En las dos entregas anteriores he intentado, basado en un articulo publicado a finales de Octubre, titulado ”La dirección por objetivos hace aguas”, hacer ver a los lectores, que desde mi punto de vista, “cuando hace aguas” es porque no se ha implantado bien, o que se realizó en una organización que no estaba suficientemente preparada y madura para adoptar este tipo de gestión participativa; ya que ésta, se basa en el valor y competencias que aportan las personas, tales como: confianza, participación, consideración del talento de todos los empleados, en todos los niveles y ámbitos de la empresa.
En la entrega anterior (36), comencé a exponer los beneficios y ventajas que la adecuada implantación de las metodologías más comunes suelen producir, y me orienté de manera especial, en la que personalmente he implantado en más de cuarenta organizaciones, habiendo tenido además, en varias de ellas, la posibilidad de comprobar beneficios y avances realizando actividades de seguimiento durante los tres o cuatro años posteriores.
Volviendo al punto donde finalicé la citada entrega, y continuando con los beneficios que aporta trabajar con objetivos claros y la adecuada metodología, señalaré otros que quedaron pendientes de ser enumerados. Continúo con la numeración:
8. Compromete a todos con una imagen motivante acerca de, cómo se quiere ser, y de qué y cómo hacer, para lograr los resultados deseados. La ventaja de disponer de objetivos claros es que facilita, mediante el adecuado proceso de comunicación y negociación, alcanzar el compromiso de todos los implicados con ellos. La sinergia y potencialidad que surge de ello, es lo que va a permitir no sólo alcanzar los resultados previstos, sino con cierta frecuencia, superarlos.
9. Permite obtener y alcanzar mayor eficacia al incrementarse el compromiso con los resultados. Esto facilita obtener un grado de implicación y de responsabilidad elevado por el resultado final (Accountability)
10. Facilita que las actividades del día a día, se perciban relacionadas con la estrategia general común y aporten sentido y valor a cada actividad.
11. Provee a todos y cada uno de los implicados, en los diferentes niveles y ámbitos de acción de la empresa, de un entendimiento claro de qué se desea lograr y cómo. Este entendimiento permite, según hemos podido comprobar y medir, la disminución de costes por desperdicio general, que sí se produce en otras circunstancias.
12. Orienta los diversos recursos hacia el logro de objetivos o metas comunes. El presupuesto y todos los recursos se focalizan en el cumplimiento de los objetivos. Logrando así un gran ahorro de recursos, y se mejora, en consecuencia, la productividad general.
13. Alinea a la empresa con su Visión de Futuro. Todos saben con precisión hacia dónde se va y contribuye a ello. Todo lo que de aquí se deriva son beneficios.
14. Guía y facilita la transferencia de objetivos y metas dentro de la estructura operativa de la empresa. Al tener objetivos claros, estos pertenecen lógicamente al cargo que la persona desempeña, ante un cambio de personas, por promoción, por rotación interna planificada, por cualquier razón que lo amerite, facilita la rápida incorporación y comprensión por parte de la nueva persona en la actividad, ya que lo único que ésta necesita es, seguir con los planes de trabajo desde el punto en el que se encuentran. Hemos observado en nuestras experiencias que esto se facilita enormemente y el cumplimiento del objetivo no sufre.
15. Promueve la negociación y cooperación entre las diferentes áreas. La Metodología de PGE exige que antes de determinarse los objetivos definitivos del proceso de alineación que involucra a los diferentes niveles, estos tengan que ser negociados con las demás personas, departamentos, etc., quienes a lo largo del trimestre, o del año, tendrán que realizar actividades para su eficaz ejecución y logro. Esto,con frecuencia, evita muchos fallos y problemas que llevan al “no cumplimiento” de los objetivos.
16. Conduce a la empresa hacia alcanzar un nivel de liderazgo y gestión más profesional y mucho más eficaz, acorde con los planteamientos y necesidades de las empresas en la actualidad.
Al implantarse como debe ser y lograrse los resultados cualitativos y cuantitativos descritos, es obvio que, la empresa que implanta y aplica bien estas metodologías, alcanza un nivel superior y más profesional de funcionamiento y eficacia.
Espero, después de lo expuesto, haber dejado claro que no comparto para nada la afirmación de que “la gestión por objetivos esté haciendo aguas”. Si en algunas empresas está ocurriendo, habrá que reflexionar por qué, es seguro que no se está haciendo bien. Entonces hay que buscar con quién hacerlo y tener la garantía de que sabe, a plenitud, todo lo que está en juego ante una pobre o inadecuada implantación de Gestión por Objetivos.
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