lunes, 2 de diciembre de 2019

ESTRATEGIAS DE EMPRENDIMIENTO (Parte II)


+ Estrategia III: Innovación -- Continuación

Culminé el anterior Post hablando de “la Innovación”, mencionándola como la tercera, y quizás, más poderosa estrategia de enfoque y orientación, para llevar a cabo cualquier práctica de emprendimiento, bien implementada y realizada. Muy especialmente, si se lleva a cabo en el ámbito de los negocios y se persigue que resulte de utilidad, exitosa y, perdurable en el tiempo. Desde esa perspectiva, la innovación, tomada y aplicada como macro-estrategia se transforma, vista desde una perspectiva de futuro, en algo indispensable.

La innovación debido a su maleabilidad y flexibilidad, facilita y permite alcanzar una eficaz y duradera adaptación al medio donde está vigente, e inclusive, adelantarse a los tiempos. Esto sucede de manera especial, en aquellos ámbitos en los que resulta esencial para mejorar, avanzar, progresar.

Innovar es además una macro-actividad. Requiere de diferentes recursos, líneas de acción, métodos y gran variedad de trabajos. Es indispensable en el complejo y cambiante mundo empresarial actual y, muy especialmente, de cara al variado e irregular futuro que ya se avecina y que exige riqueza de enfoques, no de un solo rígido, lineal. Para ello, requiere entre otros, de un conjunto muy diverso de labores complejas que necesitan nutrirse de al menos, dos vertientes fundamentales: Iª) La emocional, humana, creativa, sensible. Y la IIª) la estructural, orgánica, sistémica, dura.

Mediante la adecuada conjunción y proporción de ambas, según cada caso, es factible crear, desarrollar y mantener en el tiempo, una atmosfera de trabajo, en empresas y otras organizaciones, que estimule la innovación, los cambios, las mejoras y que esté basado en: la imaginación, la creatividad, la libertad de pensamiento y acción, confianza, las emociones, la verdadera participación, comunicación, cooperación, transparencia y otras similares. Todas ellas relacionadas con los componentes humanos dentro de los procesos que demandan innovación.

Los esfuerzos y acciones necesarias para llevar a cabo lo señalado van haciendo surgir la que, desde mi percepción representa la: IV estrategia para ejecutar de manera eficaz y exitosa, proyectos y actividades de emprendimiento.

+ Estrategia IV: Centrarse en las tareas esenciales

Se trata de poseer una habilidad clave muy importante a desarrollar e implantar como procedimiento de funcionamiento desde los inicios del proyecto de emprendimiento. Consiste en desarrollar y poner especial foco y atención, en la labor de: identificar, valorar y priorizar la ejecución de las actividades y tareas que son percibidas como esenciales. No dispersarse con demasiadas opciones simultáneamente a fin de no perder el foco de lo esencial.

Se ha podido comprobar que uno de los fallos más comunes en emprendedores noveles es, su habitual dificultad para ser capaces de fijar, definir prioridades en las gestiones, y en las actividades iniciales. Esto, lleva a la producción de errores y fracasos no deseados, desde el principio, lo que origina disminución y baja motivación de las personas. Cuando ocurren, suelen generar mucha confusión, malestar y, con frecuencia, niveles importantes de desmotivación, desánimo y conflictos en aquellos que se han visto afectados por el fallo.

En los estudios y casos de seguimiento de estos procesos, se ha comprobado, sin embargo, que los emprendedores exitosos se enfocan, desde el principio, en aquellas actividades, acciones, decisiones que están convencidos de que son centrales para el éxito del negocio y desde el inicio de la actividad de emprendimiento. Lamentablemente no hay reglas al respecto. Generalmente está relacionado con la intuición de cada uno. Lo que usualmente se conoce como “olfato”, que unos poseen y otros no. De ahí la importancia de contar con equipos de personas muy competentes que se llevan y funcionan bien en el trabajo individual y, cuando es necesario compartirlo en los equipos productivos.

+ Estrategia V: Contar con líderes capaces y competentes para conducir buenos equipos de trabajo.

En el párrafo anterior señalé la importancia e impacto que producen las diferencias individuales, especialmente, cuando es indispensable contar con equipos de trabajo que sean altamente capaces, competentes. Pero claro, esta condición esencial, clave, a su vez, requiere contar con líderes verdaderamente competentes, que posean, además, otras cualidades mencionadas en escritos anteriores.

Me refiero por ejemplo a aquellos considerados: Líderes extraordinarios, líderes servidores, líderes facilitadores y varios otros, con características y competencias similares. El único valor vital que tiene una empresa es la experiencia, capacidades, innovación y conocimientos de sus empleados” Leí Edvinsson, consultor organizacional. Lógicamente incluye a todos en los diferentes niveles jerárquicos.

