En las últimas tres entregas modifiqué el enfoque que venía desarrollando al aprovechar un artículo, que aunque íntimamente relacionado con los temas del Blog, me alejó un poco de la línea seguida hasta ahora. Hoy la retomo para centrarme en: La importancia de contar con una Visión Estratégica del negocio, nueva. La razón de ello, ya fue señalada en entregas previas. Se trata según los especialistas, de que “la estrategia actual de cualquier empresa, es la que la ha llevado a la situación en la que hoy se encuentra; por lo tanto, esa estrategia jamás facilitará superar la actual situación. Para superarla, se requiere determinar una estrategia nueva, diferente, que realmente responda a la actualidad y, más aún, a lo que el futuro pueda deparar.
PASOS ESENCIALES PARA DETERMINAR UNA BUENA ESTRATEGIA DE FUTURO
Determinar una buena estrategia de empresa requiere, desde un punto de vista personal basado en mi experiencia de 25 años ayudando aproximadamente a ochenta empresas de diversas ramas a determinar su estrategia de futuro, ejecutar una serie de pasos que considero claves para realizar un excelente Plan Estratégico de Futuro. Indicaré sucintamente los que considero más relevantes.
1.- Lógicamente, lo primero es evaluar cuáles son los elementos esenciales de la estrategia que se ha venido siguiendo los últimos cuatro o cinco años. Sus pros y contras y, de ese análisis en profundidad, ver que se puede mantener porque viene funcionado bien y puede seguir siendo así, y aquello, que es necesario, a priori, cambiar. Es en esto último, donde es fundamental ser innovadores, al pensar en qué es necesario cambiar. Muy posiblemente, para alcanzar un mayor éxito y eficacia hacia el futuro, será necesario cambiar varios aspectos clave.
2.- Hecho el análisis anterior, donde se trabajan aspectos relativos al pasado y se comienza a pensar en el futuro; de aquí en adelante, todos los demás pasos para determinar la estrategia final, requieren de “visualizar el futuro deseado para la empresa”. Por ello el siguiente paso recomendado es, llevar a cabo un “Análisis del entorno futuro”. Para realizarlo de forma certera, sería muy conveniente disponer de una “bola de cristal”. Sí, de esas que poseen algunas y algunos pitonisos, que ven el futuro que espera a quienes los consultan. Una "bola" de esas sería una excelente herramienta para que los equipos directivos pudiesen elaborar los planes de futuro para sus empresas, pero como son muy escasas y difíciles de adquirir, lo más recomendable es buscar información relevante, que suele existir o no, según la rama de la industria a que pertenece la empresa. De no existir publicada, hay que basarse en la que la propia empresa disponga dadas sus actividades con :Clientes, proveedores, otras empresas, mercado en general y otros.
Lo que es necesario “adivinar” es: ¿Qué consideramos va ocurrir en los próximos dos o tres años en los diferentes entornos que afectan directa o indirectamente a nuestra organización? Aspectos tales como: Intereses, expectativas y necesidades de los clientes en los mercados actuales y, en especial, en futuros mercados que pudieran ser de interés. Cómo creemos que va a evolucionar la economía. Qué aspectos jurídicos y legales pueden impactar nuestra actividad. Posibles cambios políticos y sociales. Necesidades e intereses que podrán afectar al personal en el futuro. Qué va a ocurrir con las políticas, cada vez más extendidas, de Compromiso social y Sostenibilidad por parte de las empresas y hacia los consumidores. Qué va ocurrir con el medio ambiente, la diversidad, la no discriminación y varios otros que puede ser necesario explorar de acuerdo con la actividad y misión específica de cada empresa. La idea con esto es, plantearse posibles “Escenarios futuros” y determinar las respuestas e impacto posible de los mismos para nuestra empresa.
Realizar bien esta actividad, para la que se requiere contar con excelente información, es clave para el éxito a futuro. Del buen análisis de lo anterior se derivan oportunidades de futuro para la empresa, y también, la identificación de posibles amenazas. Para gestionar ambas es necesario realizar decisiones estratégicas.
3.- Realizado lo anterior y con una posible perspectiva de futuro, algo más clara, se recomienda la redefinición de la que deberá ser la Filosofía de la Empresa hacia el futuro. Con frecuencia encontramos que las empresas no la tienen en blanco y negro; en consecuencia, es clara tan sólo, para un grupo mínimo de personas en la cima de la organización, y a veces ni para ellos es clara. Determinar la filosofía de la organización, es clave para decidir: dónde y cómo innovar como empresa, o para determinar si se va a seguir igual, algo no recomendable de cara a un futuro cada vez más complejo. Aspectos tales como: determinar con precisión la Misión, Propósitos fundamentales de la empresa y cuales Valores se van a promover, aclara de forma muy significativa que tipo de empresa se quiere ser hacia el futuro. Cómo se quiere conseguirlo, qué tipo de Cultura de empresa se desea, qué es lo que realmente se valora en la misma: la tecnología, las personas, la calidad, la producción, el diseño, otros. A qué daremos más valor.
4.- Es el momento ahora, de definir una Visión de, a dónde se quiere llegar; teniendo en cuenta que ya hemos definido, cómo queremos ser. Personalmente considero a todo el proceso de determinar la estrategia de futuro, un proceso de visión estratégica. Una actividad esencial de la determinación de la Visión es, preguntarse ¿Con qué contamos para ir poco a poco haciendo realidad la misión y visión? Aspectos tales como: ¿En qué mercados operamos y en cuáles deseamos operar, con qué productos y/o servicios, para cuáles segmentos de mercado, cuál es la calidad, ciclo de vida, precio, etc.? Éstas son preguntas clave para ponerse en marcha en la dirección fijada y lograr, en el largo plazo, la visión que se haya determinado.
Aprovechando la información que se generó en las actividades anteriores, éste, suele ser un buen momento para realizar un Análisis Competitivo y “ver que tienen y hacen nuestros competidores más importantes”. Sin embargo, en mi experiencia, esta actividad, con frecuencia, no vale la pena realizarla por no poseerse información suficiente y valiosa acerca de los competidores. De todas formas deseo resaltar que: lo más importante no radica en lo que hace la competencia, lo esencial es, conocer muy bien el mercado en que operamos y en especial, qué desean y esperan nuestros clientes. Esta es la clave.
5.- Una vez aquí con el panorama de futuro deseado bastante claro es importante identificar y ver de precisar si se posee alguna ventaja competitiva o en su defecto, alguna ventaja diferenciadora como empresa. Ventaja que ayude a tener éxito en los mercados seleccionados. Es clave también, identificar qué o cuáles factores o aspectos serán clave para garantizar al máximo el éxito. Algunos de los más habituales son por ejemplo: Disponer de los recursos económicos necesarios, contar con personas con talento que realicen excelentemente su trabajo, disponer de las necesarias tecnologías y, desde luego, saber muy bien que quieren realmente los clientes.
Con la finalidad de no alargar excesivamente el contenido, en la próxima entrega, máximo en una semana, completaré la información acerca de los pasos fundamentales que debe comprender una excelente y novedosa estrategia de empresa. Hasta la próxima entrega.
1 comentario:
Javier:
Excelente post. El hecho de hacer ver con ojos positivos el panorama de la gerencia en estos tiempos convulsos, es encomiable.
Max Römer Pieretti
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