martes, 6 de febrero de 2024

ORGANIZACIONES ÁGILES (Parte 3)

 ¿Qué son las metodologías ágiles?

En las dos entregas anteriores del Blog, me he estado refiriendo a algunas de las opciones de Consultoría Organizacional con mayor aplicación y futuro. Espero que, en las dos siguientes, pueda dar suficiente información para que estéis en capacidad de comprender, de forma clara, el panorama general actual, el próximo futuro y, en qué apoyarse, a la hora de intentar implantar cambio, innovaciones y mejoras en vuestras organizaciones.

Cabe resaltar que el principal leitmotiv de la consultoría en la actualidad, está cimentado en la velocidad de respuesta, en la agilidad de las empresas para anticiparse y, en ser capaces de prepararse para pronosticar y dar respuesta adecuada a las demandas y necesidades de innovar que continuamente surgen en los mercados.

Al hablar de metodologías ágiles, deseo dejar claro que no se trata solamente de instrumentos y de herramientas. En su evolución y aplicación, durante los últimos veinte años, han crecido de manera que hay que concebirlas como enfoques actuales generales, para conseguir mejoras, una mayor eficacia y, cómo medios para obtener incrementos de productividad y rentabilidad de las organizaciones.

¿Cuándo nació el concepto “Agile”?

En el año 2001, debido a que los enfoques y metodologías de cambio y de mejora organizacional tradicionales no respondían a las necesidades del momento. Se reunieron directivos de empresas de desarrollo de software para dialogar, acerca de la necesidad de crear nuevos instrumentos y herramientas con la finalidad de mejorar la eficacia de empresas y organizaciones, en general.

Es en ese periodo, donde nacen oficialmente las metodologías ágiles. Y decimos oficialmente, porque hubo un hecho predecesor en 1959-60, cuando se utilizó un método iterativo e incremental para el desarrollo del software del avión cohete X-15.

Mucho después, ya en 1985 sucedió un hito que marcaría un antes y un después, en el enfoque Ágil. Se trató del desarrollo y presentación del método SCRUM por parte de Ken Schwaber.

Hoy, debemos ver las metodologías ágiles como estrategias integrales flexibles que impulsan a las organizaciones a gestionar todos sus proyectos con rapidez y flexibilidad. La realidad es, que el mercado cada día exige mayor flexibilidad y velocidad de respuesta ante un panorama incierto, cambiante y muy competitivo. Las empresas deben responder con urgencia a esta demanda. Sin embargo, vale la pena señalar que según estudios efectuados al respecto por el Project Management Institute, PMI, “alrededor del 48% de los proyectos no se terminan dentro del tiempo planificado”.

La metodología Agile, ayuda en el desarrollo de proyectos que necesitan rapidez y flexibilidad para adecuarse a las necesidades del cliente. Está siempre enfocada en, mejorar resultados. A diferencia de la forma tradicional de gestionar los proyectos, las metodologías ágiles no necesitan definir al inicio de los proyectos la totalidad del alcance de los mismos. Es perfectamente factible ir haciéndolo sobre la marcha, según se va avanzando. Esta, es una de sus mayores ventajas.

Es también, la razón por la que muchos definen a las metodologías ágiles como, una innovadora forma de trabajar y de organizarse, que “fragmenta” los proyectos en partes capaces de adaptarse sobre la marcha, complementarse y resolverse en poco tiempo. Es decir, no se planifica ni se diseña el proyecto por adelantado, sino que a medida que se desarrolla se va definiendo, gracias a un feedback constante.

Otra característica muy particular es, que se trabaja por períodos de tiempo durante los cuales, cada miembro del equipo debe ejecutar una serie de tareas. Ejecutadas dichas tareas, entregan los avances, se reciben devoluciones, y comienza nuevamente el proceso, permitiendo implementar los cambios necesarios que se han identificado sobre la marcha.

