunfando y uniendo a todos tal como se ha dejado ver con claridad en los últimos días. Hacerlo, no resolvería de inmediato la crisis, pero sí nos llevaría a superarla poco a poco, y de manera más rápida.

La baja o mala disposición al trabajo, estimulada por la crisis y ciertos medios de comunicación anti-gobierno con mensajes, en su mayoría negativos, y la oposición oportunista, que no repara en daños al país con tal de lograr el descrédito del gobierno, no contribuye para nada a mejorar la situación. Así no se podría nunca haber ganado un mundial, sólo se pudo haciendo lo que hizo la Roja.

La Roja cuenta con un líder-coach como debe ser: Conocedor, competente, humilde, profesional, sensible, que respeta a sus jugadores, los motiva, reta, entusiasma, educa, diseña técnicas y los ayuda para que aprovechando su talento se hayan transformado en los mejores del mundo. Del mundo, escúchese bien. En la Roja, esas enseñanzas y modelaje, ha permeado en los jugadores, siendo varios de ellos excelentes líderes y grandes profesionales que dedicaron su esfuerzo y compromiso al objetivo del equipo: GANAR LA COPA DEL MUNDO, y a demostrar que el equipo es siempre superior a la suma de las individualidades que lo conforman.

Ojalá que inspirados por ese triunfo histórico para el país, políticos, empresarios, jueces y demás fuerzas representativas y de gran peso e impacto, sean capaces de que el objetivo común sea: contribuir entre todos a superar la crisis y mejorar la situación del país. Pero es necesario dejar de lado la arrogancia habitual, y pensar sólo en España como país. Un país rico por su pluralidad, diversidad y por contar con personas con mucho talento.

Felicitaciones a todos los que han hecho posible ese momento de gloria que han logrado para ellos y para todos los españoles. Aprendamos algo de esta maravillosa lección de cómo triunfar si todos colaboramos y dejamos de lado, aunque sea de momento, los intereses individuales y peor, los partidistas. Con esa visión egoísta que es la predominante, el país tardará mucho en superar la crisis. Por favor aplacen un tiempo sus intereses mezquinos y piensen de verdad en superar la crisis para beneficio de todos .

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