jueves, 9 de junio de 2016

ESPAÑA: ELECCIONES, POLÍTICOS, MADUREZ; LA SOLUCIÓN (Parte 4-1)



LA SOLUCIÓN: PERSONAS CON ELEVADO DESARROLLO DE SU “YO”

En los tres anteriores Post he hablado del tema del título relacionándolo con las Etapas en el Desarrollo Humano” según el Modelo de Jane Loevinger. Hasta los momentos y debido al natural proceso evolutivo, me he estado refiriendo a las Etapas a través de las cuales discurre esa evolución; que va desde la máxima inmadurez de los seres humanos – descrita como Personalidad Impulsiva- hasta la máxima que se puede alcanzar – Integrada – siguiéndo las pautas y descubrimientos de diferentes estudiosos del “Proceso de evolución psicológica de los humanos”.

Las tres Etapas que he descrito hasta ahora se refieren, lógicamente, a las descripciones de los comportamientos de los humanos en las fases iniciales del desarrollo. Siendo completamente normal y natural que partamos, tal como se ha señalado, desde comportamientos impulsivos, incontrolados, rudimentarios característicos de los primeros meses y años de nuestra evolución.

En lo escrito he explicado que el problema serio, complicado, se presenta cuando conductas perfectamente naturales al principio de nuestro proceso de desarrollo, continúan siendo exhibidas, ejecutadas, por personas adultas. Es obvio que esto ya no resulta normal.

Señalé también, debido a que llevamos en nuestro país meses en Campaña Electoral, que estoy atónito y asombrado, de forma muy negativa, por acciones y decisiones de los políticos en general, y muy especialmente de los que nos gobiernan. Por esa razón decidí relacionar sus actos y las consecuencias de los mismos con aquellos correspondientes a las descripciones de desarrollo de la personalidad, estudiados y citados por Loevinger y adaptados al mundo de las organizaciones, en general, por Harry Lasker y Vic Pinedo.

En un artículo publicado hace unos días en el suplemento “Ideas”, Victoria Camps escribía: ”Una tras otra las encuestas constatan que la confianza de la ciudadanía en la política desciende cada día. Ni los políticos en general merecen credibilidad ni, en consecuencia, se confía en el buen funcionamiento de las instituciones”. Y yo pregunto, al constatar como las descripciones de los comportamientos y rasgos de inmadurez describen la conducta de nuestros políticos, en algunos casos con precisión matemática ¿cómo vamos a confiar en ellos, si además nos mienten y tratan de engañar y engatusar todos los días? Y eso que aún no estamos en campaña.

Para poder confiar en alguien es fundamental que la otra persona muestre comportamientos íntegros y que se perciba que es posible predecir el comportamiento posterior, y estimar, con bastante certeza, hasta qué punto se puede creer en lo que prometen.

Viendo los últimos seis años de gobierno y gobernantes, y tomando como base los comportamientos citados para describir las personalidades: Impulsiva; Auto-defensiva-Oportunista; Conformista, es posible comprobar porque no es factible creer lo que nos dicen. Ya lo hicieron y se observa claramente que no cumplieron. ¿Cómo nos van a pedir, quienes nos han engañado miserablemente y además dañado tanto al país, que confiemos y creamos que ahora no nos mienten? Es imposible. Bueno lamentablemente algunos si confían a pesar del continuado engaño. Ellos sabrán porque¨. Nosotros también, se trata de comportamiento III, Conformista.  

En el Post actual, comenzaré a esbozar lo que percibo como “La Solución”. Es claro que tiene que ver con la verdadera manifestación de comportamientos maduros. Veamos las características del primer grupo que se puede considerar maduro. Se trata del conocido como: “Nivel ¾ de “Darse Cuenta”. Os aclaro como información que existen descripciones de otros niveles a los que no he considerado relevantes para el planteamiento general que vengo realizando. Se habla del Nivel 1/2, del 2/3, y del 3/4, el presente.

En los niveles de transición, se observan claramente comportamientos y características de la Etapa anterior y predominio de comportamientos de la Etapa más madura.

