Continúo en esta entrega refiriéndome a los que a mi modo de ver y, basado en mi práctica de años, deben ser los pasos esenciales para determinar una excelente estrategia de empresa.
6.- Se ha llegado al paso esencial de determinación de la estrategia de futuro. Se trata del momento de decidir, cuál será la estrategia a seguir por la empresa, durante los próximos cuatro a cinco años, si todo va bien. Personalmente nos parece el momento clave, ya que basados en todo lo anteriormente realizado se tiene que decidir ahora: cuáles serán los lineamientos, ejes o decisiones estratégicas, que determinarán el curso de acción, futuro de la empresa.Es obvio que se trata de un momento crítico; pues equivocarse en la elección de la estrategia competitiva de futuro puede generar terribles perdidas para la empresa, además, de todo un sin número de problemas durante un importante periodo de tiempo.
En mi experiencia con ejecutivos tope, de muy diversas organizaciones, he podido comprobar que no siempre tienen claro qué es y qué no es estratégico. Por ello, daré algunos ejemplos de qué es estratégico. Aclaro, al mismo tiempo, que las decisiones conocidas como estratégicas, son decisiones que van a afectar e impactar de manera significativa todos los ámbitos de la empresa. Estamos hablando de tópicos tales como:
Crecer/Multiplicarse
Reducirse o Consolidarse
Innovación abierta: Inclusión, co-creación
Expandirse Geográficamente: Nacional o Internacionalmente
Diversificarse o Concentrarse
Entrar en ámbito del Comercio Electrónico (Internet)
Innovación inversa
Fusionarse/Asociarse /Comprar competidores
Integrarse verticalmente
Enfocarse en oportunidades y mercados especiales /Nichos
Innovar la gestión interna de la empresa
Implicarse en un Proceso de Calidad Total
Mejorar la rentabilidad
Otros
Cualesquiera de estas decisiones que se adopten tendrán, sin duda alguna, un importante impacto en cuanto al volumen de talento, esfuerzo y recursos varios, que la empresa deberá movilizar, por ello, cualquier error en la determinación producirá costes muy diversos elevados y producirá un grave retroceso en la marcha de la empresa. De ahí la importancia de seleccionar muy bien y por consenso, las tres o cuatro decisiones que conformarán la estrategia de futuro.
7.- En el modelo que he venido utilizando y perfeccionando, con base en los resultados y seguimiento hecho a la implantación de muchos Planes Estratégicos, en este paso se trabajan: Fortalezas y Debilidades, en todos los ámbitos de la empresa. Esto se hace a la luz de la estrategia recién determinada por el grupo directivo. Ésta, es la razón por la que no estoy muy de acuerdo con la práctica, más popular en nuestro país, de llevar a cabo casi al inicio del plan estratégico el análisis DAFO.Claro, hacerlo tal como planteo después de un momento tan importante como es la elección de la Estrategia de Futuro, sin duda resta magia al momento, que a estas alturas es de entusiasmo; pero las fortalezas y debilidades, en mi opinión, tienen que tener una referencia clara y, para mi, lo es: Por dónde el equipo directivo ha decidido que la empresa transite los próximos años.
8:- En el siguiente paso, alineados con cada una de las decisiones estratégicas, se determinen los Objetivos para los próximos tres o cuatro años; lo que viene a conformar el Plan de Medio Plazo. Es por ello esencial, contar con objetivos bien definidos debido a que:
a.- Conforman las guías del plan a medio plazo.
b.- Establecen con precisión la dirección que la empresa se ha fijado durante un periodo determinado de tiempo.
c.- Proporcionan información acerca de qué se debe lograr en un lapso de tiempo.
d.- Especifican cuáles son las prioridades y la dirección de la empresa.
Los objetivos para tener calidad y cumplir su finalidad motivante y comprometedora, deben poseer ciertas características que es conveniente resaltar:
I. Estar claramente definidos, y constituir un reto para toda la organización.
II. Ser dinamizadores, retadores, crear compromiso y pasión.
III. Estar perfectamente alineados con las decisiones o ejes estratégicos.
IV. Ser flexibles para adaptarse a cambios relevantes que pudieran surgir del entorno.
V. Ser conocidos y compartidos por todos
Al final de la actividad cada eje estratégico cuenta con uno, o máxime, dos objetivos que señalan la dirección y resultados esperados para los próximos tres-cuatro años.
9.- Una vez en este punto, sólo falta para culminar con éxito el Plan Estratégico, realizar un buen Plan Operativo para la eficaz gestión del primer año. Alineados con cada objetivo de medio plazo, se definen los correspondientes al primer año económico del nuevo Plan. El Plan Operativo es fundamental, en él se precisa el curso de la empresa durante el próximo año y los resultados que se esperan alcanzar o superar. Estos objetivos anuales corresponden a la cabeza de la organización. Es necesario ahora, diseminarlos en el ámbito de toda la empresa.
Deseo destacar, que a pesar de todo lo realizado y de que se puede contar con un excelente Plan Estratégico, todo lo que se tiene es: un plan, que vale muy poco mientras no se implementa y se implica en él a todos, desde los niveles más altos hasta los más bajos y, a todo el personal en general. O sea, lo más complicado y difícil viene ahora, involucrar a todos; directivos y empleados, para que se sientan comprometidos a llevar adelante el Plan, y lo fundamental del mismo: lograr o superar los objetivos planteados en él. Cuando esto se realiza bien, se transforma en un proceso de innovación y de gestión, bastante más complejo que elaborar el plan estratégico, pero que, bien implantado y gestionado produce en las empresas resultados que anteriormente jamas se habían alcanzado. Bien realizado el resultado es casi, mágico.
Diría que existen tres Procesos bastante conocidos para implicar a todos en la implantación y logro de los resultados estratégicos: El primero, más conocido y utilizado en nuestro país: Dirección Por Objetivos (DPO). El otro más conocido y reciente, el Balance Score Card (BSC) conocido en español como Cuadro de Mando Integral (CMI). Y existe un tercero, no tan conocido, que es el que he venido utilizando y aplicando durante los últimos veinte años, al que hemos denominado Planificación y Gestión Estratégica (PGE), que es muy simple e incorpora muy bien los aspectos psicológicos, motivacionales y de creación de compromiso, para lograr la eficacia en el logro y superación de los objetivos anuales.
Termino destacando una vez más que lo esencial de la estrategia es que sea la más adecuada a todas las necesidades de la empresa y, desde luego, que sea bien implantada.
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