lunes, 7 de mayo de 2012

¿ES BUENO TANTO PODER?


UNA PERSPECTIVA DIFERENTE

Ahondar en los planteamientos de McClelland, que iniciamos en la Entrega anterior, permite teorizar y explicar, desde el enfoque de la motivación en el ser humano, tanto en el trabajo como en otros ámbitos, aspectos de la situación actual del mundo. Sus investigaciones validan lo que plantea. Podemos por tanto afirmar que: es lógico estar como estamos.
Lo que ha motivado el nada ético comportamiento de la banca mundial ha sido, una desmedida necesidad de poder personal que llevó a funcionarios, en todos los niveles y actividades, a realizar actos de manifiesta irregularidad, impelidos  por un desenfrenado deseo de poder personal que permeó en las diversas capas que  conforman a las instituciones bancarias. Primero en USA y luego en Europa.

Destaca McClelland que la necesidad de PODER es de dos tipos: Poder Personal, ó Poder Socializado. Cuando lo que motiva es: controlar, imponer, dominar, dirigir, mandar, subyugar, manipular a otros, se trata de Poder Personal. Mediante él, se ha llegado al extremo de decidir engañar y saquear a todos los que se ha podido. Aunque este tipo de poder radica en las personas, también se observa en empresas e instituciones privadas, públicas y civiles de diversa índole, en las que predomina ese tipo de Cultura. (Ver Entrega 54 del 16-10-2011) 
Poder Socializado se manifiesta cuando un individuo o entidad utiliza su poder para: ayudar, apoyar, colaborar, aconsejar, construir, orientar, reforzar, premiar, influir positivamente en otros. Por tanto, nada que ver con lo ocurrido con la crisis y las posteriores recesiones económicas surgidas en consecuencia.

El otro tipo de motivación de la que nos habla, posee también fuerte impacto social, la denominó Necesidad de Afiliación. Se manifiesta por la necesidad de personas y entidades de: establecer, mantener ó restablecer, relaciones afectivas satisfactorias con otros. Es una necesidad social, de pertenencia. Ésta, también ha brillado por su ausencia, en la creación y desarrollo de la crisis y recesiones, como lo demuestra el comportamiento, muy europeo, de Merkel y Sarkozy. Hace menos de una semana, parecía que, por fin, ambos se habían dado cuenta del inmenso daño infringido al resto de Europa con las exageradas medidas de austeridad y, ya Merkel  intenta liderar la llamada “Agenda por el Crecimiento”, que esperamos que Hollande, nuevo presidente de Francia y uno de los promotores de ese cambio logre liderar con honestidad para el bien de Europa. Pero el daño ya está hecho. Es, sin embargo, lamentable que nuestro país parece no haberse percatado aún según declaraciones, de ayer mismo, de Rajoy. Es claro que hay que combinar inversión y crecimiento con austeridad y mejora de la eficiencia y productividad, dado que la austeridad extrema, está acabando con casi todo lo avanzado en el país en los últimos 20 años. 

Para salir adelante es necesario, dejar de lado tanta motivación de poder e insuflar, en Europa y en nuestro país, motivación hacia la superación, la realización de cosas originales y extraordinarias, al cambio e  innovación, la superación de retos con visión de largo plazo por un futuro mejor y, crear condiciones que permitan a las personas realizar esfuerzos para superarse a sí mismas. Esto se hace, basado en la existencia de metas de excelencia auto- impuestas. Las señaladas arriba, son las características que indican, en personas y entidades, la presencia necesidad de Logro o Superación. La misma será mayor dependiendo de la intensidad con la que este tipo de manifestaciones de conducta y de oportunidades se promuevan en: Universidades, Escuelas y Colegios, y en Empresas de toda índole.  

Afirmaba MacClelland: “lo que en mayor grado determina el desarrollo de un país, institución, grupo, o persona, depende de la cantidad de necesidad de Logro o Superación que en los mismos exista. Sí es la que predomina, en consecuencia, se logrará un elevado desarrollo de la sociedad y será capaz de conseguir lo que se proponga. Esta motivación es el motor que empuja e impele a realizar cosas, a desarrollar, crear e innovar. Si predomina cualquiera de las otras dos necesidades el resultado será totalmente distinto”.  Basado en sus investigaciones en diversos países afirmaba haber encontrado una relación que demostraba “que unos veinte a treinta años antes de producirse en esos países un elevado desarrollo, la necesidad de superación ascendió a niveles altos en su población”. De ser como lo plantea, nos atrevemos a creer que sí, por ser investigador reconocido, profesor de una de las universidades más importantes y serias del mundo, cabría preguntarse: ¿Cómo estamos? ¿Cuál es nuestra realidad al respecto?

Nuestro país aún necesita mucho desarrollo y avances, por tanto la motivación predominante debería ser de superación, ésta estimula, facilita y promueve la búsqueda de desarrollo, estimula y promueve emprendedores y empresas ganadoras, innovadoras que buscan hacer cosas originales; y esto es algo de lo que aún nos falta mucho. Con ello no queremos decir que el 100% de la motivación tiene que ser de superación y logro; sería tan dañino como que el mayor porcentaje fuera de poder o de afiliación. Extremos o grandes desequilibrios son dañinos y ahí radica nuestro gran problema, desde la perspectiva que nos ocupa.

De manera personal considero que actualmente en España, el balance de estas necesidades es, más o menos así: De 60 a 70% PODER.  De 20 a 25% AFILIACIÓN.                               Y lamentablemente, apenas de 10 a 15%  LOGRO-SUPERACIÓN. Esto explica muchas realidades cuasi inverosímiles que vienen ocurriendo en el país y que son causa de grandes estragos en diversos ámbitos de nuestras vidas.

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