¿Qué es la agilidad empresarial? Ventajas de las metodologías ágiles

Es esencial entender que las metodologías que llevan a la agilidad empresarial nacen para, privilegiar la interacción de los procesos, y facilitar la colaboración con el cliente ante la necesidad de continuos cambios durante el desarrollo y el armado del proyecto.

Son diversas las ventajas y beneficios que aportan dado su: Enfoque, el proceso de desarrollo y, formas de implantación. Veamos algunas.

1. Entregas rápidas y continuas: Uno de los aspectos más importantes de las metodologías ágiles es, que tienen como principal característica realizar entregas rápidas y continuas de software funcionando.

2. Concebir cada proyecto en partes homogéneas: La facultad de “dividir” el proyecto en partes capaces de adaptarse sobre la marcha, de complementarse y resolverse en poco tiempo, ayuda para que, en el caso de realizar cualquier modificación, sólo se hagan cambios en la parte implicada y en un tiempo corto.

3. Promover el trabajo colaborativo: Además de los beneficios en la mejora de los procesos, también fomenta y facilita el trabajo multidisciplinario, la autonomía y la transparencia. Como todas las partes persiguen un objetivo común y trabajan con fluidez y flexibilidad, permite que los equipos obtengan resultados más efectivos en menor tiempo.

4. Predecir resultados y minimizar los riesgos: Las revisiones continuas y la adaptación a los cambios, permite obtener una mirada predictiva sobre el resultado. Esto por descarte, minimiza los riesgos de cometer errores inmodificables.

5. El cliente, un miembro más del equipo: Mediante el establecimiento de un vínculo fluido con los clientes y, un trabajo multidisciplinario, se consiguen resultados realmente satisfactorios donde, con gran frecuencia, el cliente se convierte en un miembro más del equipo, promoviendo proyectos eficientes que resultan ser una gran experiencia. La frecuente utilización de equipos auto-organizados permite una toma de decisiones más rápida, fluida y eficiente.

¿Qué nos dice el Chat GPT?

Volviendo a la pregunta hecha al Chat GPT (Post de diciembre 13), acerca de la situación que hoy se vive con relación al Desarrollo Organizacional, señaló: el Desarrollo Organizacional (D.O.), tuvo un peso específico muy importante en el mundo de los negocios, a partir de los años setenta.

Indica así mismo, que el enfoque del D.O., ha sido siempre básicamente holístico, integral, centrándose en mejorar la efectividad organizacional a través de un cambio planificado que abarcaba desde el más alto, hasta el más bajo nivel del personal de la empresa, incluyendo, además, la mejora de los macro-procesos necesarios para el cambio y el progreso necesarios.

Esos cambios y mejoras se realizan siempre, mediante intervenciones bien planificadas, con un marcado énfasis para incidir en el cambio y progreso de las personas, y además en ámbitos clave para las empresas, siempre relacionados con el desarrollo y crecimiento de las mismas. Todo ello, basado en un completo diagnóstico inicial.

En décadas recientes, otros enfoques han ganado terreno debido a los cambios en el ámbito de los negocios, el entorno empresarial y, en las demandas de la sociedad.

En nuestra práctica con más de cien organizaciones grandes y medianas, un importante número de ellas multinacionales de varios países, hemos utilizado el Desarrollo Organizacional (D.O.) como un enfoque integral y holístico, mediante el cual contribuimos a mejorar las organizaciones con las que trabajamos. Siempre, con un enfoque centrado en el cambio planificado llevado a cabo mediante diferentes tipos de intervenciones y apoyado en el desarrollo y mejor capacitación de las personas. Por lo general, al ir incorporando nuevas herramientas y métodos que surgían, se fueron obteniendo excelentes resultados y avances.

Aunque hoy no existe un enfoque semejante al D. O., varias de las corrientes y prácticas mencionadas en los tres últimos post, comparten grandes similitudes y abordan la mejora general de las organizaciones.

Continúa en el venidero post

http://innovarlagestion.blogspot.com 

http://www.bubok.es/libros/172773/Innovar-la-gestion

 

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