En la cuarta entrega del Blog (Oct. 22, 2009), señalé mi pensamiento acerca de que parte de los esfuerzos en I+D+i, mencionada frecuentemente como la gran panacea para "alcanzar un mejor desarrollo como país", no se aprovechan al máximo debido a la carencia de preparación necesaria por parte de: organizaciones, empresas, centros científicos, universidades y otros, para recoger los beneficios de llevar a cabo la citada formula. Sin duda esencial para avanzar y progresar.
En entregas anteriores, cité estudios reconocidos e importantes de gurús y empresarios, que afirman “para que las organizaciones obtengan un buen retorno de sus inversiones en I+D+i, es imprescindible que estén preparadas para ello”. Implica, que toda organización pública, privada, científica, universitaria o tecnológica, debe estar preparada para dar acogida a los cambios que la innovación demanda siempre. Para ello, tiene que poseer una cultura organizativa abierta a la innovación y al cambio que la innovación conlleva. De no ser esa la situación, lo que ocurre con frecuencia, el esfuerzo de cambio e innovación se pierde en un porcentaje importante. Por ello he venido insistiendo, en la mayoría de las anteriores entregas, en la necesidad vital de Innovar la Gestión de las mismas. Bien haciéndolo previamente, bien paralelamente.
Señalé en la primera entrega, que especialistas, conocedores y Ceo´s de éxito, venían destacando desde hace tiempo tres grandes áreas de actuación dentro de este proceso de “preparar adecuadamente a las organizaciones de cara al futuro”. A saber: a)- Revisar y reorientar urgentemente la estrategia de la organización. b)- Contar con muy buenos líderes. c)-Construir una nueva cultura organizativa que estimule la innovación y el talento en todas sus vertientes.
En las entregas 6ª a la 15ª, desarrollé lo concerniente al punto b, de “Contar con muy buenos líderes”. Para ello, puse el énfasis en dar a conocer lo más efectivo y reciente en este área clave para toda organización: El líder Extraordinario. Modelo surgido en este siglo. Es este tipo de líderes lo que se necesita para realizar un eficaz proceso de cambio y mejora, tal como lo demanda hoy, cualquier tipo de organización que se precie y desee mantenerse en la vanguardia, siendo además competitiva.
Había pensado, dado que en nuestro país el concepto y modelo de liderazgo más conocido es el de Coaching (Empower Leadership) que data de inicios de la última década del pasado siglo, seguir por esa línea, pero considero que una vez explicado Líder Extraordinario, es preferible cambiar de tema y hablar de Coaching en otro momento.
Me enfocaré por lo tanto y en varias entregas, en otra de las tres áreas señaladas como clave para superar la crisis y prepararse mejor para el futuro. Destacaré así, la marcada importancia que la Cultura y Clima de trabajo de las organizaciones tiene, a la hora de hablar de productividad, eficiencia, eficacia, cambio e innovación. Este tema, nos lleva, entre otros aspectos, a plantearnos la necesidad de renovar las estructuras de nuestras organizaciones y desarrollar culturas organizativas que realmente propicien y estén en condiciones de obtener verdadero provecho de las ingentes inversiones o gastos que se realizan anualmente en I+D+i.
Retorno, por tanto, a la necesidad comprender la importancia que aporta la formula varias veces señalada y que destaca la intencionalidad de este Blog. Me refiero a la de I+D+i+IG. Siendo IG: Innovación de la Gestión.
Finalizo estos comentarios con otra cita del reconocido gurú Gary Hamel, que apoya mis planteamientos: “Sabemos que cualquier sistema social en el que el poder está demasiado concentrado en la cúpula no es eficaz, y que tampoco es capaz de adaptarse rápidamente. Hace falta reinventar el sistema de gestión de las empresas a través de la innovación. Hoy en día lo que importa es el talento y el cerebro de las personas; gente brillante e inteligente, que tenga pasión, iniciativa y creatividad. Las empresas, de cara al futuro, deben poner mucho énfasis en el desarrollo de las capacidades y competencias de sus empleados. Sólo existe valor allí donde hay creatividad y pasión, y sólo es posible innovar cuando se desafía lo establecido. Pero si el poder se mantiene concentrado en cúpulas directivas cerradas, todo lo que suponga cambio, será muy difícil de conseguir. Si el empleado carece de autonomía y no se le deja desarrollar su creatividad, la empresa irá perdiendo competitividad y será vencida por rivales más inteligentes.”
Hacer realidad estos planteamientos de Hamel, implica trabajar hacia desarrollar culturas organizativas y climas de trabajo que propicien lo señalado. Lo demás es desperdicio de talento y ni hoy ni nunca las organizaciones están en condiciones de hacerlo. Desarrollar la cultura adecuada es el reto más importante para cualquier tipo de organización.
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