3 / 4.-  NIVEL DE “DARSE CUENTA”: TRANSICION DE CONFORMISTA A CONSCIENTE
  • Inicio de darse cuenta de la vida interior. Conciencia de la vida interior.
  • Se desarrolla la capacidad de introspección. Ver “dentro de uno mismo”
  • Inicios de una moral y valores personales propios. Ya no son los pertenecientes al grupo los que rigen el comportamiento de éstas personas.
  • Posibilidad de ver y aceptar múltiples y diferentes alternativas ante una situación.
  • Claro en sus deseos para sí mismo. Sabe que quiere y desea.
  • Se sale a veces de las normas sociales aceptadas. Priman sus valores y creencias.
  • Los sentimientos son aún, vagos y banales, pero ya hay mayor consciencia de ellos.
  • Clara conciencia de la diferencia entre "yo", “uno mismo” y "los demás". Los otros.
  • Tendencia a criticar a otros en términos de sus propios estándares y valores.
Durante esta transición se producen además cambios que conducen al desarrollo de la personalidad madura: Consciente (Etapa IV). La capacidad incipiente de darse cuenta, de ser consciente del mundo que lo rodea, representa un paso fundamental, vital, en el proceso de desarrollo y madurez en los humanos.

En el Nivel 3/4 aparece la capacidad de introspección, que le permite tomar conciencia de su vida interior: Gustos, intereses, necesidades, deseos, conflictos internos, sentimientos, contradicciones. Algo fundamental en el avance de la madurez es, que comienza a surgir una “moral propia” y un cierto grado de autonomía, que lo lleva a realizar lo que le gusta y aquello en lo que cree, más que en lo que otros, su partido político u otros ámbitos le dictan.

Comienza a ser una persona madura, capaz de ver y aceptar diferentes alternativas ante una situación. Las cosas ya no son tanto en blanco o negro, tienen más matices, algo que es clave y muy positivo para la vida profesional. En el caso de una persona que ocupe una posición de dirección y/o mando, lo habilita para trabajar en equipo y respetar y estimular los puntos de vista de otros, cosa que personas de etapas anteriores no hacen por su falta de madurez.

En personas que han logrado alcanzar este nivel es usual la presencia de comportamientos que corresponden a etapas anteriores. Una persona del nivel 3/4, no debería quizás, mantener ningún comportamiento de su Etapa I, y quizás, ni siquiera de la II. Debería haberlos superado. El  mantener algunos de esos comportamientos inmaduros le acarreará problemas en los diferentes ámbitos en los que interactúe: Sociedad, familia, laboral y otros.

Es sin embargo lógico, que mantenga algunas conductas correspondientes a la etapa III, y haya comenzado a desarrollar y a manifestar otros de la Etapa IV. Este progreso lo conseguirá, de haber tenido una “evolución normal, fluida”, al superar de forma apropiada las diferentes “crisis del desarrollo” tal como las denomina Sullivan, ocurridas en las etapas anteriores.


Alcanzar este Nivel, permite contar con individuos aptos para trabajar bien, capaces de tomar la iniciativa, ajustados a su realidad, colaboradores, dispuestos a compartir su talento y aprender de las ideas de los demás. Son personas que ya no se comportan como “borregos”, ni de forma oportunista y egoísta, sino que tienen ideas, valores y creencias  propias, lo que les permite adecuarse al medio en el que se desenvuelven. Mantienen ya un buen grado de autonomía gracias al desarrollo que han alcanzado de su madurez.

Es esencial que la cultura del país estimule y promueva sus capacidades y conforme un entorno que lo estimule para continuar madurando, desarrollándose y aprendiendo. De no ocurrir así, tal como es frecuente en nuestra realidad, la propia cultura los forzará a comportarse de forma inmadura, sumisa, con predisposición a acatar lo que le ordenen. Esta realidad se traduce en una pérdida de la potencialidad de las personas, de su creatividad, iniciativa y talento. Con ello, tanto el país como las empresas, desperdician su recurso más importante, minimizando además, su gran valor. Lo contrario de lo que como país que pretende, ser vanguardia, requiere.

Si nuestros dirigentes en general y nuestros políticos, actuarán acorde con los rasgos y comportamientos propios de este Nivel, sin duda alguna, nuestro país se parecería más a los países nórdicos con los que a veces, nos gusta equipararnos para ciertos temas. Aclaro como es lógico, que existen políticos y dirigentes maduros; pero como que son excepciones. Según lo descrito y especificado en pasados post, no es lo que predomina.

En la próxima entrega del Blog, hablaré de los individuos y personas que han alcanzado buena madurez psicológica, y podremos comparar sus comportamientos con los descritos a la fecha; lo que facilitará  ver y entender con facilidad, porque estamos como estamos, y porqué se nos dificulta tanto avanzar y superar varios de los males que nos aquejan desde hace muchos años y que representan un gran lastre para los cambios y exigencias que nos depara el mundo a futuro.     

La explicación y la razón de ello radican en la Madurez Psicológica predominante en la población.

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