Las mejores estrategias de emprendimiento empresarial caerían en saco roto si no se contara con un personal capaz de innovar y aportar su auténtico valor personal a las actividades de la empresa.

Disponer, por pocos que sean, de líderes competentes, que sepan delegar y establecer alianzas estratégicas con otras empresas que estén en capacidad de satisfacer tus necesidades de infraestructura, tecnología, administración, fabricación, marketing o logística como emprendedor es esencial. Te resultará así más fácil dedicarte a consolidar y hacer crecer tu negocio, de forma flexible, rentable y sin grandes cargas económicas iniciales.

Como señalé al explicar el modelo de Organización Imparable, de Shawn Cassemore, hay que contar con líderes facilitadores: a) que ponen a su gente primero, b) que fijan el rumbo y dan sentido, c) donde la confianza entre las personas y actividades, es un componente central, d) con empresas a la medida del mercado y que realmente aportan a los clientes valor agregado. Que en general, aportan una percepción positiva de la empresa.  “Grandes cosas en los negocios se hacen siempre mediante la participación y el trabajo en equipo y con comunicaciones estrechas”, Cassemore.

+ Estrategia VI: Buscar la financiación necesaria en el momento correcto y/o desde el comienzo del proyecto.

Sin la financiación adecuada, necesaria, no existe posibilidad de realizar proyectos de emprendimiento. Usualmente, todo aquel que desea implicarse en un proyecto emprendedor nuevo, posee un pequeño capital inicial que está dispuesto a arriesgar para poner en marcha su “ideal, su visión. Pero, a menos que sea algo extremadamente simple y sencillo, los estudios más positivos muestran que se requiere de uno a dos años, con suerte, para hacer y tener en las manos un proyecto que se muestre viable y que comience a ser rentable. Y esto, también con suerte y bastante financiamiento.

La autofinanciación te permitirá mantener la propiedad del negocio, pero si tienes un proyecto muy ambicioso tendrás que recurrir a inversores externos, o a mecanismos como el crowdfunding, business angels, banca, u otros, basados en la moderna “economía colaborativa”.

La elección de la fuente de financiación puede ser decisiva para el éxito de tu negocio. El pago de intereses demasiado elevados o un plazo de amortización muy corto pueden ponerte al borde de la quiebra en breve plazo. Por ello, es clave evaluar detenidamente: ¿cuánto capital necesitas? ¿cómo planeas recuperar esa inversión? y ¿qué fuentes de financiación consideras más convenientes y posibles de obtener? Requieres de un buen “Plan de Negocio”.

·         Los sistemas más usuales de financiación de emprendedores son:

Préstamo bancario: Es el crédito más habitual utilizado por las empresas. Se trata de un préstamo, con la condición de devolverlo en un cierto lapso de tiempo, y con intereses. Por ello, es esencial tener en cuenta el tipo de interés, el plazo de amortización y el período de carencia. Suele requerir de avales., de ahí su dificultad para obtenerlo.

Capital de riesgo: Operación financiera hecha a través de Sociedades de Capital de Riesgo (SCR), que invierten en startups con alto potencial de riesgo y de crecimiento, a cambio de un porcentaje de la empresa (alrededor de 20% o 30%). En ocasiones, también ocuparán algún puesto de control dentro de la empresa.
Las empresas en las que invierten, suelen ser aquellas que presentan un modelo diferente y/o novedoso, o que han descubierto una nueva tecnología, con la que pretenden conseguir un alto retorno en su inversión.

Business Angels: Conocidos también, como inversores de proximidad. Suelen ser personas que, además de capital, aportan conocimientos, relaciones y experiencia para guiar y apoyar al proyecto, buscando futuros resultados de alto rendimiento.

Crowdfunding: Se trata de una de las modalidades más utilizadas hoy en día, enmarcado dentro de lo que se ha venido desarrollando en los últimos años, como modelo de “Economía colaborativa”.

Micro-mecenazgo, financiación masiva, financiación colectiva, son algunas maneras de llamar a este método, cada vez más de moda. Se trata de un tipo de financiación colectiva, de personas y/o entidades que hacen sus aportaciones a cambio de algo, normalmente simbólico, haciendo posible la ejecución del proyecto.
El crowdfunding es uno de los métodos de financiación con mayor proyección, de ahí que continuamente surgen plataformas que facilitan el contacto entre emprendedores e inversores. Debido a su auge, las plataformas que actúan como intermediarios están cada vez más especializadas o sectorizadas. 
En la próxima entrega del Blog, explicaré la séptima y más relevante estrategia para la gestión duradera y exitosa de empresas nuevas con buenas perspectivas de futuro.







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